al
fotoperiodista Rodrigo Moya, quien desde 1995 y durante años
se dedicó a la fotografía en solitario, casi de
manera clandestina.
Este festival fotográfico, que se realizó tanto
en Xalapa como en el puerto de Veracruz, se ha constituido como
un espacio de convergencia para fotógrafos, críticos,
curadores y estudiantes, pues ofrece la oportunidad de conocer
el quehacer de otros y de mostrar el propio, intercambiar ideas
y establecer relaciones con quienes comparten un mismo interés.
Diversas fueron las exposiciones montadas en Xalapa, entre ellas:
Fuera de Moda, de Rodrigo Moya; Calles imaginarias, de Yolanda
Andrade; Luces de raíz negra, de Manuel González
de la Parra, Salón internacional de invitados, muestra
donde compartieron espacio numerosos artistas de diversas latitudes,
estilos y trayectorias, como Víctor Anderson, Julio César
Asencio, Alberto Contreras, Peter Frey, Gerardo García,
Iñigo Hageman, Cynthia León, Susan Luna, Naim Manzanilla,
Daniel Mendoza, Luanda Smith, Lourdes Valdés, Goran Micerski
y Gustavo Nacht; y la colectiva de los integrantes del grupo Fotoapertura:
Ricardo Cotera, Miguel Fematt, Manuel González, Carlos
Lamothe y Rosa María López.
La galería Marie Louise Ferrari albergó ¡No,
mínimo, no?, instalación ideada por Danilo Veras,
Carlos Converso, Carlos García y Andrea Seidel, mientras
que en la Pinacoteca Diego Rivera se expuso Presencias, de Gilda
y Fernanda Roel. Fragmentos, de Gerardo Landa, se montó
en El Ágora de la Ciudad, espacio que también albergó
la muestra Complejo de cenicienta, de Marina Rosado. Enrique Betancourt
presentó en la usbi su trabajo titulado Macrografías.
También Alberto Flores Varela y Mariana del Campo exhibieron
Así era Monterrey y Demasiada información, respectivamente,
en tanto que Miguel Ángel Acosta, Manuel González,
Arturo Hernández, Adrián Mendieta, Fernando Meza
y Miguel Ángel Quijada, miembros del Instituto de Artes
Plásticas de la uv, presentaron la exposición colectiva
Mujer.
El puerto de Veracruz fue otro de los sitios en que se difundió
la labor de fotógrafos y artistas de la lente. Con la curaduría
de Rosa María López, los alumnos de la Facultad
de Artes Plásticas expusieron una muestra colectiva en
la Fototeca, recinto en el que además se montó El
espacio de lo diverso, exposición colectiva de fotógrafos
oaxaqueños. Alejandro Castellanos, director del Centro
de la Imagen y curador de esta exposición, explicó
que la intención de esta serie integrada por el trabajo
de 18 fotógrafos fue conjugar una visión sobre
la fotografía contemporánea en Oaxaca.
Asimismo, la Casa Principal recinto del Instituto Veracruzano
de la Cultura, Ivec abrió sus puertas al público
para presentar la instalación La Curva, de Carlos García,
la muestra Nueva Fotografía Colombiana y Vietnam 30 años
después, del fotógrafo estadounidense Craig Barber,
quien estuvo en las filas del ejército estadounidense durante
la guerra de Vietnam, y 30 años después regresó
sobre sus pasos al país asiático para captar las
imágenes de su memoria.
Exposiciones,
proyecciones, conferencias y otras actividades
Con el fin de diversificar la oferta que Junio Mes de la Fotografía
brindó, se realizaron actividades alternas a las exposiciones,
como la presentación del número 54 de la revista
Cuartos-curo con la presencia de su director Pedro Valtierra;
la fiesta electrónica encabezada por el músico Alejandro
Aznavwrian; la conferencia (y visita guiada) sobre la exposición
Nueva fotografía colombiana, ofrecida por el curador Jorge
Rodríguez; la visita guiada por Yolanda Andrade a la exposición
Calles Imaginarias, y la revisión de portafolios a cargo
de Pedro Valtierra, Milarka Koprivitza y Jorge Rodríguez.
Por otro lado, se llevó a cabo una serie de conferencias
que ofrecieron diversos especialistas como Loreto Garza,
directora de la Fototeca de Nuevo León, Craig Barber, fotógrafo
estadounidense, y Cecilia Larrabure, curadora de Perú,
y se presentaron los libros Pasión Mexicana, de Yolanda
Andrade, y Veracruz: la elevación de un puerto. Las proyecciones
de la película Los últimos zapatistas, de Francesco
Taboada, del video homenaje a Mariana Yampolsky, elaborado por
el Canal 22, y de una muestra de audiovisuales realizados por
alumnos de la Facultad de Artes Plásticas de la uv, también
integraron el vasto programa del festival que llenó de
imágenes las dos principales ciudades veracruzanas.
Para ello, los organizadores aprovecharon los diversos recintos
de exposición con los que cuentan Xalapa y Veracruz, entre
ellos las galerías de la Universidad Veracruzana, el Instituto
Veracruzano de Cultura (Ivec) y El Ágora de la Ciudad,
espacios privados como la Galería Marie Louise Ferrari
y el restaurante La Sopa, las calles e incluso el ciberespacio,
pues a través de Internet se convocó para participar
en la muestra titulada Enl@ce fotográfico.
Junio Mes de la Fotografía en Xalapa nació en l990
con la idea de traer a esta ciudad a los principales autores mexicanos
y extranjeros para exponer sus últimos trabajos, conocerlos
personalmente, ponerlos en contacto con los estudiantes de fotografía
de la Universidad Veracruzana y promover un movimiento fotográfico
descentralizado. Sus organizadores, integrantes del grupo Fotoapertura,
consideran que hasta ahora han alcanzado grandes metas, al trabajar
en estrecha colaboración con instituciones de gran prestigio
como el Centro de la Imagen. La idea final de este encuentro es
promover a los fotógrafos de Xalapa y crear todo un contexto
para exhibir, publicar y discutir el arte de la fotografía.
Fuera
de Moda, de Rodrigo Moya, inauguró el festival
Presenciar Fuera de moda, la exposición que Rodrigo Moya
presentó en Xalapa, fue como abrir una Caja de Pandora
de la que emergen imágenes que se quedaron atrapadas en
el tiempo: el Che Guevara, Celia Cruz, Diego Rivera, Siqueiros,
Pablo OHiggins, Gabriel García Márquez, Emilio
El Indio Fernández, Manuel Álvarez Bravo
y cientos de personajes anónimos, cuyos retratos documentan
básicamente movimientos sociales, emociones cautivas, denuncias
silenciadas y fracciones de segundo robadas a la vida.
De los miles de negativos que quedaron olvidados por un cuarto
de siglo en polvorosas cajas de cartón, el fotógrafo
también editor, escritor, buzo y jardinero- seleccionó
los que detonaron los motores de su memoria y conformaron posteriormente
esta muestra que marcó el inicio de Junio Mes de la Fotografía
en Xalapa.
Gracias a Fuera de Moda, el autor, como un espectador más,
se encontró por vez primera con sus imágenes montadas,
aquéllas que permanecieron guardadas durante más
de 30 años, desde 1968, cuando se retiró del mundo
de la información gráfica: Los negativos aparecieron
en cajas cuando me fui a vivir a Cuernavaca; era como abrir la
Caja de Pandora de la que salía gente de todo tipo, muertos
y vivos.
En esta muestra, intelectuales, militantes, políticos y
artistas se mezclan sin revolverse con personajes
urbanos que no quedaron en el anonimato y celebridades sin tiempo
como el vendedor de barbacoa, el roto, el pachuco, la mujer pía...
rostros en los que Moya encontró lo especial:
Fue muy emocionante fotografiar celebridades, pero también
fotografiar a la gente humilde. No es popu-lismo, pues yo estuve
muy cerca de los movimientos sociales de la época, me interesó
mucho la vida de los mexicanos anónimos y traté
de captar-los con un poco de belleza agregada.
Rodrigo Moya quien se presenta como ex fotógrafo,
ex periodista, ex editor, ex impresor, ex buzo, ex joven, poeta,
cuentista, comunista y bohemio en general inició
su labor de fotoperiodista en 1955, quehacer que ejerció
en un breve pero intenso paso por el periodismo de la época.
Como pocos, se resiste a ser llamado artista y niega que la fotografía
documental pueda sacudir siquiera un centímetro
a la humanidad anes-tesiada por la apabullante imaginería
frívola que hoy invade todo espacio. Sin embargo, la intensidad
de sus imágenes demuestra que el enfoque realista y documental
a pesar del embate actual contra una visión social
y humanista de la realidad puede emocionar por el equilibrio
entre calidad plástica y veracidad.
En
Veracruz, fotografías de Craig Barber
Después de tres décadas, el fotógrafo estadounidense
Craig Barber, regresó a Vietnam para captar con su lente
las imágenes del país asiático en el que
permaneció durante la guerra. Con el rompecabezas de su
memoria armado conformó la exposición fotográfica
30 años después, montada en Casa Principal del puerto
de Veracruz.
En la inauguración, Miguel Fe-mmatt comentó que
en una especie de exorcismo de recuerdos de guerra, de dolor y
de pena, que tuvo como preámbulo el psicoanálisis,
Craig Barber regresó a Vietnam, ya como fotógrafo,
y decidió registrar los escenarios por donde había
pasado.
Los medios técnicos utilizados por Barber para lograr sus
imágenes, señaló Fematt, fueron la cámara
este-nopéica y el paladio. La primera es una cámara
de cartón con un orificio, que fabricó él
mismo. El paladio es otra técnica fotográfica también
antigua, donde se utiliza un elemento químico llamado paladium
para sensibilizar papel de algodón. Él decidió
hacer esto por razones personales que tienen una lógica.
Como las cámaras estenopéicas necesitan exposiciones
muy largas, aunque haya gente, no aparecen en la impresión.
No detienes el movimiento, no detienes la imagen de la gente,
a menos que se quede estática mucho tiempo.
Sobre la técnica de paladio, Miguel resaltó la exquisitez
y cuidado que se debe tener en la aplicación del elemento
sensibilizador y en los negativos. Es similar a una técnica
japonesa, oriental. Barber lo encontró sintónico
con el problema de Vietnam, por eso optó por estas técnicas.
Hace cuatro años, Barber mostró por primera vez
el trabajo que se expone en 30 años después, en
una revisión de portafolios en Houston. Su éxito
ha sido tal, apuntó Femmatt, que ahora ya no tiene
tiempo libre. Para el público estadounidense estas fotos
tienen una carga emocional impresionante. Él trabaja su
técnica impecablemente, con tal dominio y control que logra
darle a su trabajo la carga emocional que quiere proyectar.
Luces
de raíz negra, de Manuel González
Con la muestra Luces de raíz negra, el fotógrafo
michoacano Manuel González de la Parra se sumó a
la celebración de Junio Mes de la Fotografía, de
la que es uno de los organizadores.
La exposición estuvo conformada por dos partes: la serie
realizada durante su estancia en Coyolillo (comunidad veracruzana
cercana a Xalapa cuya población es mayoritariamente negra)
y otra hecha en una visita a un pueblo ubicado entre los manglares
del sur de Colombia; ambas suman cerca de 100 imágenes,
de las cuales algunas no fueron expuestas por falta de espacio.
Para González de la Parra fue más sencillo el trabajo
hecho en México, ya que Coyolillo es un pueblo que no le
es extraño, forma parte de su país y vivió
en él durante dos años con el fin de tener un contacto
más real y profundo con los habitantes. Incluso, a él
regresa con frecuencia debido a la relación tan cercana
que guarda con varios de sus habitantes.
La otra parte de la exposición, informó, fue realizada
en 1999 durante un periodo de 45 días gracias
tanto a la invitación de una investigadora que está
involucrada en un proyecto francés, como a un convenio
celebrado con la Universidad Veracruzana: A lo largo de
mi corta estancia en Colombia tuve que trabajar de una forma muy
distinta porque soy muy tímido y lento, y esto me obligó
a ser mucho más audaz y a realizar las fotos en la primera
toma, pues no tenía tiempo de regresar a los lugares donde
ejecuté el trabajo. A pesar de las limitaciones, fue muy
interesante esta experiencia, y es aún más interesante
comparar ambos trabajos, el de México y el de Colombia,
ya que guardan diferencias y similitudes.
Manuel González de la Parra trabaja en el Instituto de
Artes Plásticas de la uv editando una revista de plástica
y literatura. Sus fotografías han ilustrado los guiones
de las películas Otilia Rauda y El coronel no tiene quien
le escriba. Entre sus proyectos planea editar el libro de la exposición
Luces de raíz negra, hacer un registro del manglar de Zontecomapan
y realizar una serie completa de la presencia negra en Veracruz.
Presentación
de la revista Cuartoscuro
Con la presencia de Rodrigo Moya, en el auditorio de Radio Universidad
Veracruzana fue presentada Cuar-toscuro, una de las más
renombradas revistas de fotografía en México. Su
número 54 contiene las imágenes inéditas
de Rodrigo Moya, homenajeado en el festival Junio Mes de la Fotografía
en Xalapa.
Cuartoscuro fue la primera agencia fotográfica mexicana
que publicó su propia revista, con un tiraje bimestral
de 10 mil ejemplares y una versión electrónica.
La revista tiene como objetivos difundir la fotografía
mexicana, ofrecer al lector imágenes de diversos géneros
que cumplan los requisitos de calidad técnica y valor estético,
informativo y/o documental, así como seguir la evolución
del movimiento fotográfico nacional e internacional.
Durante la presentación, Pedro Valtierra, director de la
publicación, comentó que el número 54 atrajo
fuertemente a los lectores, ya que durante sus primeros 15 días
de circulación se agotó en todo el país:
Eso indudablemente habla de la calidad fotográfica
de Rodrigo Moya, y a pesar de que sus