Universidad Veracruzana

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La experiencia del amor

Corre, lee y dile

Por Germán Martínez Aceves

El amor es inherente a la humanidad. Felicidad y tristeza, placer y dolor, arrebato y desapego, pasión y odio, erotismo y frialdad, posesión y desapego, luz y sombra, un mundo platónico o una cruda realidad, y así se pueden buscar miles de significados que giran como en un bucle eterno que se pierde en el infinito entre el querer, el sufrir y el amar entre todos y cada uno de los habitantes del planeta.

En su apasionante trabajo de editores, los creadores del Taller Editorial Gris Tormenta (mejor nombre no podía haber para declarar el amor a los libros) un día encontraron confluencia de ideas escritas sobre el amor entre sus autores de edades mayores.

La experiencia por esos caminos los llevó a plantearse las siguientes preguntas: “¿una larga vida significa perspectiva y sabiduría en el amor?, ¿la experiencia nos puede ayudar a reconocerlo o definirlo?, ¿pueden los escritores, a través de la literatura, revelar su esencia?, ¿somos parte de sociedad ‹del desamor› que ha fallado en sus modelos para aprender a amar?”.

Así se dieron a la tarea de convocar a once autores en búsqueda de las respuestas, estos fueron: Julian Barnes, Carmen Boullosa, Natalia Ginzburg, Elvira Hernández, bell hooks, Eduardo Milán, Leonardo Padura, Nélida Piñón, George Steiner, Mark Vernon, Raúl Zurita y Francisco Segovia, quien hizo el prólogo.

El resultado fue el libro La experiencia del amor. Tentativas y miradas interiores a lo largo de una vida, coeditado con la Editorial de la Universidad Veracruzana, en el que trazaron cuatro vertientes para conocer el pensamiento y el sentir de los escritores: Escenario, Consideraciones, Maduración y Recuerdo.

En la primera, el escritor y psicoterapeuta inglés Mark Vernon abre la expresión de ideas con el ensayo: “¿Qué es el amor?” (traducción de Sharbel Pimentel), donde acude a los filósofos griegos, grandes pensadores sobre el amor, para plantear que este afecto no puede interpretarse como algo individual y unificado sino como un nuevo sentido de la variedad de experiencias del amor.

A continuación, bell hooks (escritora estadounidense que tomó el nombre de su abuela y lo escribe con minúsculas) presenta “Amor, estado de gracia” (traducción de María José Viejo) reflexiona sobre un grafiti que encontró en la Universidad de Yale que decía: “Seguimos buscando el amor aun cuando todo parezca perdido”. Con su punto de vista crítico sobre los procesos culturales de la vida, concluye que hay una decepción cuando se descubre que la naturaleza del amor no tiene sentido cuando se aplica a la vida cotidiana.

En el apartado Consideraciones, cuatro poetas tienen en cuenta sus experiencias: el uruguayo Eduardo Milán, en “Del verano del amor al invierno de quien lo dice” nos sitúa en el amor libre de la década de los 60 que transita entre dictaduras y movimientos socio-culturales y que ve destrozados los sueños libertarios con la llegada del neoliberalismo y el amor es lo que sostiene el fondo, “el subsuelo de la poesía”.

La chilena Elvira Hernández transita su camino por el pasado en “Endebles pasos tras el anagrama de Roma” y se pregunta si algún tipo de amor sobrevive en nuestros días, ya sea un día o algunos años, “en un intervalo con un toque de felicidad”.

El chileno Raúl Zurita, en “Cuatro brevísimos ensayos sobre el amor”, con su intensidad poética traza los designios del sentimiento amoroso momentáneo o sin fin y

sentencia: “Frente a la imagen de un Dios todopoderoso, prefiero infinitamente la de un Dios que es débil por amor. Que es capaz de ir contra sus propias leyes por amor”.

Y la mexicana Carmen Boullosa, con su ingeniosa manera de escribir, nos ofrece el ensayo lúdico “La mujer que tocó la flauta” en el que analiza un verso de Silvina Ocampo (¡Si tengo un corazón es para que arda!) para hablar de la literatura amorosa, el significado de sus conceptos y sus posibilidades en el léxico.

En el grupo de ensayos que se encuentran en Maduración, el escritor cubano Leonardo Padura presenta “Y es que nos amábamos tanto” (paráfrasis del título de una película de Ettore Scola) en el que el amor que vive desde la experiencia cubana pasa por su relación de pareja, la literatura y la escritura “y con ese amor entrar en el espacio de la más imperturbable libertad, donde ya no existen los miedos ni las tensiones, solo una terrible eternidad”.

Nélida Piñón, escritora brasileña, escribe una “Carta de amor e ira” con los recuerdos del pasado, las inquietudes del presente y los riesgos del futuro.

El filósofo George Steiner, dilucida sobre la “Amistad, homicida del amor” (traducción de Laura Emilia Pacheco) donde considera que la amistad entre mujeres y hombres es una condición privilegiada pues “los amantes no son amigos”.

Finalmente, en Recuerdo, la escritora italiana Natalia Ginzburg cuenta sobre “Él y yo”, (traducción de Celia Filipetto) y nos lleva a la relación con su marido, cotidiana y compleja, que trasciende más allá del amor y; el escritor inglés Julian Barnes, aborda en “La pérdida de profundidad” (traducción de Jaime Zulaika Goicoechea) el quebranto por la ausencia del ser amado.

La experiencia del amor. Tentativas y miradas interiores a lo largo de una vida, con textos de Julian Barnes, Carmen Boullosa, Natalia Ginzburg, Elvira Hernández, bell hooks, Eduardo Milán, Leonardo Padura, Nélida Piñón, George Steiner, Mark Vernon y Raúl Zurita, con prólogo de Francisco Segovia, es una coedición de Gris Tormenta y la Editorial de la Universidad Veracruzana, 178 páginas, 2022. Se puede adquirir en Xalapa en la librería Hyperión, cuenta con envíos a todo el país.

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Fecha: 17 abril, 2024 Responsable: Editorial Contacto: direccioneditorial@uv.mx