Abril 2002, Nueva época No. 52 Xalapa • Veracruz • México
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La movilidad estudiantil internacional: retos y perspectivas
Bertha Cecilia Murrieta Cervantes*

 

En la actualidad, la movilidad estudiantil internacional es uno de los componentes de la educación superior que se enmarca en el urgente requerimiento que enfrentan las instituciones de fomentar la cooperación internacional e impulsar su internacionalización como una constante y una prioridad estratégica de cara al nuevo milenio. En este trabajo desarrollaré, en primer lugar, el contexto en el que se concibe la movilidad, incluyendo algunos esquemas de organización propuestos para facilitarla, así como algunos programas específicos. Posteriormente, comentaré los retos a los que se enfrenta este proceso y sus perspectivas a futuro.
La Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo xxi: Visión y Acción y el Marco de Acción Prioritaria para el Cambio y el Desarrollo de la Educación Superior –ambos documentos emanados de la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo xxi de la unesco, celebrada en París en 1998– señalan la urgencia para los países del mundo de concebir la cooperación “como parte integrante de las misiones institucionales de los establecimientos y sistemas de educación superior.” Una de las recomendaciones significativas es que “cada establecimiento de enseñanza superior deberá prever la creación de una estructura o un mecanismo apropiados para promover y organizar la cooperación internacional” (unesco, 1998, p. 22).
Las conclusiones de dicha Conferencia ubican a la cooperación internacional como un mecanismo que deberá llevarse a cabo eficazmente, ya que se considera que contribuirá a reducir la disparidad entre los sistemas de educación de los países del mundo; a faci-litar la integración plena de los estudiantes en la sociedad mundial del conocimiento; a aprovechar las ventajas y el potencial de las nuevas tecnologías, así como asegurar el acceso equitativo en este campo; a actualizar y mejorar las competencias pedagógicas e investigativas del personal académico, y a poner en común los conocimientos teóricos y prácticos entre los países y continentes; a lograr y mantener la calidad mediante el intercambio de conocimientos, la movilidad, los sistemas interactivos y la investigación internacional, teniendo en cuenta los valores culturales y las situaciones nacionales, y a reafirmar el compromiso de dar prioridad a la educación cívica, el desarrollo sostenible y la paz.
El Artículo 15 de la Declaración recomienda la manera en que deberá ponerse en práctica el mecanismo de la cooperación internacional:
“a) El principio de solidaridad y de una auténtica asociación entre los establecimientos de enseñanza superior de todo el mundo es fundamental para que la educación y la formación en todos los ámbitos ayuden a entender mejor los problemas mundiales, el papel de la gobernación democrática y de los recursos humanos calificados en su resolución y la necesidad de vivir juntos con culturas y valores diferentes. La práctica del plurilingüismo, los programas de intercambio de docentes y estudiantes y el establecimiento de vínculos institucionales para promover la cooperación intelectual y científica debiera ser parte integrante de todos los sistemas de educación superior.
“b) Los principios de la cooperación internacional fundada en la solidaridad, el reconocimiento y el apoyo mutuo, una auténtica asociación que redunde, de modo equitativo, en beneficio de todos los interesados y la importancia de poner en común los conocimientos teóricos y prácticos a nivel internacional deberían regir las relaciones entre los establecimientos de enseñanza superior en los países desarrollados y en desarrollo, en particular en beneficio de los países menos adelantados (...) Por consiguiente, la dimensión internacional debería estar presente en los planes de estudios y en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
“c) Habría que ratificar y aplicar los instrumentos normativos regionales e internacionales relativos al reconocimiento de los estudios, incluidos los que atañen a la homologación de conocimientos, competencias y aptitudes de los diplomados, a fin de permitir a los estudiantes cambiar de curso con más facilidad y de aumentar la movilidad dentro de los sistemas nacionales y entre ellos” (Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo xxi: Visión y Acción, unesco, 1998. pp. 15-16).
Reconociendo que los estudiantes y el personal académico son los principales protagonistas de la educación superior, la Declaración señala que “se debería conceder más importancia a la experiencia internacional” y considerar “el establecimiento de acuerdos de cooperación eficaces y la igualdad de acceso a los beneficios que reporta la cooperación internacional.” Finalmente, en el Marco de Acción Prioritaria para el Cambio y el Desarrollo de la Educación Superior se recomienda que “los Estados miembros, comprendidos sus gobiernos, parlamentos y otras autoridades deberán promover y facilitar la movilidad nacional e internacional del personal docente y de los estudiantes como elemento esencial de la calidad y la pertinencia de la educación superior.”
Por su parte, la Declaración sobre la Educación Superior en América Latina y el Caribe, resultado de la Conferencia Regional sobre Políticas y Estrategias para la Transformación de la Educación Superior en América Latina y el Caribe, celebrada en La Habana, Cuba, en noviembre de 1996, partiendo del reconocimiento de las tendencias señaladas en 1995 por la unesco, asume las recomendaciones de fortalecer la equidad, la calidad, la pertinencia y la internacionalización en el campo de la educación superior. Los participantes en dicha conferencia proclaman: “Las instituciones de educación superior deben adoptar estructuras organizativas y estrategias educativas que les confieran un alto grado de agilidad y flexibilidad, así como la rapidez de respuesta y anticipación necesarias para encarar creativa y eficientemente un devenir incierto. Han de posibilitar el intercambio de estudiantes entre instituciones y, en éstas, entre las diferentes carreras, e incorporar sin demora, el paradigma de la educación permanente.”
En tanto, el Plan de Acción para la Transformación de la Educación Superior en América Latina y el Caribe, resultado de la reunión sostenida en Caracas, Venezuela, en marzo de 1998, recomienda la instrumentación de un programa para la “reorientación de la cooperación internacional”, en el cual se reconoce que “la cooperación internacional ha sido un sostén importante de las ies de América Latina y el Caribe”. Se advierte, sin embargo, que “en ocasiones también ésta ha servido para afianzar modelos foráneos de generación de conocimiento, de construcción curricular, de visiones, metodología y estilos de trabajo.” Se propone un enfoque en el que se promuevan relaciones de mutuo aprendizaje y mayor horizontalidad. Las líneas de acción estratégica están encaminadas a fortalecer las instancias de intercambio de información, las redes de cooperación horizontal, la movilidad académica y la preparación de personal especializado en la gestión de la cooperación.
La educación internacional, también referida como la internacionalización de las instituciones, ha de considerarse como la respuesta institucional al proceso de globalización. Maurice Harari, en su calidad de secretario general de la Asociación Internacional de Presidentes de Universidades (iaup), afirmaba que “la educación internacional debe incluir no únicamente lo concerniente al currículum, los intercambios internacionales de estudiantes y profesores, los programas cooperativos con la comunidad, la capacitación y una amplia gama de servicios administrativos, sino también un claro compromiso, actitudes, conciencia global y una orientación y dimensión que trasciende en la institución entera y que modele su ethos”. (Knight, cibie, Research núm. 7)
Los diferentes esquemas de organización que agrupan a las instituciones de educación superior a distintos niveles pretenden proveer el marco más general para facilitar la colaboración. Son los casos de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (anuies) en México, y del Consejo Superior Universitario Centroa-mericano (csuca) en los niveles nacional y regional. Otras iniciativas en los ámbitos nacional y regional son la Asociación Mexicana para la Educación Internacional (ampei) y el Consorcio para la Colaboración en la Educación Superior en América del Norte (conahec).
Algunas iniciativas específicas que vale la pena mencionar son el Promesan o Programa para la Movilidad en la Educación Superior en América del Norte, auspiciado por una iniciativa gubernamental trilateral entre Canadá, Estados Unidos y México, surgida del Tratado de Libre Comercio de América del Norte; el Acuerdo crepuq entre México y la provincia de Québec, en Canadá, y el recientemente lanzado conasep, programa de movilidad estudiantil propuesto por el Consorcio para la Colaboración en la Educación Superior en América del Norte.

Los retos de la movilidad internacional
Aun cuando se están realizando esfuerzos importantes, los retos que hay que enfrentar para que la movilidad se convierta en una realidad son considerables.
Vencer mitos. En la última reunión de la ampei, realizada en La Paz, Baja California, el doctor Francisco Marmolejo, quien dirige el conahec desde la Universidad de Arizona, habló de algunos de los mitos que reflejan actitudes entre los extremos de la simplificación y de la complicación. En este último extremo se considera que los convenios son imprescindibles, que no hay financiamiento, que sólo es apropiado para algunas instituciones o muy grandes o privadas o con gran prestigio y liderazgo. En el extremo opuesto se considera a veces que el proceso es muy sencillo, que hay que emprenderlo sin detenerse antes de considerar si la institución ha hecho lo necesario para prepararse y enfrentar los requerimientos de un proceso de movilidad exitoso.
La comprensión del contexto para la movilidad. El contexto de la internacionalización de la educación superior es el marco en el que se ubica el proceso de movilidad, y deben considerarse al menos los siguientes aspectos para impulsar un proceso de calidad: asegurar la transferencia y el reconocimiento de créditos otorgados al estudiante que termina estudios con éxito; atender los aspectos migratorios que aseguren la estancia legal de los estudiantes; nivelar las asimetrías en recursos humanos y en infraestructura, potenciando las fortalezas de cada institución; promover y asegurar la participación de diferentes sectores de la comunidad universitaria: directivos, administradores, profesores y estudiantes, consiguiendo así el aval institucional, el soporte administrativo y académico y la energía y el entusiasmo de los jóvenes; considerar la movilidad como una componente integral del vitae, y buscar la participación gubernamental que permita la articulación de la movilidad a distintos ámbitos educativos y la obtención de recursos.

Las perspectivas de la movilidad internacional
Hans de Witt, activo participante en la Asociación Europea para la Educación Internacional (eaie) e investigador de la Universidad de Amsterdam, Holanda, propone los ámbitos político, económico, socio cultural y académico para el análisis del proceso de internacionalización de la educación superior.
En el político, es relevante considerar los aspectos de política exterior, seguridad nacional y asistencia técnica, además de lo concerniente a la identidad nacional o regional y lo que se refiere a la paz y la comprensión mutuas.
El ámbito económico debe analizar la competitividad de los sistemas educativos y su relación con el crecimiento económico, la preparación de los estudiantes para el mercado laboral, lo relativo a la demanda educativa nacional y a la inversión en formación de cuadros; los incentivos financieros para las instituciones de educación superior, los recursos de los gobiernos que provienen de las cuotas que cubren los estudiantes extranjeros y la derrama de divisas que conlleva su estancia.
Finalmente, en el plano cultural y social se consideran aspectos como el impacto en el índice de diversidad en el campus y en la comunidad y los efectos de la experiencia de inmersión, aspecto altamente valorado por el estudiante que tiene la posibilidad de realizar una estancia en el extranjero. El nivel académico no debe dejar de lado la articulación de los distintos niveles educativos de pregrado y posgrado.

Algunos temas actuales
Para concluir, haré referencia a los ya considerados grandes temas actuales en la internacionalización de la educación superior.
Primordialmente, debe tomarse en cuenta el impacto de la globalización en la internacionalización de la educación superior en las instituciones de las diferentes regiones del mundo, es decir, que se espera que las respuestas institucionales respondan a su situación particular, sus debilidades, sus fortalezas y sus prioridades.
El impacto de las tecnologías y el surgimiento de la educación sin fronteras, mediante sedes y programas en el exterior, programas de grado compartido, programas articulados, acuerdos de franquicias, educación a distancia y universidades y programas virtuales, son una realidad contundente.
Por otro lado, la comercialización creciente alcanza a la educación y hay un fuerte llamado a las alianzas y a las redes para la optimación de los recursos. Es evidente un mayor desarrollo del inglés como lengua de comunicación con el consecuente debate al respecto. La necesidad de investigaciones comparativas sobre las dimensiones internacional e intercultural de la educación crece.
El énfasis se pone en otros aspectos de la interna-cionalización, además de la movilidad estudiantil: la internacionalización en casa. Es urgente promoverla al interior de las instituciones, pues no todos podrán salir al extranjero; por ello es necesario internacionalizar el currículum y los métodos de enseñanza.
El impacto de los acontecimientos del 11 de septiembre se siente en la educación, con una esperanza de énfasis renovado en su dimensión internacional e intercultural, en los estudios de las diferentes áreas geográficas y culturales, en los estudios de las religiones del mundo y en los estudios internacionales. Sin embargo, también se incrementan los requerimientos de evaluación de la calidad de los programas académicos y de la seguridad para los estudiantes extranjeros.
Finalmente, se espera también una reforma en los fundamentos políticos de la cooperación que promueva la paz principalmente. Concluyo con una cita de Mahatma Gandhi que refleja el espíritu de la movilidad estudiantil internacional y de la internacionalización de la educación superior:

I do not want my house
to be walled in on all sides
and my windows to be stuffed. I want the cultures of all the lands
to be blown about my house
as freely as possible.
But I refuse to be blown off my feet by any.

Mahatma Gandhi
Young India, 1-6-1921, p. 170

*Directora de la Escuela para Estudiantes Extranjeros de la uv

Bibliografía
– Gandhi, Mahatma. Young India, 1-6-1921, p. 170.
Knight, Jane. “Internationalization: Elements and Checkpoints”, en Canadian Bureau for International Education, Research núm. 7, 1994: 1-15.
– unesco. Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo xxi: Visión y Acción. París, 1998.
– unesco. Marco de Acción Prioritaria para el Cambio y el Desarrollo de la Educación Superior. París, 1998.
– unesco. Declaración sobre la Educación Superior en América Latina y el Caribe. La Habana, 1996.
– unesco. Plan de Acción para la Transformación de la Educación Superior en América Latina y el Caribe. Caracas, 1998.

Direcciones electrónicas
ampei: http:// www.ampei.org.mx
Edumexico: http:// www. edumexico.org
anuies: http:// www.anuies.mx
csuca: http://www.csuca.ac.cr
conahec: http:// conahec.org
conasep: http:// conahec.org
Promesan: http:// sesic.sep.gob.mx/movilidad2001
crepuq: http:// www.canada.org.mx/cec