Abril 2002, Nueva época No. 52 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Mensual


 

 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Palabras y Hechos


 Tendiendo Redes

 Ser Académico

 Quemar las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie de tierra


 Números Anteriores


 Créditos

 

 

 

La osx interpretó a Haydn, Shostakovich y Respighi
Jorge Vázquez Pacheco

En el noveno programa de la temporada 2002, la Orquesta Sinfónica de Xalapa (osx) interpretó un repertorio integrado por la Sinfonía número 102, el Segundo concierto para violín y orquesta y el poema sinfónico Los pinos de Roma, de Franz Joseph Haydn, Dmitri Shos-takovich y Ottorino Respighi, respectivamente.
La Sinfonía 102 corresponde a la serie de 12 obras denominada
 

"sinfonías londinenses" de Haydn (1732-1809) a quien, por otra parte, se le ha considerado "el padre de la sinfonía". Desde luego, no fue este compositor austriaco el creador de esa forma musical, ya que mucho antes fue trabajada por compositores como Locatelli y Sammartini. Sin embargo, Haydn descubrió todas sus posibilidades expresivas, la trabajó durante un largo periodo de su existencia y generó más de un centenar de ejemplos antes de depositar esta forma en manos de Ludwig van Beethoven. La Sinfonía 102 fue escrita entre 1794 y 1795, en la tonalidad de si bemol mayor, y se estrenó en Londres durante la segunda estancia del compositor en aquella ciudad.
Durante la última etapa creativa de Dmitri Shostakovich (1906-1975), fue creado el Segundo concierto para violín y orquesta que data de 1967. A diferencia de sus obras de juventud, en dicho trabajo prefirió la transparencia en la orquestación y una atmósfera sombría no despojada de la mordacidad que fue su sello distintivo en épocas anteriores. La pieza, dedicada al virtuoso David Oistraj (a quien también Shostakovich dedicó el Primer concierto), se estrenó en octubre del mismo año.
El amor que el compositor italiano Ottorino Respighi (1879-1936) experimentaba por Roma, la ciudad en que nació, se manifiesta en el tríptico que hizo a diversas escenas propias de aquella urbe. Así, Las fuentes de Roma, Los pinos de Roma y Las fuentes romanas integran lo mejor de su inspiración, en un estilo que deriva del impresionismo francés con fuerte influencia de la exuberancia orquestal del ruso Nikolai Rimski-Korsakov. Con Los pinos de Roma, concluida en 1924, Respighi se propuso recrear musicalmente algunas imágenes que llamaban su atención, y para ello no dudó en utilizar procedimientos nada comunes en la época, como el sonido estridente de las trompetas en una tonalidad por completo ajena a la del resto de la orquesta, en el primer fragmento, y el canto de un ruiseñor auténtico –grabado, obviamente– en el tercero. Obra de tremendo poderío hacia su final, Los pinos de Roma es un trabajo brillante, de impactante fuerza y expresividad.
Este gran concierto, cuyo solista fue Cuauhtémoc Rivera (joven violinista mexicano egresado del Conservatorio de Moscú en 1989), formó parte del programa de adquisición de instrumentos musicales para la propia orquesta, promovido por el Patronato Pro osx.