Universidad Veracruzana

GRUPO: DRAMA DE GALENO
Facultad de Medicina de Ciudad Mendoza

Región: Orizaba-Córdoba

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ELENCO:

María Fernanda Aguilar López, Astrid García Montoya, Inés Citlali López Ortega, Stephanie Michelle García Labastida, Sahian Fernández Cruz, Misael Molina Antonio, Alfredo Lezama Ramírez, Sommer Contreras Rodríguez.

ILUMINACIÓN: Víctor Manuel Castro Rosas.

MAQUILLISTA: Félix Antonio Blanco Domínguez

AUTOR: Luis Mario Moncada

DIRECCIÓN: Francisco Javier Ramírez López

Duración: 60 minutos

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RESEÑA DE LA PUESTA EN ESCENA:

La obra presenta una propuesta escénica que desafía las nociones convencionales de la sociedad sobre las adicciones y la estigmatización que rodea a quienes luchan contra ellas. A través de un enfoque humanizador, la obra busca poner de relieve la complejidad de las adicciones y sus efectos en la vida de las personas, así como fomentar la empatía y la comprensión en lugar de la condena.

La acción se desarrolla en el contexto de una sesión de apoyo para adictos anónimos, un espacio donde los personajes intentan lidiar con sus respectivas adicciones y compartir sus experiencias. Cada personaje representa un estereotipo común asociado con las adicciones, pero a medida que la historia avanza, se revelan capas más profundas de su personalidad y sus luchas internas.

Verónica, la cafeinómana, ansía su taza de café como una vía de escape de la monotonía de su vida. Carlos, el alcohólico, muestra signos de violencia y autodestrucción, pero también momentos de vulnerabilidad. Fabiola, la fanática que parece la más sana entre todos, pero la realidad es que también tiene muchos conflictos internos. Deborah, la fumadora y actriz, utiliza el tabaco como una muleta para lidiar con el estrés de la industria del entretenimiento. El teleadicto, atrapado en una espiral de programas de televisión, representa la evasión de la realidad a través de la pantalla. La farmacodependiente, en busca de alivio para el dolor físico, se enfrenta a dilemas éticos en torno a su medicación. Ángela, la política, se esfuerza por cambiar la percepción pública sobre las drogas, y su asesinato pone de manifiesto la peligrosa retórica que rodea este tema. Y la fisicoculturista, obsesionada con su apariencia física, refleja las presiones de la imagen corporal en la sociedad moderna.

A medida que estos personajes interactúan en la sesión de apoyo, surgen tensiones, conflictos y momentos conmovedores de conexión. La obra refleja cómo las adicciones pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su origen social o personalidad, y cómo la discriminación puede ser perjudicial y contraproducente.

La propuesta escénica se basa en la idea de que la adicción es un tema complejo que merece un enfoque más compasivo y menos punitivo por parte de la sociedad. A través de un diálogo confortativo y honesto de los personajes, la obra invita a la audiencia a reflexionar sobre sus propios prejuicios y actitudes hacia las adicciones, al tiempo que cuestiona las políticas y discursos infames que perpetúan el ciclo de la adicción.

«Adictos Anónimos» es un recordatorio de que las adicciones no son simplemente un problema individual, sino un reflejo de las complejidades de la sociedad en la que vivimos. La obra desafía al espectador a considerar cómo podemos ofrecer apoyo y comprensión en lugar de juicio o de negación, y cómo deberíamos trabajar juntos para superar los problemas que rodean a las adicciones.