Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
El cuaderno de teatro Tramoya mantiene su vigencia con la publicación de obras de teatro escritas por jóvenes dramaturgos y de piezas teatrales de antaño, nacionales e internacionales, junto con artículos que dan cuenta del arte teatral, esfuerzo editorial que se mantiene gracias al apoyo de la Universidad Veracruzana en un contexto general que dificulta la sobrevivencia de las revistas dedicadas al teatro, sobre todo después del difícil tránsito por la pandemia.
Por eso es de celebrarse que Tramoya haya publicado durante el 2022 sus cuatro números trimestrales en el marco de sus 47 años de existencia.
El número 150 enero-marzo, ilustrado por Abraham Méndez y viñetas de Pepe Maya, se basa en ejercicios de jóvenes dramaturgos de CasAzul Artes Escénicas Argos, escuela formadora de actores que nació en 2001 y que en 2016 impulsó el Máster de Guion y Drama como lo explica Elena Guiochíns en su artículo “Los dramaturgos del siglo XXI”.
La reconocida dramaturga forma parte de la plantilla de docentes de CasAzul y como ejercicio creativo le pide a sus alumnos que hagan una obra donde “reúnen elementos teóricos a partir de su escritura y posteriormente reescritura en escena al dirigir sus propios textos con un elenco profesional”.
En este caso es la resignificación de personajes de una obra del dramaturgo noruego Henrik Ibsen. El ejemplo es Hedda Gabler. De esta propuesta surgieron cinco obras: No soy Hedda, de Paulina Salas, que representa las relaciones citadinas y lésbicas que se diluyen en la ambigüedad; GABLER & Gabler, de Adriano Madriles, la historia de una hija sometida por un padre hostil y autoritario; La tierra de Nod, de Joaquín Moreno López, inspirada en las tías de Jorgen Tesman, marido de Hedda Gabler; La carga sobre mis hombros, de Silvano Xinetl, un viaje al pasado que explora los vínculos familiares de la familia política de Hedda Gabler y; Los demonios del señorito Gabler, de Adolfo Sánchez, un recuento de vivencias entre Jorgen Tesman y Ejlert Lovborg marido y examante de Hedda Gabbler.
Por su parte, Elena Guiochíns presenta su obra Vacío virtual, pieza teatral entre mundos digitales que estrenó en formato virtual la Organización Teatral de la UV.
Cierra la revista con los recuerdos a: Ángel Norzagaray, de Mexicali, (1961-2021), pilar del teatro en el noroeste que estudió en la Facultad de Teatro de la UV que fue actor, director, docente, promotor y funcionario y a; Fernando Martínez Monroy (1964-2021), profesor de la cátedra Luisa Josefina Hernández, quien destacó por su actividad teórica y académica del teatro.
El número 151 abril-junio rescata Las costumbres de antaño o La pesadilla, de Manuel Eduardo de Gorostiza (Veracruz 1789-Tacubaya 1851) prolífico dramaturgo del siglo XIX. Se trata de una obra de un solo acto que se desarrolla en el pueblo de Chinchón, España, donde el personaje don Pedro vive del pasado y trata de evitar el matrimonio de sus sobrinos Félix e Isabel.
De Costa Rica, Melisa Vargas presenta La señora del tiempo, pieza teatral que confronta a mujeres con la soledad y su imposibilidad de establecer relaciones interpersonales y, Maritza Toruño Sequeira, de la Universidad de Costa Rica, escribe el artículo “Un discurso sobre la identidad” que gira en torno al teatro.
Las ilustraciones son de Gerardo Vargas y las viñetas de Pepe Maya.
El número 152 julio-septiembre, contiene Los observadores, del prolífico dramaturgo Carlos Alfonso Nava, quien obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido 2021. La historia que desarrolla es a partir de Sofía, quien en búsqueda de su madre ingresa a un bucle de tiempo donde encuentra más preguntas que respuestas.
Más de 45,000, del mexiquense Aldebarán Casasola Tello, presenta una pieza teatral para reflexionar sobre el tráfico sexual de mujeres y niñas. La obra fue seleccionada para la XXVI Dferia de Artes Escénicas de Donostia, San Sebastián, España.
El lugar seguro, de la xalapeña Estefanía Norato, es una obra que se presentó en el Festival de la joven dramaturgia en Querétaro, en la que se mezcla la ficción con testimonios reales a través de Esther, quien regresa a Xalapa, ciudad de la que huyó por la violencia contra de periodistas.
Cierra el número el artículo de Claudia Gidi “Moliere, el contemplador irónico de las costumbres de su tiempo, en el aniversario de su nacimiento”, con el cual celebra los 400 años del genial Jean-Baptiste Poquelin creador de “un teatro que nos maravilla y divierte al tiempo en que nos hace reflexionar sobre el ser humano y sus pasiones, mientras señala los excesos y extravíos de su época, y de la nuestra”.
La ilustración y las viñetas son de Gerardo Vargas.
Finalmente, el número 153 octubre-diciembre, presenta Un gorila en una jaula de pájaros, del costarricense José Pablo Umaña, quien expone los conflictos de una familia disfuncional formada por una madre alcohólica, un hijo que resiente la falta de afecto de su familia y un hermano drogadicto y travesti que se prostituye.
En el género del microteatro (15 minutos, en 15 metros cuadrados para 15 espectadores), de nueva cuenta Carlos Alfonso Nava hace su aparición en Tramoya con sus creaciones Impanación, Souvenir y Tres Marías.
Incluye también la obra Falcón un sueño que danza, de Eduardo Contreras Soto, es una obra de dos actos, un prólogo y un epílogo escrita en 2012 basada en la vida del bailarín Philip Mosley. La portada es de Pepe Maya y las viñetas de Robin Matus.
El cuaderno de teatro Tramoya es de la Universidad Veracruzana. Sus números se pueden adquirir en Xalapa en la librería Hyperión, cuenta con envíos a todo el país
