Abril 2002, Nueva época No. 52 Xalapa • Veracruz • México
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Necesario, realizar intercambios
que propicien el conocimiento de
las culturas de México y EU

Remedios Aguirre Sullivan

Para impulsar el desarrollo científico, académico y estudiantil, la Universidad Veracruzana ha firmado cerca de 30 convenios de intercambio académico con universidades estadounidenses. Para concretar dichos acuerdos, ha destacado la colaboración de Omie Kerr, agregada cultural de la Embajada de los Estados Unidos en México desde 1998. Por su importante y prolífica labor en el ámbito universitario, el rector Víctor A. Arredondo le entregó un reconocimiento durante el ciclo Expresiones Culturales del Siglo xx.
En la ceremonia, el rector agradeció la cooperación de la embajada norteamericana para instaurar en la uv el Programa de Estudios sobre Estados Unidos, y
 

destacó que gracias a las relaciones que se han establecido con las instituciones estadounidenses se ha conseguido, entre otras acciones, registrar un número importante de estudiantes estadounidenses en la Escuela para Estudiantes Extranjeros de nuestra casa de estudios.
Omie Kerr ofreció una conferencia sobre la perspectiva académica y cultural en las relaciones entre México y los Estados Unidos, en la sala de videoconferencias de la usbi, donde destacó la necesidad de realizar intercambios que propicien el conocimiento profundo de las culturas vecinas y la disolución de estereotipos, ya que, reconoció, en ambos países hay ideas erróneas sobre el pensamiento y el modo de vida del país vecino.
Dentro de los problemas más graves que existen entre ambas naciones sobresale el control de los migrantes y la calidad de vida a la que se enfrentan una vez que se convierten, en territorio estadounidense, en habitantes indocumentados: “Para los mexicanos, una cerca fronteriza y otros medios de control migratorio significan hostilidad y falta de generosidad”, señaló la agregada cultural. Asimismo, el narcotráfico representa un gran conflicto no sólo social, sino también de relaciones, ya que muchos estadounidenses consideran que la responsabilidad es de quien produce las drogas, y muchos latinoamericanos creen que el problema se extiende y se fortalece por el consumo de esas sustancias en los Estados Unidos.
En tal virtud, “es necesario avanzar hasta encontrar puntos de vista compartidos, pues resulta imprescindible cambiar y refinar nuestras perspectivas, lo cual será posible por medio de intercambios en todas las áreas que promuevan, además, la habilidad de relacionarse con otra cultura”.
Para ejemplificar las concepciones erróneas y los estereotipos que existen entre México y Estados Unidos, Omie Kerr dio a conocer un estudio informal que realizó junto con otros académicos de su país. Esta investigación consistió en recoger opiniones de estudiantes universitarios de ambas naciones: las respuestas que obtuvieron fueron reveladoras. Los mexicanos relacionan a los estadounidenses con dinero, capitalismo, tecnología, racismo, comida rápida y consumo. Sin embargo, estos últimos opinan de sí mismos que son poderosos, ricos, hegemó-nicos, dominantes e ignorantes. También consideran que los mexicanos tienen una idea de Estados Unidos relacionada con la riqueza, la arrogancia y las oportunidades de trabajo.
Por otra parte, los estudiantes estadounidenses vinculan pobreza, sobrepoblación, spring break (vacaciones de primavera) e inmigrantes con México. En cambio, los mexicanos hablan de familia, cultura, historia y contaminación cuando piensan en su país, al tiempo que consideran que los estadounidenses asocian con México el tequila, las drogas, la playa y las vacaciones.
Los resultados de las encuestas revelan la falta de información y la presencia de prejuicios en ambos países. Esta distorsión, más que ayudar, empeora las relaciones, por lo que es necesario acercarse al conocimiento de las dos culturas a través de todos los medios posibles: “El respeto y el conocimiento mutuos nos permitirán llevar a cabo tareas comunes y solucionar problemas prácticos”.
Omie Kerr es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Miami en Ohio y obtuvo su grado de maestría en la Universidad de Arizona. En 1993 recibió el Premio Una Chapman que otorga el Departamento de Estado, el cual le permitió estudiar el impacto de los intercambios culturales internacionales en las artes. Fue funcionaria del Departamento de Estado y prestó sus servicios en diversos países.
Actualmente, tiene a su cargo las actividades culturales de la Embajada de los Estados Unidos en nuestro país y los intercambios académicos y profesionales entre ambas naciones. Además, coordina un equipo de conferencistas expertos que comparten sus conocimientos con colegas mexicanos, trabaja con museos y otras instituciones culturales, organiza seminarios, administra la Biblioteca Benjamín Franklin y ocasionalmente patrocina eventos culturales. También forma parte de la comisión México-Estados Unidos para la educación y el intercambio cultural.