El largo ayuno se rompió el 21 de noviembre en Saltillo,
Coahuila, donde los Halcones dejaron en la lona a Lobos de la
Universidad Autónoma de Coahuila, en su propio escencario,
el g8imnasio “Nazario Ortiz” ante más de 4
000 aficionados.
Antológico también fue el recibimiento que los más
de 3 500 seguidores le dieron a los Halcones el 22 de noviembre
en la plaza Lerdo de Xalapa, donde se ovacionó en grande
a los campeones.
Ahí, fueron recibidos por el gobernador Fidel Herrera;
el secretario de Educación, Víctor Arredondo; el
alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, además de fotógrafos
y camarógrafos.
El cordobés Enrique “Palmita” González,
en su calidad de capitán del equipo, fue el encargado de
hablarle a la afición: “Xalapa ha sido el mejor lugar
para jugar en toda mi vida. A nombre de todos mis compañeros,
agradezco al gobernador, al eector y al secretario de Educación
por ayudarnos a traer este presente a la gente de
Xalapa”. En tanto, Arias Lovillo fue breve: “Somos
campeones y seguiremos siendo campeones”.
¡UV,
UV, UV, UV…UV, UV!
Para los Halcones fue apenas su tercer año en la LNBP,
la segunda vez que terminó como líder de la liga
en casi todos los departamentos, la segunda vez en que se coronaron
campeones de la Zona Sur, la segunda final y el primer campeonato
absoluto.
Temporada regular de 40 juegos: 32 ganados, 8 perdidos, 4 067
puntos anotados, 3 670 recibidos. En postemporada, 15 ganados,
uno perdido: limpia en tres juegos a Barreteros de Zacatecas en
la primera fase; barrida en cuatro juegos a los Tecos de la UAG
en la semifinal de zona; 4-0 en la serie contra Lechugueros por
la final de la Zona Sur, y una final de cinco juegos contra Lobos.
Willy Pagán, Ray Rodríguez, Daniel Atteberry, Enrique
“Palmita” González, Sam Bowie, Víctor
Mariscal, Néstor Hernández, Rogelio Salcido, Cleotis
Brown, Levit Amaya, Roberto González, Víctor Ávila,
Omar López y el coach Ángel González trajeron,
luego de 70 años, un campeonato a Xalapa y motivaron una
celebración que seguramente no tuvo el Club Ocampo, campeón
xalapeño de la Liga Mexicana de Besibol en 1926.
En tres temporadas, los Halcones de la UV remontaron 79
años sin gloria para Xalapa
En julio de 2003, la prensa local recibió con cierto escepticismo
la noticia. Después de 40 años sin baloncesto profesional
en Veracruz, los Indios de la Universidad Autónoma de Ciudad
Juárez se mudaron de domicilio y nombre, y Xalapa se convirtió
en la sede de una de las entonces 16 franquicias de la Liga Nacional
de Baloncesto Profesional: los Halcones de la Universidad Veracruzana.
En pretemporada, el primer equipo de Halcones se presentó
enfrentando a la Selección Nacional Universitaria. Ray
Rodríguez y Enrique “Palmita” González
encabezaron el roster de jugadores mexicanos, mientras que los
primeros extranjeros fueron Mike Thompson y Don Harrison.
A pesar de un inicio de campaña incierto, los Halcones
rápidamente conquistaron a la afición xalapeña
por su juego vertiginoso y espectacular. Tiros de tres, cortesía
de Ray, del delantero Pepe Escobedo y del centro Octavio Robles,
se sucedieron a las espectaculares clavadas de los extranjeros
que finalmente se quedaron en la quinteta veracruzana: Dana White,
Lataryl Williams y Andreé Laws.
Dirigido desde el principio por Ángel González,
el equipo llamó la atención del país cuando
en la fecha 18 de la temporada 2003 le quitaron el invicto a Fuerza
Regia de Monterrey. Liderados en todos sentidos por Laws, los
Halcones siguieron con su paso decidido hasta los playoff, a los
cuales llegaron como sexto lugar de la tabla general, la mejor
defensa, el segundo lugar como local, además de que en
el camino batieron al campeón y subcampeón de la
temporada anterior.
Mientras la afición se convertía en una de las mejores
del país, a decir de los equipos visitantes, los Halcones
batieron en la primera ronda a los Cometas de Querétaro
y forzaron la serie de semifinales al séptimo y decisivo
juego frente a las Panteras de Aguascalientes, pero cayeron en
el último partido ante los que resultaron
campeones y, finalmente, obtuvieron el tercer lugar de la liga.
2004,
a un paso de la victoria
En la temporada 2004, al equipo se integró Víctor
Ávila, seleccionado nacional y compañero del jugador
de la NBA, Eduardo Nájera, en el equipo colegial Sooners
de Oklahoma, y Samuel “Showtime” Bowie, quien alguna
vez estuvo con los Toros de Chicago de la NBA.
En la cancha del Gimnasio Universitario, los Halcones fueron imbatibles
y cerraron la temporada como locales invictos en 20 juegos, la
mejor ofensiva y la mejor defensiva, y el primer lugar de la tabla
general, con sólo cuatro derrotas fuera del Nido del Halcón
en Xalapa. Batieron sin problemas a los Coras de Tepic, para después
imponerse a la Ola Roja del Distrito Federal, uno de los equipos
físicamente más duros y desgastantes de la Liga.
Los Lechugueros de León defendían la corona de la
Zona Sur, pero los Halcones los vencieron; de esta manera, llegaron
a la disputa por el campeonato nacional contra los Santos Reales
de San Luis Potosí, quienes, al final de la serie, forzaron
a dos tiempos extra el sexto juego y le ganaron la corona de la
liga a los de la UV por un punto.
2005, año del Halcón
En enero de 2005, los Halcones recibieron la Copa Xallapan, premio
otorgado a lo mejor del deporte xalapeño, y nació
una nueva franquicia universitaria en el puerto de Veracruz: Halcones
UV Veracruz. Mientras en el puerto se conformaba un equipo duro
y aguerrido bajo la tutela del coach José Luis “Satanás”
Arroyos, en Xalapa el entrenador Ángel González
tenía que encarar el compromiso de conquistar el campeonato
que se fue de las manos el año anterior.
Andrée Laws y Dana White tuvieron que dejar el equipo.
Esto forzó a una renovación completa de la escuadra
xalapeña: llegaron Cleotis Brown y Larry Florence y los
seleccionados nacionales Omar “Bam Bam” López
y Víctor Mariscal.
Había comenzado ya la temporada cuando Dana White regresó
y alcanzó a imprimirle un nuevo ritmo a la quinteta. Sin
embargo, una vieja lesión lo separó nuevamente de
los Halcones y su lugar fue ocupado por el boricua Wilfredo Pagán.
Bowie y Brown se alternaron como líderes anotadores en
el equipo, la defensa mantuvo en constante rotación a “Palmita”,
Ávila y “Bam Bam” López, y Mariscal
disputaba con Bowie y Ray Rodríguez el liderazgo de los
tiros de tres.