La Danza de los Santiagos

 Exposición fotográfica realizada por Abraham Garza
   14 de Septiembre al 6 de Octubre 2007
   Casa de Cultura de Naolinco de Victoria, Ver.


Naolinco, la Danza de los Santiagos

 Esta danza, forma parte del complejo de la “morisima”, tuvo su origen alrededor del siglo XII en la península ibérica, su temática se basa en la lucha de España por la reconquista de los espacios cristianos invadidos por los musulmanes. Al llegar los españoles a América imponen a los vencidos su cultura de conquista. La elección de esta danza se hizo con plena conciencia del grupo evangelizador, su auge fue tal que sobrevive hasta nuestros días en varias de las regiones del país. A partir de 1538, año en que ocurre la primera representación de esta danza en la ciudad de México, se va difundiendo por toda la Nueva España, en donde pasa a ser parte importante de la fiesta titular dedicada al santo patrón de cada comunidad cristiana.

 Los integrantes de La Danza de los Santiagos son: los cristianos, cuyo contingente está compuesto por el señor Santiago, quien porta un diminuto caballo simbólico hecho de madera y cartón, una espada en la mano derecha y en la izquierda una pequeña cruz de madera, dos “Caínes” y los moros (20 individuos) que dirigidos por un “sabario” protegen a Poncio Pilatos, quien al final de la danza es vencido. Todos los de la facción “infiel” llevan en la mano derecha una espada y en la otra una pequeña rodela, ambos objetos de madera, y máscaras labradas con cejas y bigotes dorados que representan a moros. La máscara de Pilatos es de mayor tamaño y tiene una expresión impactante, mezcla de fiereza y locura. El traje de los moros consiste en un calzón rojo largo con fleco en la parte baja de las piernas, que va encima de un pantalón y sobre una camisa blanca de manga larga. Del hombro izquierdo al lado derecho de la cintura llevan dos bandas con flecos de seda alrededor y se adornan la cabeza con un gorro cónico con cascabeles. El traje de los cristianos está confeccionado con popelina de color azul celeste y portan en la cabeza un sombrero con la mitad del ala recogida y adornada con flores. Todos calzan botines.

El atuendo de Pilatos es un pantalón chinaco y una chaqueta gris oscuro o negro, en la mano derecha un gran machete, en la izquierda una pequeña rodela, todo ello en madera, va calzado con botines de tacón para verse más alto de lo que en realidad es.

 Del inicio de la fiesta hasta el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, los Santiagos bailan por las calles del pueblo. A mediodía el retumbar del tambor, que está hecho de madera con lengüeta larga de cuero trenzado, y el sonido de la flauta avisa a los integrantes de la danza el lugar donde deben reunirse.

La danza comienza con un paseo que los grupos realizan para colocarse uno frente al otro. El siguiente paso es la salutación que se hacen los danzantes, para después presentarse uno ante el otro con sendas reverencias. Posteriormente, viene la parte de la confabulación morisca que da lugar al desafío y la declaración de guerra, momento en que Pilatos trata de intervenir entre los dos grupos para evitar la pelea, pero no es escuchado. A continuación, se preparan para la batalla y por fin empieza la lucha, moros y cristianos pelean mientras Pilatos desaparece para andar cerca de ahí asustando a niños y muchachas. Acto seguido hay una tregua en la lucha y es en este momento cuando aparece la “negreada”, grupo de muchachos disfrazados con máscaras de distintas representaciones: muerte, diablo, salvaje, caníbal, loco, arlequín, coyote, toro, tigre, etc. que tratan de montarse al caballito del señor Santiago y provocar a los “Caínes”, quienes los mantienen bajo control dándoles golpes con sus espadas. El significado de la negreada es incierto ya que es algo que se agregó a la danza en estas tierras, pero es probable que represente a la fracción pagana del pueblo, posiblemente a los negros esclavos y cimarrones, por los que no se preocuparon mucho los evangelizadores. De pronto, Pilatos regresa para hacer correr a los negros, reanudándose la lucha hasta que los infieles pierden y Pilatos huye, pero es atrapado y entregado al señor Santiago, quien lo pasea como vencido jalándolo del cuello con un paliacate y pregonando así el triunfo de la cristiandad.

Cada parte de la danza es marcada por los músicos con un cambio de ritmo. El 30 de septiembre, día de San Jerónimo por la tarde, se reúnen danzantes y músicos en la explanada lateral de la iglesia para bailar por última vez, “enterrar el hueso” funcionando como una especie de novenario y volver a salir hasta el año próximo.

Abraham Garza Guzmán

Originario de Coatzacoalcos, Veracruz estudiante de la Licenciatura en Artes Plásticas con opción Fotografía en la Universidad Veracruzana. Graduado en el Colegio Americano de Fotografía “Ansel Adams” en Monterrey, Nuevo León. Recibió en 2003 dos reconocimientos dentro del Primer Concurso Fotográfico “Nuevo León a través del lente” organizado por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, a través de la Fototeca del Centro de las Artes.

En 2006 montó una exposición fotográfica para el Segundo Encuentro Nacional de Estudiantes Indígenas en la ciudad de Xalapa y participó en la exposición “Apuntes fotográficos” dentro del XIII junio mes de la Fotografía En Xalapa, el mismo año recibió en la ciudad de México Mención Especial en el Concurso Nacional de Fotografía sobre Derechos Humanos 2006, otorgado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Sus imágenes han aparecido en el sitio: www.fotografosdenuevoleon.com.mx; en el CD interactivo Nuevo León en Imágenes; y en la agenda ejecutiva de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos 2007.

“Cuando empecé a interesarme en la fotografía hace algunos años lo hice porque no me pude sustraer de captar imágenes que mostraran la riqueza cultural de México, aunque a la fecha he realizado otro tipo de fotografías, las que he disfrutado más son las que muestran los días de fiesta en los poblados mexicanos. La idea central de la exposición es entregar al pueblo naolinqueño una muestra fotográfica que expresa la manifestación de la identidad de un pueblo que vive un compromiso con pasión, año con año, al realizar La Danza de los Santiagos. Es mi interés principal que la gente nativa de Naolinco logre una identificación plena con las imágenes que expongo”



Abraham Garza Guzmán