Entre nostálgicos y futuristas, 25 años de Colección
Pedagógica Universitaria
 

Ana Ester Eguinoa


Antecedentes

Cumplir 25 años de haber fundado la revista Colección Pedagógica Universitaria ha sido posible por la permanencia de las instituciones y la constancia de los hombres que la supieron mantener no sólo con vida sino, especialmente, con un alto nivel de calidad. Durante estos años, la revista se ha interesado en concentrar los pensamientos, las propuestas y las ideologías que, sobre educación y disciplinas afines, han venido sistematizado tanto especialistas nacionales como extranjeros con el interés de hacer llegar a los investigadores, a los maestros y a todos aquellos comprometidos con el quehacer pedagógico, el qué y el cómo de este polisémico campo que es la educación.

    Hablar de la Colección es hacer un poco de historia. Historia que está ligada a este país, a esta Institución y que se remonta al año de l975 cuando siendo directora del Centro de Estudios Educativos (hoy Instituto de Investigaciones en Educación) planteé la necesidad de iniciar una publicación destinada a concentrar los trabajos de los investigadores y de los maestros de la Universidad Veracruzana, como así también de otras instituciones académicas nacionales y extranjeras. Un grupo de especialistas destacados en su campo, fue invitado a integrar el Comité Editorial. Era consciente, no obstante, que para alcanzar un objetivo tan atrayente, incluso ambicioso, se requería del esfuerzo conjunto. Pero, si en un principio no era posible abordar objetivos demasiados amplios, sí se podría, por una parte, dar una imagen de lo que estábamos realizando y, por otra, ofrecer la ocasión de unir nexos intelectuales con especialistas de distintas latitudes, con distintos usos y costumbres, pero ligados a un fin común: la formación del hombre, de las futuras generaciones. Así, el Comité quedó integrado por Aureliano Hernández Palacios, Enrique Moreno y de los Arcos, Alberto Espejo, Jorge Ruffinelli, Octavio Domínguez Ruiz y Eileen Strayker. Bajo mi dirección, nos dimos a la tarea de que se publicara un primer número, en enero de l975, titulado Taller universitario de la comunicación escrita. La aparición de este texto cumplió un doble propósito: abrir un espacio editorial en el campo de la educación en la Universidad Veracruzana e iniciar el trabajo en una línea de investigación hasta el momento vigente en el Instituto: el lenguaje y la educación. Hoy, al hacer un recuento de lo sucedido a lo largo de estos años, podemos hablar de tres etapas (1975-1980, 1980-1990, 1990-2000) de Colección Pedagógica, en cuanto hace al proceso de su vigencia editorial.
 

1975-1980 1

En la primera etapa, en la que se editaron diez números, nos propusimos publicar una revista competitiva en el campo de la educación que, sin ser la única, pudiera abrir un espacio académico y de reconocimiento frente a otras publicaciones a nivel nacional: Revista de Educación Superior de la Anuies, Revista del Centro de Estudios Educativos A. C., hoy Revista Latinoamericana de Educación, entre otras.

    En esta época, los números editados analizaban la relación entre la teoría pedagógica y los diferentes campos discursivos, la práctica académica, la función del alumno, la realidad del aula, los diferentes enfoques didácticos, las metodologías de enseñanza, etcétera. Cabría señalar que cada número se estructuró con relación a distintos acercamientos teórico-metodológicos, lo cual nos permitió abrir un amplio espacio para la confrontación de ideas, el conocimiento de diferentes propuestas metodológicas y la diversidad de enfoques y opiniones que ofrecían tanto los investigadores como los docentes.

    El objetivo sobre el que giraba la conformación de cada uno de los volúmenes, era el de situar puntos de vista destacados y esbozar las ideas más actuales de lo que se estaba investigando en el campo educativo. Es así como se publicaron artículos de autores nacionales, latinoamericanos y europeos, los cuales reflejaban el tratamiento de los temas educativos, desde los más teóricos y conceptuales hasta los que analizaban la práctica educativa cotidiana. Conviene destacar que si bien la intención no es hacer un análisis detallado de lo editado, sí se busca indicar que la diversidad de enfoques, de problemáticas analizadas, de estilos de pensamiento ponen de manifiesto lo se investigaba, se proclamaba en la transición de la década del setenta al ochenta.
 

1980-1990

Una segunda etapa está íntimamente relacionada con los cambios y modificaciones que se operan en el Centro de Estudios Educativos al convertirse en Instituto de Investigaciones en Educación, cuya consecuencia fue un aumento del número de investigadores y, por lo tanto, una reorganización en los modos de trabajo, entre ellos, una nueva política de la actividad editorial: modificación del Comité Editorial, integrado la totalidad de los investigadores. A pesar de todo estos cambios, los objetivos planteados desde los inicios de la publicación estuvieron vigentes: mantener y ampliar el espectro de temáticas que abordaran el fenómeno educativo.

    Durante este periodo, se pone de manifiesto una diversificación de las temáticas debido a que en el Instituto se inician otras líneas de trabajo tales como: políticas de ingreso a la universidad, diseño curricular, formación docente, manteniéndose la del lenguaje y la educación en dos vertientes: lengua materna y lenguas indígenas. El conjunto de artículos publicados evidencian en qué medida el pensamiento pedagógico se va diversificando, va sufriendo cierto número de innovaciones por la influencia de campos disciplinarios como la psicología dinámica, la psicolingüística, la sociolingüística, la pedagogía institucional y posiciones críticas derivadas del marxismo que orientan, desde otra perspectiva, no sólo la teoría sino también el trabajo pedagógico en el aula. Asimismo, cabe destacar, en esta etapa, el cambio en las políticas académico-universitarias (SNI, estímulos al desempeño académico, etcétera), que condujeron a una mayor toma de conciencia por parte de los investigadores y de los docentes sobre la necesidad de publicar, de difundir sus investigaciones, sus experiencias en el aula. Así, artículos sobre filosofía del lenguaje y de la ciencia, modelos sobre docencia, constructivismo, psicolingüística de la escritura, formación de maestros, adquisición de la lengua materna, segundas lenguas y lenguas indígenas, vinculación docencia e investigación, currículum, van conformando las páginas de otros tantos números de la Colección. Si analizamos con detalle los números editados, se detecta la ausencia de tópicos no investigados, como el de la teoría pedagógica, la educación preescolar, la educación secundaria, la tecnológica, la de adultos, por citar si no cuatro campos temáticos.
 

1990-2000

Un tercer periodo se inicia a partir de 1990 cuando se realizan cambios en el diseño y se edita el primer número doble: 20-21, que reúne trabajos teóricos (psociolingüística, sociolingüística y bilingüismo), resultados de investigaciones en lengua materna y segundas lenguas y, por primera vez, se incluyen reseñas. A partir de este volumen, se transparenta la característica más constante de la revista: ser un espacio interdisciplinario de los diversos campos del conocimiento que analizan el fenómeno educativo (sociolingüística, psicolingüística, teoría de la recepción, etcétera). Estos artículos son material bibliográfico de un rigor sistemático de alta calidad en el campo pedagógico.

    Con la participación entusiasta y el trabajo permanente del Comité Editorial, en el año 1997, de acuerdo con las nuevas exigencias institucionales y de las publicaciones nacionales especializadas, se reorganiza la actividad editorial al apoyarse en figuras más sólidas y, por lo tanto, con funciones más específicas: el consejo editorial externo, la comisión editorial y el editor. El primero conformado por reconocidos especialistas de instituciones educativas nacionales y extranjeras. En la elección de estos destacados especialistas nos guiaron criterios estrictamente académicos: Fátima Cunha Ferreira, Julieta Haidar, Rebeca Barriga, Patricia Ducoing, Germán Alvárez Mendiola, Sylvie Didou y Carmen Blázquez Domínguez.

    Por su parte, la Comisión Editorial y la figura del editor quedó integrado por investigadores del Instituto quienes asumen el compromiso no sólo de cumplir y ampliar los objetivos, sino el de ingresar con mayor fuerza en el competitivo campo editorial nacional e internacional.

    Durante estos años son publicados diez números, cuyas temáticas son de diferente índole, de tratamiento diverso, entre las que podemos citar: teoría del discurso, globalización y procesos de modernización educativa, prácticas discursivas, metodología sobre campos específicos del conocimiento: matemáticas, arquitectura, medicina, inteligencia artificial, lingüística y semiótica.
 

Después de 25 años

El tiempo pasó tan rápidamente y hoy, nuevamente, tengo la tarea —desde otra visión— de hablar de la revista; de otra nueva etapa que inicia con la aparición del número doble 32-33. Número de aniversario con el que con mayor entusiasmo se quiere promover y difundir el trabajo docente-investigativo en el campo de la educación y disciplinas afines para, de esta manera, compartir nuestros intereses, nuestras propuestas. En una palabra, lo que como Institución y como sujetos comprometidos con el quehacer educativo estamos realizando para beneficio de la educación del nuevo siglo. Hoy, al igual que antaño, nuestros colaboradores ponen de manifiesto la vigencia de los diferentes campos y enfoques del fenómeno educativo.

    Iniciar y mantener esta comunicación entre especialistas de diferentes disciplinas ha requerido de mucha paciencia , constancia y esfuerzo de quienes hemos estado pendientes de la aparición de la revista. Hoy, podemos indicar, que la casi totalidad de los artículos fueron escritos originariamente pensando en la revista y en los lectores. Esperamos que no sólo la lean académicos, sino un mayor número de lectores que desean conocer más detalladamente qué se está investigando en educación.

    Antes de concluir , me gustaría agradecer a todos los que directa o indirectamente han colaborado a lo largo de estos 25 años como coordinadores, miembros de los diferentes Comités Editoriales o Comisión Editorial; a los investigadores que nos apoyaron para hacer posible la publicación de este número de aniversario con el que hemos empezado una cuarta etapa. A Myra Landau, quien aportó su creatividad al ilustrar los primeros 19 números de la portada de la revista y a Rosalinda Band, a cuyo cargo estuvo el diseño de la de los números 20 al 30. Asimismo, a René Sánchez García quien se encargó, silenciosamente y durante mucho años, de la actividad que hoy realiza el editor. En una palabra, a todos los que participaron e hicieron posible que Colección Pedagógica Universitaria haya podido cumplir tan importante función de divulgación del conocimiento pedagógico.

    No retengo al lector por más tiempo para que él mismo, a partir de su lectura, pueda valorar lo que hemos realizado. Ahora dejo la palabra a los diez autores, cuyos textos están orientados a la búsqueda de una educación diferente, de un aprendizaje innovador, de una enseñanza transformadora.
 
 
 

    1 Véase como anexo el índice general donde se registran los artículos y reseñas publicados hasta el momento en Colección Pedagógica Universitaria.
 


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