Además
de certificarse como practicantes de medicina tradicional ante la
Secretaría de Salud y registrar legalmente sus remedios, las
siete organizaciones que los agrupan (las cuales pertenecen a los
municipios veracruzanos de Zongolica, Coscomatepec, Córdoba,
Soledad Atzompa y al oaxaqueño de Soyaltepec) buscan crear
tanto laboratorios regionales para elaborar sus remedios con criterios
farmacéuticos como consultorios para ofrecer sus servicios.
Para lograrlo, contarán como hasta ahora con el respaldo de
estudiantes, académicos e investigadores de las facultades
que se encuentran en la zona universitaria Córdoba-Orizaba,
quienes se han integrado al Grupo Regional de Apoyo a la Medicina
Indígena Tradicional (GRAMIT) del centro del estado, que también
es respaldado por el programa IMSS-Oportunidades, la Comisión
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CODEPI) y la Secretaría
de Salud (SS).
En primer término se encuentra la Facultad de Ciencias Biológicas
y Agropecuarias (FCBA) de Peñuela, desde donde las académicas
Yaqueline Gueno Heredia y Feliza Ramón Farías coordinan
para el GRAMIT-Centro asesorías técnico-científicas,
capacitación, difusión de acciones, organización
de encuentros, evaluación y seguimiento, gestión financiera,
así como asesorías contables y legales. De hecho, fue
esta Facultad la que, en 1999, inició la relación con
los grupos indígenas, especialmente de Zongolica, al integrar
a su trabajo en el Herbario de la FCBA el estudio de plantas medicinales.
Hoy, las académicas tienen a su cargo el proyecto de sistematización
del conocimiento botánico con seis de las organizaciones de
médicos tradicionales, es decir, buscan rescatar los saberes
que sobre medicina herbolaria poseen estos grupos. A este trabajo
se suma otro proyecto, coordinado por la académica Pilar Navarro
Rodríguez, cuyo objetivo es apoyar a los médicos indígenas
tradicionales en la producción del hongo seta como una alternativa
económica y productiva.
En segundo término se encuentra el trabajo de la Facultad de
Ciencias Químicas en este proyecto, el cual tiene dos vertientes:
por una parte, el desarrollo de las técnicas agronómicas
para sembrar parcelas productivas de plantas medicinales (con químicos
agrícolas); por otro, la elaboración de remedios herbolarios
estandarizados, según las formas farmacéuticas requeridas
por la Secretaría de Salud (con químicos farmacéuticos).
Hasta ahora se han establecido tres parcelas demostrativas: una en
Zongolica (que ya está terminada), y otras dos en Huitzilan
y Coscomatepec (en proceso), cada una con más de 80 diferentes
especies de plantas medicinales. Para apoyar a los médicos
tradicionales en este aspecto, los químicos agrícolas
se han coordinado con agrónomos, tanto estudiantes como académicos
e investigadores para asesorarlos. De hecho, son los grupos indígenas
quienes se encargan de custodiarlos.
Con el apoyo de la FCBA, los médicos indígenas han logrado
afianzar varios proyectos, entre ellos el registro de 12 remedios
tradicionales ante la Secretaría de Salud –como jarabes,
pomadas, cremas y tinturas– y el establecimiento de laboratorios
regionales para la elaboración farmacéutica de los compuestos
con estándares de calidad. Trabajo
multidisciplinario
Para apuntalar este último proyecto, otras ocho facultades
se han sumado: la de Arquitectura, en Córdoba, que tiene
a su cargo la presentación y diseño de los espacios
físicos del Centro de Desarrollo Integral de Medicina Tradicional
“Omecayotl”; y la de Contaduría y Administración,
en Nogales, a la que le corresponde realizar la propuesta de trabajo
para la Organización de Médicos Indígenas Tradicionales
del Centro (OMIT-C).
Enfermería, por su parte, realizará desde Río
Blanco una propuesta para el Programa de Formación de Promotores
de Salud con la participación de los médicos tradicionales,
e Ingeniería Mecánica diseñará el Laboratorio
Regional de Medicina Tradicional, que se localizará en La
Granja, del municipio de Tres Valles.
Una propuesta de apoyo médico al GRAMIT-Centro será
la aportación de la Facultad de Medicina de Ciudad Mendoza,
y una propuesta odontológica, la de la Facultad de Odontología
que se encuentra en Río Blanco. Los universitarios de la
carrera de Derecho, del Sistema Abierto, realizarán la integración
legal de este organismo, y será el Centro de Idiomas de Córdoba
el que se encargue de apoyar el proyecto con la traducción
de documentos y proyectos para la OMIT-C.
Esta participación interinstitucional y multidisciplinaria,
así como la suma de más médicos indígenas
al proyecto, han hecho de la experiencia un ejemplo para otros grupos,
la cual además ha llevado a los médicos tradicionales
a dos congresos regionales, 13 estatales (en Oaxaca, Puebla, Yucatán,
Michoacán, Chiapas, Campeche, Chihuahua, Sonora, Nayarit,
Sinaloa y Coahuila) y dos internacionales (en Quito, Ecuador, y
en Lima, Perú). |