En años recientes, la preocupación internacional por impulsar un desarrollo sostenible y establecer regulaciones consensuadas ante el avance acelerado de la Inteligencia Artificial se ha generalizado. Por un lado, y allende las iniciativas que de manera autónoma han emprendido gobiernos, instituciones y empresas para procurar un cierto equilibrio social, económico y ambiental, desde hace varios años, se cuenta con una agenda internacional que concentra en 17 objetivos los temas de atención prioritaria en el corto plazo.
Los llamados Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ods), establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (onu) en 2015, comprometen a 194 países de los cinco continentes a trabajar conjuntamente para su cumplimiento.
Por otro lado, a lo largo de siete décadas, y más aceleradamente desde los años noventa del siglo xx, el desarrollo tecnológico ha transformado la vida de las sociedades en todo el mundo. Desde las grandes industrias de comercio electrónico hasta las formas personales de aprendizaje y comunicación han llegado a depender de alguna forma de inteligencia artificial. El proyecto que en los años cincuenta (Dartmouth College, Estados Unidos) buscaba describir el funcionamiento de la inteligencia humana, a fin de simularla, ha originado todo tipo de lenguajes y mecanismos informáticos que actualmente facilitan a la vez vuelven más compleja la existencia: las usen o no, GPS, Siri, Alexa, Bixby, Amazon, Chat y Meta AI son denominaciones familiares para la mayoría de las personas; la predicción de preferencias de consumo e interacción comunitaria, en general aceptada bajo sospecha en redes sociales, así como la traducción automática, los lectores (Kindle) y narradores electrónicos, los repositorios en la Nube y los buscadores de información se han vuelto habituales para la inmensa mayoría de personas usuarias de dispositivos digitales e inteligentes.
En estas circunstancias, la discusión sobre la necesidad de enfrentar los problemas sociales, económicos y ambientales compartidos y aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece la tecnología, invita a analizar los avances que ha habido en ambos temas y en qué medida la academia, desde sus distintas áreas de conocimiento, podría contribuir a la visibilización de avances u opciones para superarlos, dada la gran cantidad de información disponible y el desarrollo impresionante de la inteligencia artificial.
Al respecto, cabe mencionar que, de acuerdo con el Reporte Global sobre Desarrollo Sostenible 2023, que monitorea y clasifica, en rangos del 0 al 100, el avance internacional en la atención a los ods, a la fecha, países del llamado Primer Mundo avanzan sustancialmente en temas sociales y económicos: Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia, mientras que países africanos se encuentran rezagados, sobre todo en la erradicación de la pobreza y el hambre, y en la promoción de la educación, la paz y la justicia: República Centroafricana, Liberia, la República Democrática del Congo y Níger; en ambos polos, sin embargo, el tema ambiental es el menos atendido.
En la lista de países americanos, Canadá, Estados Unidos y México también han avanzado en temas sociales y económicos, particularmente el primero, pero igualmente se hallan rezagados en la procuración del medio ambiente.
En cuanto a la IA, basada en el aprendizaje automático, Canadá y Estados Unidos (socios comerciales y firmantes del Plan de Acción sobre Cambio Climático, Energía y Medio Ambiente, que propone generar 50% de energía limpia para 2025) se cuentan entre los primeros cinco países con mayor inversión en Inteligencia Artificial.
Con esta premisa, en su 30 Aniversario, la Feria Internacional del Libro Universitario 2025 dedica su Foro Académico a debatir sobre las implicaciones de Vivir en tiempos de Inteligencia Artificial: relaciones humanas, medio ambiente y tecnologías, desde distintas áreas de conocimiento: Técnica, Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Ciencias de la Salud, Económico-Administrativas y, por supuesto, desde las Humanidades y Artes. Un debate académico y científico asequible, abierto a diversas audiencias para nuestro interés institucional por las problemáticas sociales, el medio ambiente y el desarrollo sostenible.