Octubre-Diciembre 2005 , Nueva época No. 94-96
Xalapa • Veracruz • México
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UV, hacia la construcción de una universidad pública de excelencia

Raúl Arias Lovillo

Discurso pronunciado durante la ceremonia en que tomó protesta como rector de la Universidad Veracruzana para el periodo 2005-2009, realizada el 1 de septiembre, en la USBI-Xalapa.

Elevación, 2000.
Al protestar el cargo de rector de la Universidad Veracruzana, les manifiesto que es el momento más importante de mi vida, porque de esa dimensión es el valor entrañable que le confiero a la máxima casa de cultura de nuestro estado, y porque mi promesa ante ustedes es servirla con honestidad y rectitud, honrarla sin descanso ni concesiones, reconociendo en ella el espacio del saber, la libertad y la dignidad, que genuinamente pertenece al pueblo veracruzano.
A la profunda emoción personal que me impone el compromiso que habré de cumplir, le acompaña también la reflexión de quien habrá de enfrentar la elevada responsabilidad de conducir los destinos de una institución, cuyo papel es decisivo en la historia del estado de Veracruz.

La UV es parte fundamental de la vida del estado, y para generaciones de universitarios y de sus familias, ha sido crucial en sus trayectorias, en lo que son hoy como ciudadanos, como profesionales y como seres humanos.

Soy parte de una generación que se formó en sus aulas y se nutrió de sus momentos de sobresalto, de esperanza y de cambio. Viví con intensidad, junto con un numeroso grupo de universitarios, sus grandes episodios traumáticos, pero también sus colosales transformaciones positivas. No llego solo a cumplir esta tarea, ni soy fruto de una carrera personalísima. Pertenezco a una generación que sacudió las anacrónicas estructuras universitarias y que suscitó los cambios que la institución demandaba.

Hoy estoy aquí gracias a todos ustedes, a los miembros de la Junta de Gobierno, a los miembros del Consejo Universitario, fortalecido por un espíritu común, con el compromiso de representar sus ideales y sus propósitos, pero ante todo estoy aquí para buscar hacer realidad las aspiraciones y los anhelos de la gran mayoría de los universitarios, para superar, con un gran sentido crítico, lo que hemos hecho hasta ahora en la Universidad Veracruzana. Gracias por su confianza. Les prometo que no los voy a defraudar.

Los convoco a la construcción de una universidad pública de excelencia, que se propone elevar su calidad académica y cumplir con pertinencia y eficacia su compromiso con la sociedad a la que se debe. Para que este proceso tenga éxito, sostengo la idea de que es preciso establecer un nuevo pacto institucional, un nuevo acuerdo fundado en la participación de estudiantes, trabajadores, académicos y autoridades, que nos permita llevar a cabo las reformas que profundicen el proceso de academización iniciado hace una década.

Este proyecto que me propongo iniciar ahora, con el concurso de todos los universitarios, hará posible un mayor desarrollo cualitativo de la universidad como institución pública, y consolidará su aún reciente autonomía.

La autonomía de una universidad pública de excelencia implica que la definición de los planes, la ejecución de los proyectos y la evaluación del desempeño se deben hacer con criterios estrictamente académicos, y que las relaciones entre la universidad y el gobierno, y entre la universidad y los diversos actores sociales, deben basarse en reglas de cooperación, confianza y respeto mutuos. Estos principios se han establecido ya firmemente y defenderlos es una de nuestras principales tareas.

Sobre la base de los éxitos hasta hoy alcanzados y de los cimientos y las estructuras institucionales que constituyen nuestro capital acumulado, propongo que iniciemos la construcción de una universidad Generadora de Conocimiento para su Distribución Social. Para construirla, debemos contar con el compromiso de estudiantes, académicos y autoridades, considerar sistemáticamente los logros alcanzados y las tareas inconclusas, y emprender el examen juicioso, razonado y fundamentado de los programas que propondré a continuación.

Al abrigo del viento, 2000.
Misión y visión
Parto de la ratificación de la misión de la Universidad, ya definida en su propia Ley Orgánica: conservar, crear y transmitir la cultura, en beneficio de la sociedad y con el más alto nivel de calidad académica. Añado que hoy, para cumplir cabalmente con estos fines, la Universidad Veracruzana debe:

· Fortalecer el postgrado y la investigación y vincularlos con la docencia de calidad y excelencia en todos sus niveles.
· Apoyar la producción, la difusión y el estudio de la cultura.

· Llevar el conocimiento a los lugares donde se encuentran los problemas del estado para contribuir a resolverlos y transmitirlo a los grupos sociales que carecen de acceso a la educación superior, enriqueciéndolo con las aportaciones de los propios actores.
· Evolucionar y convertirse progresivamente en una Universidad Generadora de Conocimiento para su Distribución Social.

El conjunto de esta propuesta la pondremos en práctica en el marco de una renovada institución que promueva el diálogo, el debate constructivo, el reconocimiento de los otros, la tolerancia y el respeto a la ley. En este sentido, la universidad también será generadora de una perspectiva ética, congruente con la democracia.

Esta visión de universidad que propongo parte de la premisa de que la institución debe consagrarse a la formación de profesionales a la altura de la era del conocimiento y la globalización, comprometidos con su tiempo y su país, profesionales que serán al mismo tiempo ciudadanos libres, democráticos y abiertos a la diversidad.

El ejercicio pleno y responsable de la autonomía le permitirá a la Universidad Veracruzana un mayor equilibrio institucional a sus acciones y reforzar la colaboración entre sus dependencias y sus campi.

Para vigorizar la toma de decisiones, se dará mayor participación a las instancias académicas colegiadas y a las expresiones organizadas de sus egresados, estos últimos vínculos legítimos con la comunidad y el entorno económico, social, político y cultural.

A partir de su perspectiva académica y científica, la Universidad Veracruzana deberá hacer aportaciones específicas a la solución de los problemas de la entidad, especialmente al mejoramiento de la competitividad de las empresas y a la generación de empleos, al desarrollo sustentable, a la consolidación de un régimen democrático, y a la creación de una nueva cultura política que coadyuve a enriquecer las bases de nuestra convivencia social.

Como lo hice ante la Junta de Gobierno, ahora frente a ustedes y a la comunidad universitaria, así como de cara a la sociedad a la que nos debemos, asumo con plena convicción los siguientes compromisos.

Compromisos
En primer lugar, ratifico mi compromiso con la autonomía de nuestra alma mater. Esto significa que los asuntos académicos de toda índole los resolveremos mediante los procedimientos propios de la academia. La autonomía es un capítulo del Estado de derecho. La autonomía es una forma de relación de la universidad con la sociedad y con el gobierno. La mejor y más sana autonomía implica una amplia participación de la comunidad universitaria. Me comprometo así, a impulsar las reformas jurídicas que fortalezcan los cuerpos colegiados y que garanticen la presencia universitaria en todas las instancias de participación.

Asumo un compromiso con la excelencia académica. Impulsaré una mejor calidad de la docencia, la investigación, la difusión de la cultura y la vinculación. Apuesto por la academización de la Universidad. Esto implica, como ya lo señalé, definir planes, ejecutar proyectos y evaluar desempeños con criterios académicos y no políticos. Hago mío el compromiso con la responsabilidad social de la universidad.

La universidad formará a los profesionales y ciudadanos valiosos que la sociedad requiere, y buscará dar soluciones a los problemas sociales mediante la investigación y la intervención razonada.

Mi compromiso está, de igual manera, con la atención a la demanda mediante mecanismos no convencionales que nos permitan ampliar y renovar nuestra oferta académica. Es así como contribuiremos a la ampliación de la cobertura estatal de la educación superior. Expresión de ello es la universidad Virtual, cuya plataforma tecnológica debe fusionarse al Sistema de Enseñanza Abierta. Generaremos espacios para una oferta educativa en nuevos campos disciplinarios.

Refrendo que mi compromiso está, asimismo, con la razón de ser de nuestra casa de estudios: nuestros estudiantes. Estableceremos un programa especial que permita atender las múltiples demandas de información, de solución de problemas, de clarificación de contenidos y de alternativas que plantea el estudiantado. Así, les facilitaremos el óptimo aprovechamiento del enriquecedor conjunto de transformaciones que continuará viviendo la universidad. Para que nuestros estudiantes tengan una formación integral, modernizaremos y ampliaremos los espacios deportivos en todas las regiones universitarias.

Por supuesto, también mi compromiso es con quienes han sido actores protagónicos de la transformación de la institución, como lo es el sector de académicos. Pero, al mismo tiempo, como lo he expresado en diversas ocasiones, mi compromiso está también con los trabajadores técnicos, manuales y administrativos. Resulta urgente incorporarlos al proceso de modernización de la Universidad Veracruzana. Con todos ellos, mi obligación permanente para mejorar sus condiciones de trabajo y de ingreso, a cambio de todo su apoyo para profundizar las reformas institucionales.

Además estoy comprometido con nuestros artistas. Buscaré que la Universidad Veracruzana continúe proyectando al mundo la cultura nacional y del estado. Que sea una fuente de creación, promoción, preservación, adaptación y recreación de la cultura y el arte.

También me comprometo a enfrentar la cultura de la simulación. Muchos de nosotros, universitarios veracruzanos, queremos trabajar a fondo contra esta cultura estéril y efectuar una transformación profunda de esta práctica socialmente contraproducente. Tendremos que lograr que los reprobables hábitos de “hacer como que hacemos” experimenten un vuelco cultural radical y completo. Que nuestro trabajo en el aula y en el laboratorio sea genuino. Que aprender se vuelva aprendizaje efectivo. Que enseñar sea una práctica auténtica. La calidad académica es fruto de la autenticidad, no de la simulación.

El compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas merece una mención especial. La labor de generar y promover la cultura del derecho a la información es responsabilidad de las instituciones públicas del país, particularmente de las universidades. Es en estos espacios donde debemos formar ciudadanos preparados para el pleno ejercicio de sus derechos. Por lo tanto, debemos proporcionarles las herramientas para entender y fiscalizar los recursos públicos y su destino, para ejercer su derecho a la información y para participar en las decisiones públicas, práctica normal en cualquier democracia. En esa dirección, un primer deber de nuestra institución es establecer un sistema de acceso a la información que la vuelva transparente a los ojos de los universitarios y de la sociedad en general.
Los compromisos y principios que acabo de enunciar los habremos de traducir en un conjunto coherente y articulado de políticas universitarias que garanticen la viabilidad institucional de las reformas necesarias.

Ejes Rectores
Para el periodo 2005-2009 propongo trabajar en un conjunto de programas organizados en nueve ejes rectores –cuyos contenidos detallados haré de su conocimiento posteriormente– que a continuación enuncio:

1. El nuevo papel de la investigación
La Universidad Veracruzana debe adoptar la investigación como eje transformador y organizador de sus tareas y estructuras, impulsándola a la par de los estudios de postgrado, favoreciendo el equilibrio entre la ciencia básica, la ciencia aplicada, las humanidades, el desarrollo tecnológico y la creación artística.


Cáliz de sueños, 2000.

2. La reestructuración de la academia y de la gestión y la organización institucionales
La integración de la investigación y la docencia (en los niveles de licenciatura y postgrado); los cambios de la segunda generación del MEIF; la ampliación de la oferta terminal de los programas de licenciatura; el cabal cumplimiento del compromiso que implica la distribución social del conocimiento, así como la necesidad de incrementar la eficacia y la eficiencia de todos los programas académicos nos encaminan a reestructurar la organización académica sobre bases departamentales.

3. La segunda generación de reformas del Modelo Educativo Integral y Flexible
La articulación de una nueva estructura departamental con el MEIF nos llevará a un proceso de reformas de segunda generación. Esta nueva versión consiste en la aplicación de un modelo educativo integral que busca una flexibilidad sensiblemente mayor a la alcanzada hasta ahora y, adicionalmente, orientado a la generación y la aplicación del conocimiento.

4. El aseguramiento de la calidad académica y de la gestión administrativa. El cierre de brechas
Estamos conscientes de que hay diferencias cualitativas entre los programas académicos impartidos en las diferentes regiones universitarias, tanto por el sistema escolarizado como por el abierto. El cierre de las brechas identificadas será el fin que dará sentido y dirección a los programas asociados a este eje rector. Para este propósito se requiere identificar y superar las carencias entre los programas y las regiones, lo que haremos mejorando el sistema de indicadores de gestión académica y administrativa.

5. La generación, la difusión y el fomento de la cultura
Para mantener los estándares notables de desempeño en materia cultural, es necesario impulsar un nuevo ciclo de renovación creativa y de profundización de la producción de conocimiento sobre la cultura misma. Este salto cualitativo debe centrarse en el impulso a los estudios de postgrado en el área, históricamente inexistentes; en la descentralización de la enseñanza y la difusión de las artes, en el desarrollo de nuevas políticas de apoyo y fomento a la producción artística y en una campaña de reposicionamiento de la universidad en la arena cultural nacional.

6. La extensión universitaria
La universidad no es una agencia asistencial, ni debe brindar los servicios que le corresponde ofrecer a las instancias gubernamentales. Nuestra principal herramienta de trabajo es la información y el conocimiento. Por ello, debemos continuar y ampliar nuestra misión de acercar estos bienes culturales a los habitantes de las comunidades y a los sectores productivos con los que actualmente trabajamos; habremos, igualmente, de aumentar su número. Al mismo tiempo, debemos cuidar que esta línea de trabajo institucional continúe sirviendo al interés formativo de los estudiantes y se siga traduciendo en espacios para la investigación.

7. La transparencia y la rendición de cuentas
Nuestra institución siempre ha estado abierta al escrutinio de los recursos que maneja, por parte de la Junta de Gobierno, de la comunidad universitaria y de la sociedad en general, cuidando celosamente su autonomía. En este tenor, considero que, en su carácter de institución autónoma, no está legal pero sí moralmente obligada a armonizar su quehacer y su normatividad con los nuevos requerimientos establecidos en el país y el estado en materia de transparencia y rendición de cuentas, específicamente con lo estipulado en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental federal y en la Ley de Acceso a la Información del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. La institución debe formalizar los lineamientos generales que garanticen el acceso de toda persona a la información que maneja, salvaguardando la privacidad de los miembros de la comunidad universitaria, el respeto a la garantía constitucional del derecho a la información y la vigencia de la autonomía universitaria.

8. Las relaciones académicas nacionales e internacionales.
La internacionalización de la vida académica es un dato de la globalización. Debemos activar los múltiples convenios que la universidad tiene firmados con universidades extranjeras, promover la movilidad estudiantil y académica, y fomentar los proyectos comparativos y la cooperación internacional. La proyección internacional es imprescindible en la formación de una universidad de excelencia.
La universidad requiere establecer acuerdos, sobre todo de carácter multiinstitucional, que le permitan asegurar altos índices de calidad y pertinencia nacionales. Esta iniciativa deber traducirse en una mayor presencia en el interior de los organismos cúpula de las IES públicas nacionales. Debe buscarse que no sólo por su tamaño, sino además y sobre todo por su creciente pertinencia social, la institución se convierta en un referente nacional.

9. La adecuación de la legislación universitaria y de las relaciones de trabajo
Para la universidad que queremos, la reforma legislativa resulta una de las estrategias centrales para el impulso de la innovación y el cambio cultural. La adecuación integral de la legislación universitaria a las reformas propuestas involucra diversos ámbitos relacionados entre sí, que enfrentan atavismos, obstáculos e inercias comunes que deberemos vencer.

Se requiere de una legislación moderna y acorde con la nueva visión del trabajo académico desarrollada en este proyecto. Una que asuma que la labor académica es integral: que la docencia tiene que vincularse a la investigación, a la extensión y a la difusión de la cultura, para integrar los elementos primordiales de los procesos de creación y transmisión del conocimiento.

De manera paralela, es necesario promover una reforma laboral que coloque a nuestra casa de estudios en una situación en la que sus contratos colectivos sirvan como instrumento de apoyo a la excelencia de la institución, y que permitan reencauzar las relaciones laborales y poner el acento en el cumplimiento de los objetivos institucionales, en el marco del pleno respeto a los derechos de los trabajadores.

El tránsito de nuestra institución a una Universidad Generadora de Conocimiento para su Distribución Social requiere un patrimonio institucional adecuadamente identificado, regularizado y valorizado; un presupuesto apropiado y equilibrado; capacidad económica para invertir en los proyectos y en infraestructura, y finanzas sanas, transparentes y sujetas a rendición de cuentas. Es necesario aprovechar óptimamente las fuentes de financiamiento gubernamentales, además de generar fuentes alternas y diversas que garanticen una mayor rentabilidad social y el fortalecimiento de nuestra autonomía.

La etapa de evolución de la Universidad Veracruzana que planteo en esta propuesta implica una transformación orgánica y funcional de la institución; operar procesos administrativos descentralizados, desconcentrados, simplificados, transparentes y certificados en su calidad, y una administración al servicio de las labores académicas ágil, eficaz y eficiente. El éxito de esta etapa de la evolución institucional nos obliga a contar con una administración al servicio de las tareas académicas sustantivas de la universidad y no al revés.

Hacer realidad esta etapa requiere de planeación, gestión, administración y toma de decisiones descentralizadas y desconcentradas en los campi, en cada una de las regiones universitarias. Precisa también una urgente revalorización del papel de autoridad financiera y académica de las vicerrectorías, para la gradual construcción de un Sistema Estatal Universitario equilibrado, en el que cada campus tenga una personalidad distintiva como fortaleza, acorde con la vocación económica y la dinámica social de la región. Requiere, igualmente, una mayor capacidad de decisión y manejo de las hoy centralizadas y lentas decisiones financieras institucionales, así como de responsabilidad para generar y manejar recursos propios.

Sólo con un presupuesto suficiente, justo, oportuno y administrado con transparencia, las urgentes transformaciones exigidas por nuestras universidades públicas serán viables. Requerimos cambios urgentes en las fórmulas de asignación de presupuestos y en la certidumbre de contar con fondos extraordinarios a largo plazo. Sin la seguridad financiera que obligadamente debe derivar de una política de Estado en materia de educación, ciencia y cultura, no será posible que nuestras instituciones sigan operando con oportunidad, pertinencia e insertas en procesos de evolución constructiva, y mucho menos planear y ejecutar con éxito transformaciones y planes a largo plazo.

En tanto logramos asignaciones y presupuestos justos, equitativos y suficientes, que garanticen la sustentabilidad de un proyecto de transformación universitaria a largo plazo y una mejor y más equitativa fórmula para la asignación de los subsidios, la Universidad Veracruzana hará sus propios esfuerzos para mejorar su economía institucional.

Compañeros universitarios:
Se inaugura una nueva etapa en la que se consolidarán los cambios realizados y en la que se pondrán en marcha nuevas reformas, no sólo aquellas que se acogen a la lógica del desarrollo emprendido, sino también las que hacen caso del llamado de la conciencia universitaria y profundizan en las transformaciones que se requieren, tanto en los métodos de conducirlos, como en los estilos para llevarlos a cabo y en la cultura dominante.

Ciertamente, no estamos planteando la reinvención de la universidad en un día. Lo que hacemos es proseguir, desde lo inexplorado, desde lo nuevo que nos plantean los desafíos y las aspiraciones de la comunidad, el proceso de academización iniciado años atrás, haciendo hincapié en la necesidad de generar nuevos conocimientos pertinentes, reformar nuestros métodos de trabajo académico y actuar con base en una nueva ética universitaria, colocando así a la Universidad Veracruzana a la altura de los retos de nuestro tiempo.

Como institución pública, la Universidad Veracruzana absorbe el 34 por ciento de la matrícula de primer ingreso de educación superior del estado. Estudiantes de todo el país, atraídos por nuestro prestigio y solvencia académica, acuden a nuestras aulas. Como la universidad pública más importante de la región, debe preservar los más altos niveles de calidad en la docencia y la investigación.

En una perspectiva moral, éste es un liderazgo que nos compromete, que nos obliga a estar atentos a los cambios vertiginosos en el saber científico y tecnológico, a identificar las mutaciones provocadas por la mundialización de la cultura, el conocimiento y la información, a reforzar nuestra relación con la sociedad veracruzana, a reconocer sus carencias y sus fortalezas, a hacer nuestras sus aspiraciones y sus demandas. En síntesis, nos obliga a reformarnos, a mejorar nuestra enseñanza, nuestra investigación y nuestra difusión de la cultura. Todo ello lo haremos sin descanso y con responsabilidad.

Nuestra universidad está unida y fuerte. Ha llegado a su madurez institucional con la visión clara de su papel en el desarrollo del estado y de la región.

Señor gobernador, nuestra autonomía ha servido para fortalecer el diálogo y la cooperación con los gobiernos federal y estatal. Nuestra relación se ha forjado en la confianza y el respeto, en la comprensión y en la colaboración, en la independencia y la tradición crítica de nuestra universidad. Con el gobierno de Veracruz, mantendremos una relación fecunda y estrecha. Lo ha sido hasta hoy y lo seguirá siendo, porque el gobernador comparte con nosotros los objetivos superiores de la Universidad Veracruzana.

Estoy convencido de que la universidad necesita de todos los universitarios. Quienes contendieron conmigo por la Rectoría son académicos respetados por la comunidad. Les expreso que nuestro proyecto es esencialmente incluyente, abierto a las ideas y a las propuestas de cada uno de sus miembros.

Compañeros universitarios: comencemos, pues, esta nueva etapa. Los convoco a que, con independencia y en libertad, construyamos unidos la universidad pública de excelencia que reclama Veracruz, que reclama México.


Flor de primavera, 2000.
Antes de concluir, reitero una vez más mi agradecimiento a los distinguidos miembros de la Honorable Junta de Gobierno por la confianza depositada en mi persona para cumplir esta honrosa encomienda. A los integrantes del Honorable Consejo Universitario General, les hago patente mi reconocimiento y mi voluntad de trabajar arduamente para que la máxima casa de estudios de Veracruz cumpla un mejor destino histórico. A mi familia, a mi padre, a mis hermanos, a mis hijos Patricia Cecilia y Raúl, y por supuesto a su madre, mi gratitud por su apoyo invaluable de siempre. A mis amigos, a los universitarios todos, gracias por su respaldo y confianza.