Octubre-Diciembre 2005 , Nueva época No. 94-96
Xalapa • Veracruz • México
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Histórico para Veracruz,
el campeonato de Halcones


Santiago Morales • Edgar Onofre • Juan Carlos Plata

Histórica para el deporte profesional de Veracruz resultó la coronación de los Halcones de la Universidad Veracruzana (UV) dentro de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP), en la temporada 2005. Y es que tuvieron que pasar 30 años en Veracruz y 79 en Xalapa para tener un equipo campeón en una liga profesional.

Por las calles de Xalapa, los Halcones de la UV pasearon el trofeo que obtuvieron luego de derrotar al equipo de Coahuila en cinco juegos.
 

El largo ayuno se rompió el 21 de noviembre en Saltillo, Coahuila, donde los Halcones dejaron en la lona a Lobos de la Universidad Autónoma de Coahuila, en su propio escencario, el g8imnasio “Nazario Ortiz” ante más de 4 000 aficionados.
Antológico también fue el recibimiento que los más de 3 500 seguidores le dieron a los Halcones el 22 de noviembre en la plaza Lerdo de Xalapa, donde se ovacionó en grande a los campeones.

Ahí, fueron recibidos por el gobernador Fidel Herrera; el secretario de Educación, Víctor Arredondo; el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, además de fotógrafos y camarógrafos.

El cordobés Enrique “Palmita” González, en su calidad de capitán del equipo, fue el encargado de hablarle a la afición: “Xalapa ha sido el mejor lugar para jugar en toda mi vida. A nombre de todos mis compañeros, agradezco al gobernador, al eector y al secretario de Educación por ayudarnos a traer este presente a la gente de Xalapa”. En tanto, Arias Lovillo fue breve: “Somos campeones y seguiremos siendo campeones”.

¡UV, UV, UV, UV…UV, UV!
Para los Halcones fue apenas su tercer año en la LNBP, la segunda vez que terminó como líder de la liga en casi todos los departamentos, la segunda vez en que se coronaron campeones de la Zona Sur, la segunda final y el primer campeonato absoluto.

Temporada regular de 40 juegos: 32 ganados, 8 perdidos, 4 067 puntos anotados, 3 670 recibidos. En postemporada, 15 ganados, uno perdido: limpia en tres juegos a Barreteros de Zacatecas en la primera fase; barrida en cuatro juegos a los Tecos de la UAG en la semifinal de zona; 4-0 en la serie contra Lechugueros por la final de la Zona Sur, y una final de cinco juegos contra Lobos.

Willy Pagán, Ray Rodríguez, Daniel Atteberry, Enrique “Palmita” González, Sam Bowie, Víctor Mariscal, Néstor Hernández, Rogelio Salcido, Cleotis Brown, Levit Amaya, Roberto González, Víctor Ávila, Omar López y el coach Ángel González trajeron, luego de 70 años, un campeonato a Xalapa y motivaron una celebración que seguramente no tuvo el Club Ocampo, campeón xalapeño de la Liga Mexicana de Besibol en 1926.


En tres temporadas, los Halcones de la UV remontaron 79 años sin gloria para Xalapa
En julio de 2003, la prensa local recibió con cierto escepticismo la noticia. Después de 40 años sin baloncesto profesional en Veracruz, los Indios de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez se mudaron de domicilio y nombre, y Xalapa se convirtió en la sede de una de las entonces 16 franquicias de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional: los Halcones de la Universidad Veracruzana.

En pretemporada, el primer equipo de Halcones se presentó enfrentando a la Selección Nacional Universitaria. Ray Rodríguez y Enrique “Palmita” González encabezaron el roster de jugadores mexicanos, mientras que los primeros extranjeros fueron Mike Thompson y Don Harrison.

A pesar de un inicio de campaña incierto, los Halcones rápidamente conquistaron a la afición xalapeña por su juego vertiginoso y espectacular. Tiros de tres, cortesía de Ray, del delantero Pepe Escobedo y del centro Octavio Robles, se sucedieron a las espectaculares clavadas de los extranjeros que finalmente se quedaron en la quinteta veracruzana: Dana White, Lataryl Williams y Andreé Laws.

Dirigido desde el principio por Ángel González, el equipo llamó la atención del país cuando en la fecha 18 de la temporada 2003 le quitaron el invicto a Fuerza Regia de Monterrey. Liderados en todos sentidos por Laws, los Halcones siguieron con su paso decidido hasta los playoff, a los cuales llegaron como sexto lugar de la tabla general, la mejor defensa, el segundo lugar como local, además de que en el camino batieron al campeón y subcampeón de la temporada anterior.

Mientras la afición se convertía en una de las mejores del país, a decir de los equipos visitantes, los Halcones batieron en la primera ronda a los Cometas de Querétaro y forzaron la serie de semifinales al séptimo y decisivo juego frente a las Panteras de Aguascalientes, pero cayeron en el último partido ante los que resultaron campeones y, finalmente, obtuvieron el tercer lugar de la liga.

2004, a un paso de la victoria
En la temporada 2004, al equipo se integró Víctor Ávila, seleccionado nacional y compañero del jugador de la NBA, Eduardo Nájera, en el equipo colegial Sooners de Oklahoma, y Samuel “Showtime” Bowie, quien alguna vez estuvo con los Toros de Chicago de la NBA.

En la cancha del Gimnasio Universitario, los Halcones fueron imbatibles y cerraron la temporada como locales invictos en 20 juegos, la mejor ofensiva y la mejor defensiva, y el primer lugar de la tabla general, con sólo cuatro derrotas fuera del Nido del Halcón en Xalapa. Batieron sin problemas a los Coras de Tepic, para después imponerse a la Ola Roja del Distrito Federal, uno de los equipos físicamente más duros y desgastantes de la Liga.

Los Lechugueros de León defendían la corona de la Zona Sur, pero los Halcones los vencieron; de esta manera, llegaron a la disputa por el campeonato nacional contra los Santos Reales de San Luis Potosí, quienes, al final de la serie, forzaron a dos tiempos extra el sexto juego y le ganaron la corona de la liga a los de la UV por un punto.

2005, año del Halcón
En enero de 2005, los Halcones recibieron la Copa Xallapan, premio otorgado a lo mejor del deporte xalapeño, y nació una nueva franquicia universitaria en el puerto de Veracruz: Halcones UV Veracruz. Mientras en el puerto se conformaba un equipo duro y aguerrido bajo la tutela del coach José Luis “Satanás” Arroyos, en Xalapa el entrenador Ángel González tenía que encarar el compromiso de conquistar el campeonato que se fue de las manos el año anterior.

Andrée Laws y Dana White tuvieron que dejar el equipo. Esto forzó a una renovación completa de la escuadra xalapeña: llegaron Cleotis Brown y Larry Florence y los seleccionados nacionales Omar “Bam Bam” López y Víctor Mariscal.
Había comenzado ya la temporada cuando Dana White regresó y alcanzó a imprimirle un nuevo ritmo a la quinteta. Sin embargo, una vieja lesión lo separó nuevamente de los Halcones y su lugar fue ocupado por el boricua Wilfredo Pagán. Bowie y Brown se alternaron como líderes anotadores en el equipo, la defensa mantuvo en constante rotación a “Palmita”, Ávila y “Bam Bam” López, y Mariscal disputaba con Bowie y Ray Rodríguez el liderazgo de los tiros de tres.


Los campeones arribaron a la Plaza Lerdo, donde fueron recibidos por el gobernador Fidel Herrera, entre otros funcionarios de los gobiernos estatal y municipal, y cerca de cuatro mil aficionados.
Los Halcones llegaron a la disputa por el campeonato de 2005 contra Lobos de la Universidad Autónoma de Coahuila como la mejor ofensiva de los playoff –con promedio de 107.7 puntos por partido– y con marca de 11 juegos ganados y cero perdidos.

El primer juego fue fácil para la UV, con 13 puntos de diferencia en el marcador.
Sin embargo, la noche siguiente, los Lobos forzaron a los Halcones a un juego ríspido, de alta tensión en la duela y la tribuna, y por dos puntos de diferencia se llevaron el segundo juego. La serie viajó a Saltillo con los cartones a uno por bando y altas expectativas de que los Lobos hicieran valer su condición de monarcas de la Zona Norte, pero la historia fue otra.

Los juegos de sábado y domingo fueron para los Halcones por seis puntos de diferencia cada uno. Con poca afición en las gradas, el partido del lunes por la noche ni siquiera alcanzó a terminar. En el cuarto periodo, un conato de bronca entre los jugadores hizo que mucha gente entrara a la cancha y, aunque faltaba un minuto y 35 segundos para terminar, los árbitros pitaron el final del encuentro por falta de garantías en la duela y pusieron fin a 79 años sin gloria para un equipo profesional xalapeño.