Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
Los grupos de poder que organizan a las sociedades proyectan parte de su futuro en la formación educativa para fortalecer y mantener sus sistemas. No es de extrañarse que dentro de la era neoliberal las orientaciones en educación tengan bases en las áreas económicas, administrativas y técnicas donde las humanidades son relegadas a su menor expresión. La filosofía, la sociología, la pedagogía, la historia y toda materia relacionada con las ciencias sociales han sido etiquetadas como “no indispensables”.
Craso error. El conocimiento no es predominante solo por un área que alimente las necesidades coyunturales, sino por su totalidad y su complejidad. Los proyectos tecnológicos, biológicos y naturales se desarrollan también a la par de un proyecto humanista donde las ideologías y filosofías son esencia de la reflexión, la crítica y la propuesta.
Las humanidades son básicas, espíritu y alma de los grupos sociales de acuerdo con los procesos históricos que se desarrollan a lo largo de las épocas. Y ello nos lo recuerda el catedrático argentino Pablo Ubierna, profesor e historiador de la Universidad Pedagógica Nacional (Unipe), a través de su libro Las humanidades. Notas para una historia institucional que publica la Editorial de la Universidad Veracruzana en su colección Biblioteca.
El texto llega a México gracias a la colaboración con la Unipe de Argentina, joven institución que lo imprimió en la colección Mihi Quastio Factus Sum, que recuerda la sentencia de San Agustín de Hipona: “Me he convertido en una pregunta para mí mismo”.
Estas publicaciones tienen el objetivo, de acuerdo con el planteamiento de la editorial argentina, de “difundir, en presentación bilingüe, obra de la tradición humanística y filosófica de Occidente que postulan o interrogan la propia idea de formación y transmisión de un legado”,
Pablo Ubierna nos ofrece un libro seminal en el que plantea el desarrollo de las humanidades, del pensamiento que se crea, profundiza y atesora en instituciones como las bibliotecas, los claustros, las universidades y en su mejor instrumento: el libro, gran receptor de las ideas y de las lenguas.
Ubierna va a los orígenes y nos expone en siete capítulos el desarrollo de las humanidades en los últimos dos mil años. Inicia en la erudición griega que se resguardaría en la mítica biblioteca de Alejandría; las casas de instrucción de Persia y la Asia Central; la función de los traductores y las universidades en la Edad Media; los estudios humanistas en el Renacimiento que refería en sus programas educativos a la gramática, la retórica, la poesía, la lógica, la filosofía y la metafísica; la vida erudita de los siglos XVII y XVIII de “aquella primera globalización cultural que fue la République des Lettres”; la revolución de las ideas de los siglos XIX y XX con su ideal pedagógico, científico y político; y finaliza con la revisión de “las tensiones que se dieron a nivel institucional entre humanidades y ciencias naturales, físicas y biológicas”.
Esta colaboración entre la UV y la Unipe, por medio de este libro, es la defensa del conjunto de prácticas que forman a las humanidades (textos, traducciones, divulgación) y su organización institucional (bibliotecas, universidades) en un gran diálogo que se extiende por América Latina.
Las humanidades. Notas para una historia institucional, de Pablo Ubierna, es de la colección Biblioteca de la Editorial de la Universidad Veracruzana, 212 páginas, 2021.
