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Fusión
de música, danza y teatro
en el Festival Junio Musical 2002
Jorge
Vázquez Pacheco, Remedios Aguirre y Gina Sotelo
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Cerca
de un centenar de actividades, distribuidas en numerosos escenarios,
con extensión a las ciudades de Veracruz y Córdoba,
permitieron la adecuada exposición del arte generado en nuestra
entidad
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Una
gran fiesta cultural constituyó el Festival Junio Musical 2002
dedicado a la voz en esta ocasión, ya que, entre
otras actividades, ofreció ópera, zarzuela, conciertos
sinfónicos de música popular, música coral infantil,
cantos gregorianos, baile flamenco y danza contemporánea, además
de jazz, ritmos afroantillanos, fandangos jarochos, trova, rock, tango,
teatro infantil, mesas redondas y ciclos cinematográficos.
Cerca de un centenar de actividades, distribuidas en escenarios como
el Teatro del Estado, el Museo de Antropología de Xalapa (MAX),
el Casino |
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Con
un concierto de la OSX y el grupo Tlen Huicani, en el que se interpretó
música tradicional arreglada por Mateo Oliva, dio inicio el
festival Junio Musical 2002. (Foto: Luis Fernando Fernández) |
Xalapeño,
el Teatro J. J. Herrera, el Centro Recreativo Xalapeño, El
Ágora de la Ciudad, el Parque Xallitic, el Gimnasio Universitario,
la Iglesia de San José y la Galería de Arte Contemporáneo,
entre muchos otros, con extensión a las ciudades de Veracruz
y Córdoba, permitieron la adecuada exposición del arte
generado en nuestra entidad, con la intención de establecer
un foro anual para las manifestaciones de excelencia artística
y reforzar la imagen de Xalapa y de la Universidad Veracruzana como
sedes del festival de mayor importancia en el sureste mexicano.
La inauguración se realizó con un concierto de la Orquesta
Sinfónica de Xalapa (OSX), en el que se interpretó música
tradicional arreglada por Mateo Oliva, con certeza uno de los músicos
xalapeños que más aportaciones ha dado a la actividad
musical de la región. En el mismo, el grupo folklórico
Tlen Huicani participó con el estreno mundial de obra la Suite
huas-teca, del propio maestro Oliva. |
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Este
encuentro artístico estuvo dedicado a la voz humana, por lo
que entre las actividades principales destacó la puesta en
escena de la ópera Las bodas de Fígaro, de Wolfgang
Amadeus Mozart, en la que participaron la soprano María Luisa
Tamez, los barítonos Jesús Suaste y Genaro Sulvarán
y la mezzosoprano Encarnación Vázquez. La dirección
de esta obra, que se presentó por primera vez en Xalapa, fue
del experimentado José Solé y la iluminación
de Gui-llermo Barclay, mientras que la dirección musical estuvo
a cargo de Carlos Miguel Prieto.
Comentario aparte merece el homenaje que se otorgó a Luis Herrera
de la Fuente, artífice de la reestructuración en 1975
de la Orquesta Sinfónica |
Luis
Herrera de la Fuente, artífice de la reestructuración
de la OSX, fue homenajeado dentro del festival por su fructífera
labor artística. (Foto: Luis Fernando Fernández) |
de Xalapa, a la que elevó a las alturas que actualmente alcanza.
Herrera de la Fuente, con más de 80 años y casi 55 de
actividad artística ininterrumpida, es considerado el decano
de los directores de México. Él se encargó de
conducir a la osx, que interpretó la Sinfonía 41, conocida
como Júpiter, de Mozart y la Cuarta sinfonía
de Chaikovski.
El ballet también encontró un im-portante espacio en
este festival, con el espectáculo denominado Tres ballets de
Diaghilev, presentado en el Teatro del Estado con la participación
de las compañías de danza contemporánea Askenti
y Delfos y la Orquesta Sinfó-nica de Xalapa que interpretó
las obras Preludio a la siesta de un fauno, de Claude Debussy; La
consagración de la primavera, de Igor Stravinski, y El sombrero
de tres picos, de Manuel de Falla. |
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Cabe
destacar también la presentación de la zarzuela Luisa
Fernanda, de Federico Moreno Torroba, pues se trata de una obra importante
en el renglón de la música española para escena,
para lo cual se contó con la participación de la Orquesta
Sinfónica Juvenil de Veracruz, bajo la dirección del
maestro Antonio Tornero.
No podemos hacer a un lado las presentaciones que marcaron un hito
en la actividad de este festival y que se erigen por sí mismas
como acontecimientos que, sin ser tan promo-cionados, establecieron
parámetros que nos permitirán medir la trascendencia
de futuras experiencias. Una de ellas fue sin duda la audición
en la que el grupo de cámara Ad libitum, con la soprano |
Emotivo
fue el reencuentro de Luis Herrera de la Fuente con la OSX, durante
el festival Junio Musical 2002. (Foto: Luis Fernando Fernández)
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Ana
Luisa Méndez, presentó el Pierrot lunaire de Arnold
Schöenberg.
Se trata de una obra capital en el catálogo de este maestro
europeo, definitoria en sí misma de los nuevos derroteros que
habría de tomar la música del siglo XX, en la que el
autor utilizó todo lo que la tradición musical prohibió
desde tiempos inmemoriales. El sprachgesang canto hablado o
hablar cantado, glissandi en voz e instrumentos, trémolos
disonantes y sonoridades sin tonalidad definida fueron adecuadamente
resueltos por los instrumentistas.
La voz, como protagonista, estuvo presente en el Casino Xalapeño.
Enrique Salmerón, con la Camerata Coral de la Facultad de Música,
hizo escuchar un concierto para canto y guitarra; el tenor Romeo Ruiz
Albores y la pianista Edith Cervantes hicieron lo propio; mientras
que el bajo-barítono Víctor Vázquez y la pianista
Nonna Nassidze interpretaron un ciclo de lieder de Johannes Brahms.
Además, se presentaron la soprano Guadalupe Colorado, el guitarrista
Alfredo Macías y el trío Nosotros los pobres. |
Otra
serie de actividades fue organizada en el Ágora de la Ciudad,
espacio cultural en el que músicos como Raúl Ladrón
de Guevara, Claudia Corona y Patricia Castillo hicieron sonar las
notas del piano, en tanto que Ernesto Tarragó (violín)
y Laura Sosa (piano), el Trío Clásico de Xalapa, el
Ensamble Clásico de Guitarras y el tubista Eric Fritz se presentaron
durante las sesiones de música de cámara. Por otro lado,
también se realizó en ese recinto un ciclo de cine que
giró en torno a la música, además de un ciclo
de conferencias.
Los aficionados a la música popular encontraron en Junio Musical
una oferta digna de consideración. A los conciertos de las
orquestas de Música Popular, de Salsa de la UV y Moscovita,
a las audiciones de música jarocha, afrocaribeña y son,
y a los espectáculos de jazz con Betsy Pecanins, Margie Bermejo
y Joe Lewis, se sumó un |
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Mateo
Oliva recibió del rector Víctor A. Arredondo un reconocimiento
por su larga trayectoria en el ámbito de la composición
y dirección musical. Los acompañan Manuel Zepeda, director
de Divulgación Artística, y Carlos Miguel Prieto, director
titular de la OSX. (Foto: Luis Fernando Fernández) |
concierto
con el trovador cubano Pablo Milanés, en el Gimnasio Universitario,
escenario que también sirvió para despedir el Festival
Junio Musical en la ceremonia de clausura que congregó a cerca
de 2 600 personas y a innumerables grupos y artistas como la Orquesta
Universitaria de Música Popular, el Ballet Folclórico
de la uv, Tlen Huicani, la soprano Isabel Guzmán y el tenor
Armando Mora. |
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Música
mexicana en el concierto de inauguración
Con el Teatro del Estado ocupado en su totalidad, la Orquesta Sinfónica
de Xalapa y el grupo Tlen Huicani interpretaron, bajo la dirección
de Carlos Miguel Prieto, los arreglos e instrumentaciones de Mateo
Oliva para la música tradicional de varios estados del país,
en una hilación sorprendente que Oliva facturó mediante
dos suites denominadas Mosaico nacional.
Fue ocasión propicia para la primera interpretación
de la Suite huasteca, que integra varios de los sones más representativos
de esta región y que el maestro de Naolinco orquestó
echando mano de toda su experiencia. En medio de este |
Con
un gran elenco se presentó la ópera Las bodas de Fígaro,
de Wolfgang Amadeus Mozart. (Foto: Luis Fernando Fernández) |
homenaje,
el rector Víctor A. Arredondo entregó un reconocimiento
al maestro Oliva por su larga trayectoria en el ámbito de la
música, con lo que la uv saldó parte de la deuda con
quien le dedicó casi la totalidad de su periplo creador. Al
finalizar, el grupo Tlen Huicani hizo escuchar los sones jarochos
que tanta admiración han reportado a Oliva en lugares como
San Bernardino, California.
El talento de Oliva le ha permitido cubrir con su actividad, en el
renglón musical, el último tercio del siglo xx en Veracruz,
como fundador y director durante más de dos décadas
de la Orquesta Universitaria de Música Popular, como director
cofundador de la Camerata Juvenil de la sec (hoy Orquesta Sinfónica
Juvenil de Veracruz), y como director de la Banda Sinfónica
del Gobierno del Estado. Además, como arreglista y compositor
ha abarcado prácticamente todos los renglones de la actividad
musical, incluyendo la dirección de ópera y la creación
de música para teatro. Actualmente, jubilado y sin las presiones
propias del trabajo rutinario, Oliva se ha entrega del todo a la composición
y a la realización arreglos de música mexicana y veracruzana. |
Por
su parte, Tlen-Huicani, dirigido por el maestro Alberto de la Rosa,
se ha constituido como el grupo embajador de la música veracruzana
y del son jarocho. Sus integrantes se han entregado totalmente al
estudio, la investigación y la difusión de la música
de nuestro estado, a la vez que su repertorio se nutre de las experiencias
recogidas en numerosos países que han visitado.
Huéspedes frecuentes en los festivales de mayor renombre internacional,
a los músicos del Tlen-Huicani les resulta más sencillo
enumerar los lugares que no han visitado.
Formado desde 1973, a la fructífera labor de este conjunto
se debe también una buena parte del auge que la música
jarocha registra entre las nuevas generaciones. Se asegura que gracias
a esta agrupación Xalapa se ha convertido en la capital nacional
del arpa |
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La
soprano Claudia Montiel y los tenores David Robinson y Armando Mora
durante su actuación en Luisa Fernanda, zarzuela del compositor
Federico Moreno Torroba. (Foto: Eduardo Zappa) |
tradicional,
a la vez que son cada vez más numerosos los estudiantes extranjeros
que arriban a esta ciudad para perfeccionar sus conocimientos y técnica
en la ejecución de los instrumentos.
Por
primera vez en Xalapa, Las bodas de Fígaro de Mozart
Un elenco de primera magnitud se reunió para la representación
en Xalapa de la ópera Las bodas de Fígaro, del genio
de Salzburgo, Wolfgang Amadeus Mozart, interpretada por la Orquesta
Sinfónica de Xalapa, bajo la dirección del maestro Carlos
Miguel Prieto. La obra de referencia, ubicada indudablemente como
una de las máximas realizaciones en el campo del arte lírico
universal, fue estrenada en 1786, casi cinco años antes de
la muerte de su autor.
El elenco estuvo integrado por el barítono de Coatzacoalcos,
Genaro Sulvarán, quien encarnó al Conde de Almaviva,
un personaje donjuanesco y enamorado incorregible, esposo de la condesa
Rosina (papel interpretado por la soprano María Luisa Tamez),
a la que atormenta con sus frecuentes infidelidades.
El argumento, basado en una comedia de Pierre Caron de Beau-marchais,
fue adaptado por Lorenzo Da Ponte para el drama cómico de Mozart,
en el que se da una sucesión vertiginosa de escenas chuscas
y confusas. La historia se desarrolla hacia mediados del siglo xvii,
en las cercanías de la ciudad de Sevilla. A grandes rasgos,
nos narra las peripecias ocurridas en la corte, donde los amoríos
se disparan en todas direcciones. El conde ama a Susana, pero ella
se casará en breve con el criado Fígaro. A su vez, Cherubino
ama a todas las mujeres, pero esencialmente a la condesa, por lo que
el conde decide retirarlo de su corte. Las mujeres darán una
buena lección al conde Casanova y planean una cita a la que
teóricamente asistirá Susana, pero en realidad irá
la condesa disfrazada.
Por su lado, Fígaro se encuentra en apuros, pues Marcelina,
el ama de llaves, le prestó tiempo atrás una fuerte
cantidad de dinero con la promesa de que deberá casarse con
ella, en caso de no saldarla. Ha llegado el momento de liquidar tal
adeudo, en efectivo o con matrimonio, pero una circunstancia inesperada
se deriva: Fígaro es, ni más ni menos, hijo de Marcelina.
El enredo se complica, mientras se planea el engaño hacia el
conde. Después de la vergüenza de encontrarse con su esposa
en una cita supuestamente clandestina, viene el perdón y todo
se resuelve satisfactoriamente. Susana se casará con Fígaro
y se restablece la tranquilidad; al menos por el momento
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Participaron
también la soprano Lourdes Ambriz, como Susana, la camarera
de la condesa; la mezzo-soprano Encarnación Vázquez,
como el paje Cherubino; Luz Haydée Bermejo, como el ama de
llaves Marcelina, y el barítono Jesús Suaste, en el
papel del astuto criado Fígaro. Además, actuaron los
cantantes xalapeños Guadalupe Colorado, Esaú Molina,
Víctor Manuel Filobello y Agustín Sedas, con el Coro
de la uv y la Pequeña Cantoría. La dirección
escénica fue de José Solé, la iluminación
de Guillermo Barclay, mientras que la coreografía, de Daniel
Acevedo, fue ejecutada por los integrantes de Veradanza.
Luisa
Fernanda, la experiencia de la zarzuela en Junio Musical
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Entusiasta
fue la participación del público que se congregó
en diversos foros de la ciudad durante el festival Junio Musical 2002.
(Foto: Luis Fernando Fernández) |
La
inventiva ha sido un factor medular en la realización del festival
Junio Musical. Esto se constató nuevamente con la puesta en
escena de la zarzuela Luisa Fernanda, del compositor español
Federico Moreno Torroba. Además de la participación
de un buen elenco y de un conjunto sinfónico que funcionó
de forma por demás acertada, se hace necesario resaltar la
eficiencia de un trabajo escenográfico que, sin grandes pretensiones,
cubrió adecuadamente las exigencias propias de la representación
de esta obra.
La producción, realizada totalmente en Xalapa, se alejó
del todo de los adornos churriguerescos acostumbrados, para funcionar
específicamente en pro de proporcionar la idea del ambiente,
ubicado en la ciudad de Madrid hacia la segunda mitad del siglo xix.
Desde este ángulo, la escenografía para Luisa Fernanda
cumplió con creces.
En lo que al elenco respecta, el papel de Luisa Fernanda fue desarrollado
con suficiencia por la mezzo soprano Carla López Speziale,
a la vez que el tenor David Robinson cumplió adecuadamente
con el papel del militar Javier, el novio de la aldeana que da nombre
a la obra. Mención aparte merecen las cualidades de la soprano
Claudia Montiel en el papel de la Duquesa Carolina, así
como la presencia escénica y el poderío vocal de Armando
Mora (Vidal, el labriego extremeño pretendiente de Luisa Fernanda),
quien de nueva cuenta comprobó que los excelentes comentarios
que sus actuaciones han despertado en la prensa especializada nacional
e internacional no son producto de la casualidad. Pero la zarzuela
es también actuación y diálogos hablados. Como
renglón menor en el género lírico,
contiene pasajes destinados del todo a la actividad escénica
sin música, y es aquí en donde lució fluida
y espléndida Isabel Guzmán, quien recreó
a una Mariana incisiva, mordaz y hasta autoritaria. Félix Lozano,
con su descocado revolucionario Aníbal, también mereció
el reconocimiento del público asistente (una sorpresa escucharle
cantar), mientras que Clarita Mora, Chucho Ruiz y Serafín Rodríguez
aportaron lo mejor de su talento para redondear la velada. |
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Es
necesario dedicar líneas adicionales a Antonio Tornero. Eficiente,
capaz y conocedor de los terrenos que pisa, hizo sonar a la Sinfónica
Juvenil de Veracruz como pocas veces lo ha hecho. Es evidente que
con Tornero, director titular de la orquesta, el conjunto adquiere
otra dimensión, su sonido se torna más asentado y el
ensamblaje de sus secciones se manifiesta de mejor forma.
La puesta en escena de Luisa Fernanda fue un tentaleo fructífero;
fue la incursión hacia la música española que
nos mostró los alcances del talento xalapeño en obras
tan desconocidas como atractivas para el gran público, con
un coro empeñoso y capaz, al igual que los actores complementarios
y todos los involucrados, desde solistas cantantes hasta costureras,
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Como
La Corte de los Milagros, de Juan Valdivia, numerosos grupos subieron
su talento al escenario de la plazuela del barrio Xallitic. (Foto:
Luis Fernando Fernández) |
iluminadores
y maquillistas. La respuesta del público nos hace suponer
que éste es apenas el primero de sucesivos títulos
zarzuelísticos que habrán de presentarse en Xalapa.
En
Xalapa, concierto de Pablo Milanés
Rodeado de un público visiblemente emocionado, Pablo Milanés,
músico cubano que se presentó en el Gimnasio Universitario
del Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte de la uv, anunció:
Hemos traído algunas canciones de nuestros dos últimos
discos, Días de gloria y Pablo querido. Me gustaría
hacer un breve recorrido por ellas, cantárselas y luego irrumpir
en ese repertorio un poco más conocido
y quizá
cantemos juntos. Pasemos una noche maravillosa, entre amigos.
Con su particular lenguaje, este músico hurgó en los
recuerdos y sentimientos de muchos de los asistentes al concierto.
El breve espacio en que no estás, Yolanda
y Años, las canciones de Pablo que han movido
el corazón y la conciencia de generaciones, fueron cantadas
por un público que le sigue desde hace años y por
quienes lo conocieron recientemente.
Fundador del movimiento de la nueva trova y uno de los compositores
que con precisión revitaliza la canción internacional
contemporánea, Milanés posee una de las voces más
versátiles dentro de la música popular cubana de todos
los tiempos. A la vez, constituye una de las figuras más
representativas de la música popular latinoamericana.
Su catálogo discográfico cuenta con 26 álbumes.
Su primer disco, Versos de José Martí (1973) recoge
los poemas del escritor cubano y los vuelve canción. Tal
es el caso de Pablo Milanés canta a Nicolás Guillén,
grabación de 1975 en la que Pablo canta a las caras del amor,
a la patria y a los idealistas.
A la fecha, ha realizado más de 90 giras internacionales
por países de América y Europa y ha compartido el
escenario musical con numerosas figuras como Chico Buarque, Caetano
Veloso, Mercedes Sosa, Víctor Jara, Joan Manuel Serrat, Guadalupe
Pineda, Tania Libertad y muchos otros exponentes de la canción
contemporánea internacional.
Luego de otorgarle al público Si ella me faltara alguna
vez, canción dedicada a Sandra, su compañera,
y otra composición para los cubanos que se encuentran dispersos
por el mundo, Pablo presentó a un joven cantante y compositor
cubano que descubrió en nuestro país: David Turrent,
con una influencia de Milanés, pero en búsqueda de
un estilo al que le invierte gran cantidad de energía, quien
compartió el escenario con Milanés y después
interpretó algunas de sus canciones.
De pie, el público despidió a Pablo Milanés
y no fueron pocos los que seguramente desearon tener la suerte de
volverlo a escuchar en el futuro.
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El
jazz sobre los escenarios de Junio Musical
Un intento de recuento del festival Junio Musical nos indica la dificultad
de tratar de entresacar lo mejor de una serie en la que todo resultó
importante y en la que se dieron momentos de enorme brillantez. Sin
embargo, es difícil ignorar numerosas actividades que por su
calidad despertaron el interés y el ánimo de quienes
las presenciaron.
Tal es el caso del concierto en el que dio a conocer su primer disco
compacto el grupo ConFusión, ensamble de jazz que surgió
como un intento del bajista Lucio Sánchez de consolidar los
renglones del jazz universitario junto con otros grupos como Jazz
entre Tres y la Big Band. Posterior a la |
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También
los especialistas en música se sumaron a la celebración
del festival artístico más importante del sureste mexicano.
(Foto: Luis Fernando Fernández) |
presentación
del trabajo discográfico, que estuvo a cargo de Guillermo Cuevas
y Luis Barria Meunier, ConFusión interpretó piezas de
Yek, Lucio, Jimi Hendrix y Miles Davis, entre otros.
Siguiendo con el género del jazz, Alejandro Corona presentó
los trabajos de composición e interpretación con los
integrantes del taller que él mismo dirige. Un jazz nítido,
de sono-ridades diáfanas, acentos mesurados y ejecución
facturada magistralmente, fueron los elementos que llamaron la atención
del público que se congregó para escuchar a ese trío
que logró un desempeño admirable. Alejandro Corona ha
participado con éxito en el panorama del jazz nacional desde
1968, y ha adquirido un prestigio como pianista y concertista desde
1974, al igual que como profesor de piano en la Facultad de Música
de la uv.
También resulta imprescindible destacar la combinación
de dos conjuntos, aparentemente disímbolos, que se combinaron
de excelente forma para presentar al público de la plaza Xallitic
su trabajo artístico: la Big Band y el grupo Son Luna, los
cuales fusionaron el jazz latino y la música jarocha. Tal fue
la unión que los músicos dejaron de ser los intérpretes
de la Big Band y Son Luna, para convertirse en ejecutantes de lo que
bien podría llamarse el nuevo son jarocho o la música
de grandes bandas jarochas.
El jazz también se escuchó durante la séptima
edición de Junio Musical con Sergio Martínez, el talentoso
arreglista y compositor xalapeño que condujo a su quinteto
de latin-jazz en una audición memorable. El grupo está
integrado por talentosos músicos egresados de la Facultad de
Música: Daniel Morín y Joel Barranco en los saxofones,
Aleph Castañeda en el bajo eléctrico y Renato Domínguez
en las percusiones. El propio Sergio Martínez interpretó
en el piano y fueron suyos los arreglos musicales.
Margie Bermejo, considerada una de las intérpretes más
destacadas de la música popular contemporánea de México,
también visitó Xalapa para presentar en el marco del
festival su nuevo disco, El canto extravagante, en el que pueden escucharse
tanto composiciones de Astor Piazzola, Liliana Felipe y Agustín
Lara, como poesía musicalizada de Xavier Villaurrutia, Octavio
Paz y Juan Rulfo, con música original de Dimitri Dudin. En
compañía del pianista ruso Dudin y del saxofonista Fernando
Acosta, Margie Bermejo interpretó en su espectáculo
El canto extravagante, canciones románticas, contemporáneas
y muy mexicanas, la mayoría asistida con ritmos de jazz y blues.
Otra de las noches de jazz inolvidables fue la que obsequió
Betsy Pecanins durante el concierto El verdadero lugar,
propuesta musical que estuvo integrada por temas como las migraciones,
las fronteras, la identidad y la mezcla de culturas. Al jazz se sumaron
el blues y la canción mexicana tradicional y contemporánea,
los cuales fueron interpretados por un grupo de músicos de
primer nivel, quienes hicieron sonar las notas de conocidas piezas
como La tequilera, Libro abierto, No
me amenaces y Canción mixteca, de autores
con reconocida trayectoria. Betsy Pecanins empezó a trabajar
profesionalmente como cantante y compositora en 1973, en Barcelona.
Desde entonces ha desarrollado una labor infatigable en los escenarios
y estudios de grabación, en colaboración constante con
artistas de distintas disciplinas. |
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Al
son de la música bailó Xalapa
Es necesario destacar también las actividades del festival
realizadas en algunos centros de diversión nocturna, espacios
culturales y en la plazuela del barrio de Xallitic, tanto por la calidad
de los espectáculos como por la cantidad de público
que en ellos se congregó.
La salsa y la trova se hicieron escuchar con la participación
de numerosos grupos como La Corte de los Milagros, de Juan Valdivia;
la Orquesta de Salsa, dirigida por Osvaldo Oliva, y la Orquesta Moscovita,
bajo la batuta de Antonio Hidalgo, cuyo repertorio es un abanico de
ritmos afroantillanos asimilados por las tradiciones culturales vernáculas,
como el bolero, la guaracha, la guajira, el chachachá, el |
La
música sacra fue otro de los géneros que integraron
el extenso programa del festival artístico. (Foto: Luis Fernando
Fernández) |
danzón,
la cumbia, el merengue y el mambo.
Juan Valdivia se ha convertido en uno de los representantes de la
bohemia xalapeña. Junto con su grupo, integrado por músicos
experimentados y jóvenes estudiantes de la Facultad de Música
de la uv, hizo bailar y cantar salsa y trova cubana a las decenas
de personas que se reunieron bajo el puente del Xallitic.
Con el ánimo y el talento de los músicos que la conforman,
la Orquesta de Salsa hizo sonar los ritmos afrocaribeños que
interpretan desde 1979, siguiendo fielmente las versiones originales
de los grandes grupos salseros y las composiciones de renombrados
autores caribeños como Pedro Flores y Rafael Hernández,
o figuras de la salsa como Willy Colón, Rubén Blades
y Óscar de León. También interpreta obras de
autores veracruzanos, con las que el público dio rienda suelta
a sus aptitudes dancísticas e, incluso, no faltó quien
hiciera gala de sus habilidades salseras frente al estrado.
A estas actividades se sumó la presentación del grupo
Chuchumbé, representativo del son jarocho que combina las formas
tradicionales de la música veracruzana, y el espectáculo
producido por Enrique DFlon, quien ha realizado una elogiable
labor de investigación en torno de la música veracruzana
de origen africano. Una agradable sorpresa resultó para mucha
gente esta audición, que fusionó canto, música
de percusiones y poesía de Nicolás Guillén.
Junio Musical volvió a llenar la plaza Xallitic con un fandango
jarocho, al tiempo que en la Galería de Arte Contemporáneo
se realizaba la audición de música huasteca, con la
presencia del Trío Xoxocapa, cuyos integrantes son, con certeza,
los más enterados intérpretes de esta música
tradicional. El atractivo adicional fue la presencia de Román
Güemes, a quien se le considera toda una autoridad en música
tradicional.
Mención especial merece el concierto Grandes temas, grandes
películas, que ofreció la Orquesta Universitaria de
Música Popular, cuyo repertorio incluyó piezas de películas
nacionales y extranjeras, con arreglos del director Rodolfo Popo Sánchez.
Las interpretaciones de los 12 temas que conformaron el repertorio
hicieron recordar al público del Xallitic producciones cinematográficas
como Casablanca, 2001 Odisea del espacio, New York, Las viudas del
jazz, Nosotros los pobres y Al son del mambo.
Son cubano de los veinte a los cuarenta fue el programa que el grupo
Sol Mestizo presentó también en el foro del Xallitic.
Se trata de un trabajo enfocado a la interacción cultural de
los rasgos africano, hispano, europeo, caribeño y otros, que
hoy trascienden a través de la música cubana. Como complemento,
hubo danzón, rumba y piezas del llamado complejo del son, plena
y bomba.
Finalmente
cabe mencionar la participación en el festival de la cantante
Sandra Lohr y del guitarrista Enrique Salmerón, quienes se
presentaron en el Centro Recreativo y en el Casino Español,
respectivamente. Con el espectáculo Amarraditos: México
y Latinoamérica, Sandra Lohr interpretó una serie
de canciones mexicanas, peruanas, chilenas y argentinas, dada su
preferencia por la música tradicional de México e
Hispanoamérica, legado de gran riqueza con el que se identifica
y al que le dedica una labor de rescate y preservación.
Enrique Salmerón, músico de primer nivel reconocido
en el ámbito internacional, a quien compositores mexicanos
como Ernesto García de León, Ramón Noble, Francisco
Gon-zález o Armando Lavalle le han escrito varias obras,
ofreció el concierto La voz y la guitarra, donde la participación
de la Camerata Coral de la Facultad de Música de la uv dirigida
por Eugenio Sleziak y la voz dramatizada de Francisco Beverido,
lograron un ensamble muy singular.
Historia,
música y anécdotas, palabra de especialistas
La séptima edición del festival Junio Musical ofreció
decenas de actividades artísticas, entre ellas una serie
de conferencias cuya temática giró en torno a la música.
Reunidos en la galería de El Ágora de la Ciudad, Carlos
Miguel Prieto, Héctor Salmerón Roiz y Guillermo Cuevas
Mora hablaron acerca de la trayectoria de la Orquesta Sinfónica
de Xalapa (osx).
Carlos Miguel Prieto, director titular de la osx, reconoció
su distancia de la historia de la orquesta ya que fue designado
director titular apenas en enero de 2002, pero destacó
la calidad del conjunto, cuyos resultados artísticos han
sido asignados a su responsabilidad; además, informó
sobre el plan de extender las actividades de la orquesta y llevar
a efecto todas las acciones necesarias para involucrar a la población
en los trabajos artísticos del máximo organismo musical
de Veracruz.
Por su parte, el presidente del Patronato Pro osx, Héctor
Salmerón, hizo un balance de los logros de la organización
que encabeza y recalcó la conveniencia de fortalecer el patronato,
integrado por gente activa y plenamente identificada con la función
de la orquesta, como el titular de la osx y varios de sus instrumentistas
que ya forman parte de dicha agrupación.
El recuento de las más significativas experiencias entre
los fundadores de la osx, incluidos los orígenes y la falta
de experiencia sinfónica de los que la integraron, estuvo
a cargo de Guillermo Cuevas, personaje infal-table en este tipo
de actividades y verdadero conocedor de los veri-cuetos propios
del quehacer musical xalapeño, quien habló además
de la forma como los músicos fueron conformando primero la
Banda del Gobierno del Estado y después el conjunto que,
en 1929, fundó Juan Lomán.
El periodista Jorge Vázquez Pacheco también se reunió
con un grupo de interesados en saber más acerca del desarrollo
de la escena musical en Xalapa, cuyo origen data de 1959, año
en que tiene lugar un festival en honor del músico español
Pablo Casals.
Durante la administración de Roberto Bravo Garzón
al frente de la Universidad Veracruzana informó Vázquez
Pacheco cobra auge la actividad cultural, encabezada por la
osx, y se apoyan las carreras de grupos como la Orquesta Universitaria
de Música Popular, Orbis Tertius, el Ballet Folklórico
y Tlen-Huicani. Más tarde, en la gestión de Víctor
A. Arredondo, se consolida Junio Musical, festival que desde 1995
a la fecha ha servido de marco para las actividades de la osx, eje
de todas las actividades del evento.
Hizo también un recuento de los grandes espectáculos
que se han presentado en ese encuentro artístico, entre ellos
las óperas Turandot, Carmen, La Traviata, Madama Butterfly,
La Bohemia y Tosca, sin faltar las monumentales composiciones de
Wag-ner, piedra de toque para medir las posibilidades de cualquier
grupo.
Otra de las conferencias estuvo dirigida por los maestros Juan Manuel
Lara y Herminio Sánchez de la Barquera, especialistas en
cantos gregorianos, quienes se reunieron para discutir si esta manifestación
cultural de la Edad Media era parte de la liturgia o un arreglo
para concierto de voces. Sánchez de la Barquera, catedrático
de la Facultad de Música de la uv, indicó que fue
en el medioevo cuando los cantos gregorianos eran considerados más
que música, ya que como en la composición se empleaban
las matemáticas, tal actividad constituía una ciencia.
Aun cuando este tipo de canto se adjudica a San Gregorio hacia 1604,
fue en 850 cuando se le identificó como parte del canto romano
en el norte de Francia.
Según los especialistas, el Can-tatorio de Monza, antiguo
documento litúrgico conocido como Códice Dorado, es
una de las pruebas de que el canto gregoriano rebasaba el campo
terrenal y lo elevaba más allá del ser humano, ya
que este documento tan especial por su tratamiento en el papel y
presentación, donde sólo los Evangelios tenían
cabida, incluye composiciones de corte gregoriano. Lo relevante
deeste estilo vocal reside en su función como liturgia cantada:
el canto gregoriano es palabra, texto, coro, oración y meditación
que en conjunto busca transmitir un mensaje que sea agradable a
los sentidos, y que esa palabra logos, divino se reciba
en la tierra a través de la Biblia. El ciclo de conferencias
concluyó con la intervención de Cristina y María
Eugenia Domínguez descendientes de Adolfo Domínguez,
uno de los grandes benefactores de la osx, cuya charla se
centró en los aciagos años en que don Adolfo tuvo
que promocionar a la osx en la Ciudad de México y en el mismo
puerto de Veracruz, para obtener fondos que permitieran su funcionamiento
ininterrumpido. La labor de Adolfo Domínguez se convirtió
en un eterno peregrinar que mucho nos dice sobre los esfuerzos y
las motivaciones de quienes se empeñaron en vida y alma al
organismo musical.
Bien valió recordar en estas reu-niones a personajes como
Juan Lomán y Adolfo Domínguez, porque gracias a su
trabajo, hoy la Universidad Veracruzana, el estado de Veracruz y
su capital cuentan con una de las mejores orquestas sinfónicas
que existen en el país.
Clausura
de gala, colofón para Junio Musical
Todo un mes de intensa actividad artística y cultural cerró
su ciclo en el nuevo Gimnasio Universitario de la uv, con la gala
de clausura del Festival Junio Musical 2002, donde participaron
destacados artistas universitarios ante un público aproximado
de 2 600 personas.
Durante la jornada, que inició a las 20:30 horas, se presentó
el grupo coreográfico Módulo, integrado por alumnos
de la Facultad de Danza, quienes bailaron una coreografía
de Alejandro Schwartz con música original de Javier Paixariño.
Posteriormente, la Orquesta Universitaria de Música Popular,
dirigida por el maestro Rodolfo Sánchez, acompañó
a la soprano Isabel Guzmán y al tenor Armando Mora, quienes
interpretaron melodías de Agustín Lara y Juan S. Garrido,
entre otros autores. Una verdadera sorpresa resultó para
gran parte del público la forma como Isabel y Armando (quien
también actuó como solista con el grupo Tlen Huicani)
cantaron a dúo la música vernácula, toda vez
que se les identifica plenamente con el ámbito operístico.
En tanto, el Ballet Folklórico de la uv, cuyo titular es
Miguel Vélez Arceo, dio vida a un espectáculo tan
colorido como pleno en movimiento y energía. Con la música
y las danzas del estado de Veracruz, los bailarines lograron motivar
aún más el ánimo del público, el cual
fue invitado por los cantantes a bailar, en medio del escenario,
la últimas notas que el Festival Junio Musical 2002 dejó
escuchar.
Esa noche resultó ser el digno colofón de un festejo
que se prolongó durante todo el mes y que fusionó
esfuerzos, talentos, ánimos y diversas manifestaciones artísticas.
Esa noche y todas las de junio, la uv demostró una vez más
su capacidad y eficiencia para organizar y producir proyectos culturales
de amplias dimensiones.
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