Octubre-Diciembre 2005 , Nueva época No. 94-96
Xalapa • Veracruz • México
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No es tóxica, es biodegradable y más barata
Crea UV pintura ecológica a base de suero de leche

Edith Escalón

Es económicamente viable producirla de manera industrial: estudiantes
 

Para brindar una alternativa ecológica al uso de pinturas comerciales altamente contaminantes para el medio ambiente y tóxicas para el ser humano, estudiantes de Ingeniería Química de la Universidad Veracruzana (UV) crearon una pintura biodegradable a base de suero de leche, harina, colorantes orgánicos y otros componentes naturales, que resulta más económica y, a diferencia de las comerciales, no afecta la salud.

Su producción industrial es químicamente factible y económicamente asequible, según demuestran estudios de mercado, análisis técnicos y análisis de riesgo que fueron presentados, junto con el producto, en el Primer Foro Tecnológico de Ingeniería Química y Ambiental, que se realizó en la Facultad de Ingeniería de la UV, campus Xalapa.

Las pinturas a base de aceite, thinner, solventes, colorantes y algunos tipos de recubrimientos y lacas constituyen el 60 por ciento de los desechos peligrosos que se arrojan al ambiente, pues su pigmento está, por lo general, fabricado con materiales pesados como el bióxido de cadmio y de titanio, según señala la investigadora investigación realizada por las químicas universitarias.

En cambio, la pintura que han creado las alumnas está elaborada con suero de leche (como elemento base), al que adicionan cal, harina de trigo, fécula de maíz, aceites vegetales, así como pigmentos orgánicos y colorantes naturales extraídos del betabel, jamaica, flor de muerto, hojas, zanahorias y otros vegetales; así, tanto su producción como su aplicación resultan inofensivas para el medio ambiente y para la salud humana.

Además, según los estudios químicos realizados por las universitarias, la pintura ecológica tiene las mismas propiedades que las comerciales hechas a base de aceite o agua, como el poder para cubrir, la intensidad de color, la adherencia, la facilidad de aplicación y la durabilidad. «Lo único que cambia la pintura ecológica son sus efectos», aseguró Ariza del Moral Dorantes, integrante del equipo creativo.

Explicó que las pinturas comerciales son tóxicas desde su elaboración, pues implica el uso de contaminantes devastadores, como el bióxido de titanio, que en este proceso genera un desecho líquido que contiene ácido sulfúrico, metales pesados e hidrocarburos clorados; además, al momento de aplicarlas, los contaminantes que contienen penetran en el organismo por inhalación y, por tanto, afectan la salud, provocando dolor de cabeza, mareos, náuseas, fatiga, piel seca, irritación de ojos, congestión de fosas nasales y tos, dijo Mireya Carballo Dorantes, otra de las estudiantes.

Ambas coincidieron en que el uso del suero en la pintura ecológica representa una ventaja en dos sentidos: «La disponibilidad del suero de leche es una de las principales, pues de cada 10 litros de leche para queso, seis son de suero, pero, además, evitaría la contaminación del agua, ya que generalmente es desechado en el drenaje sin darle un uso que beneficie a los productores económicamente».

Por otra parte, la pintura ecológica es ideal para utilizarla en el recubrimiento de juguetes y artículos de consumo para niños, que no pueden ser teñidos con pinturas, tintas, barnices, lacas ni esmaltes de agua o de aceite vegetal que contienen compuestos de plomo, según lo señala la Norma Oficial Mexicana.

A esta ventaja hay que añadir su precio, pues de acuerdo con el estudio económico del proyecto, aun considerando los costos de producción, venta, distribución y transporte, el precio final por litro sería inferior al de las pinturas comerciales: “Ésta es una de las razones por las que consideramos que es conveniente invertir en una empresa que produzca industrialmente esta pintura ecológica”, comentaron Julio César Hernández Ortiz y Guadalupe Verónica León Martínez, los otros miembros del equipo.

Hay que mencionar que la idea de regresar al uso de elementos naturales para elaborar pigmentos la retomaron de las pinturas rupestres, las cuales han perdurado durante más de 20 000 años. Algunos de estos dibujos eran monocromáticos y pintados con óxidos de hierro naturales, ocre o rojo, y otros usaban colores hechos con cal, carbón vegetal, ocres amarillo y rojo y tierra verde (ocre verde).