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Financian
organismos de Estados Unidos el proyecto de Educación para
la Salud
Edith
Escalón
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Con este proyecto, comunidades de diversos
municipios contarán con información sobre salud comunitaria,
prevención y tratamiento de Sida, tuberculosis, higiene,
sanidad, nutrición y primeros auxilios.
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Según
estimaciones oficiales, en México más de 80 por ciento
de las personas que tienen el Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (Sida) aún no lo sabe. La incidencia de la llamada
enfermedad del siglo ha ido más allá de los sectores
tradicionales de riesgo y se ha extendido a poblaciones que, en muchas
ocasiones, no saben siquiera de la existencia de esta enfermedad.
Su contagio se ha convertido en una sentencia de muerte y la única
forma de luchar en su contra es mediante la prevención. Para
ello, se han desplegado múltiples modelos. Uno de ellos ha
hecho que el trabajo de la UV se |
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Brigadistas
son capacitados por Gabriela Briceño, coordinadora del curso
sobre prevención del Sida, en la Casa de la Universidad, en
la comunidad de Coyopolan. (Foto: César Pisil) |
reconozca tanto en el país como en el extranjero, y que su
propuesta de vinculación y compromiso social se considere como
un modelo a seguir.
Por ello, el proyecto Educación para la Salud que lleva a cabo
mediante las Brigadas Universitarias en Servicio Social (buss) desde
octubre de 2001, ha logrado el apoyo internacional. En su financiamiento
concurren Maricopa Community Colleges (mccc) y la Agencia Internacional
de Desarrollo de los Estados Unidos (usaid).
El programa Educación para la Salud incluye varias acciones,
entre las que destacan la capacitación de brigadistas en nuevos
temas de salud comunitaria y la elaboración de materiales didácticos
para prevención y tratamiento del Sida, tuberculosis, higiene,
sanidad, nutrición y primeros auxilios. Los materiales se llevan
a las comunidades donde están las brigadas, para ser entregados
a los residentes locales, al tiempo que se les brinda información
mediante charlas, presentaciones y entrevistas personales.
Aunque inicialmente el proyecto estaba planeado para desarrollarse
a lo largo de un año, la uv considera solicitar una extensión
para seis meses más. Al respecto, Bertha Landrum, representante
de mccc, comentó: Al darnos cuenta cómo se ha
desarrollado el proyecto, las posibilidades de lograr la extensión
son muy altas; de hecho, tenemos ciertos recursos que todavía
están disponibles y podemos utilizarlos en la comunidad.
Francisco Marmolejo, evaluador del proyecto y representante del Consorcio
para la Colaboración de la Educación Superior en América
del Norte (Conahec), luego de una visita de evaluación a la
Casa de la Universidad en Coyopolan, reconoció que el trabajo
universitario ha sido verdaderamente impresionante, se nota
que la uv está multiplicando los recursos. También
se mostró convencido de que el trabajo comunitario de la uv
es un verdadero ejemplo a seguir, pues tiene muchas posibilidades
de ser replicado tanto en comunidades veracruzanas como en otras partes
de México y del mundo.
Cabe mencionar que sus comentarios no se limitaron al programa de
educación para la salud, sino a todo el sistema de vinculación
social de nuestra casa de estudios y especialmente al trabajo de campo
de los brigadistas universitarios: El hecho de que haya un cambio
en los muchachos, en su percepción del compromiso social para
con los grupos más desprotegidos, me parece el mayor beneficio
que pueden otorgar este tipo de experiencias.
Apoyo del Cenati al proyecto
Para apoyar los objetivos del proyecto, Bertha Landrum y Mario Fernández
de la Garza, director de Vinculación General de la uv, recurrieron
al Centro de Atención Integral para la Salud del Estudiante
Universitario de la uv (Cenati), el cual capacita a los brigadistas
y evalúa y adapta el material para distintos niveles didácticos
y de lectura.
Según Gabriela Rodríguez Bri-seño, coordinadora
del curso de prevención del Sida, el Cenati funge como
una instancia de apoyo en este proyecto, ya que utiliza sus recursos
humanos para la capacitación de los brigadistas universitarios
en temas relativos a prevención de enfermedades de alto riesgo,
como el Sida y la tuberculosis.
El proyecto y las instituciones participantes buscan incrementar la
información que los integrantes de las comunidades poseen en
torno a estas enfermedades, ya que desde hace cinco años ha
habido un incremento notable de casos de Sida y de otras enfermedades
en comunidades, además de que se han detectado brotes en grupos
que anteriormente estaban al margen de la infección. El
aumento en migrantes, por ejemplo, es considerable: ellos migran,
tienen prácticas de riesgo en otros lugares, regresan a la
comunidad y continúan con sus prácticas de forma normal
sin saber que están infectados, generando cada vez más
contagios, comentó.
Los
trabajos de salud comunitaria se llevan a cabo en 20 de los 46 municipios
en que operan las Brigadas Universitarias en Servicio Social (buss),
como Tatatila, San Andrés Tlalnehuayocan, Tlaltetela, Puente
Nacional, Chicon-quiaco e Ixhuacán de los Reyes.
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