LA VOZ Y LA MIRADA. TEORÍA Y ANÁLISIS
DE LA ENUNCIACIÓN LITERARIA

María Isabel Filinich, 1ª edición, México/Puebla: Plaza y Valdés/ UAP/UI, 1997; primera reimpresión, México/Puebla: Plaza y Valdés/ UAP, 1999.



 
 

Aída Nadi Gambetta Chuk*

 
 
 

La reciente reimpresión de este libro, cuya primera edición se agotó en el término de un año, es muestra no sólo del interés que ha despertado entre estudiosos de la literatura sino también del vacío que el texto ha venido a llenar. En efecto, los trabajos sobre teoría literaria desde una perspectiva contemporánea del lenguaje y la significación, son escasos en lengua española.

    El libro de María Isabel Filinich, La voz y la mirada, reflexiona profunda y cuidadosamente sobre la práctica y la función narrativas. La frescura —condición lamentablemente poco frecuente en este tipo de textos— proviene de una lectura atenta e inteligente de teorías narratológicas y sus consecuencias metodológicas. Se trata de un desarrollo crítico sobre teorías y críticas narratológicas, impecable e implacable. Impecable porque la autora piensa agudamente los problemas teóricos y no los acepta como evidentes a menos que posea una rotunda convicción sobre ellos. Implacable porque, aunque se trate de autoridades directrices y muy respetadas— Genette, por ejemplo— Filinich no deja de advertir, cuando las hay, ausencias o imprecisiones o dificultades para  llevar al análisis las propuestas teóricas.

    La voz y la mirada combina dos direcciones que se presuponen recíprocamente: la teórica, en cuanto plantea y replantea problemas teóricos sobre la narración, y la didáctica, en cuanto logra análisis narratológicos brillantes sobre textos de literatura hispanoamericana, sin sojuzgarse nunca a la servidumbre teórica literaturicida, en ese deleznable tipo de análisis que termina destrozando la obra literaria o, lo que es peor, convirtiéndola en un mero pretexto del afán analizador que, no pocas veces, cae en un reduccionismo que pretende evidenciar lo indiscutiblemente obvio. Aquí se evitan, airosamente, la práctica reduccionista y los excesos teóricos, Escila y Caribdis del proceloso mar de los estudios literarios. Los textos son analizados mediante exposiciones claras, respetando su esteticidad en el delicado y difícil equilibrio entre las propuestas metodológicas y las consideraciones estéticas de autor y de época, sin olvidar jamás el carácter primordialmente disfrutable del texto literario, aún cuando éste contenga y potencie muchos otros saberes y valores.

    Voz y mirada son prácticas hegemónicas del arte occidental y consecuentemente del discurso que las estudia. Nunca más que ahora, al final del siglo XX, el arte y la literatura exhiben sus códigos en el prodigio artístico que es ocultar y revelar. El camino de las pruebas que el héroe debe recorrer se hiperboliza, para quien lee, en el especular periplo del relato literario, lugar de delectación y de incógnita. En este sentido, La voz y la mirada es una vía de desentrañamiento que descubre el actual cómo narrar sobre el tradicional qué narrar, preferente para los siglos pasados.

    La estructura del texto posibilita una lectura canónica, de principio a fin, que sigue el desarrollo de las sistematizaciones cognoscitivas y los respectivos cuestionamientos, pero también permite una lectura por temas, para investigar problemas narratológicos o despejar dudas ad hoc. Funciona, así, como un vademecum para los interesados en los estudios literarios.
El índice es ilustrativo del mapa narratológico revistado: Capítulo I: La enunciación narrativa, Capítulo II: Articulación de historias y de situaciones narrativas, Capítulo III: Modos de enunciación de la historia, Capítulo IV: Las formas de articulación de discursos, y Capítulo V: La situación narrativa: percepción y voz. Llamo la atención sobre este último capítulo, conclusivo y particularmente iluminador, que se ocupa del punto de vista y de la voz narrativa de manera teórica, y concluye con el acertado análisis de “Macario”, de El llano en llamas, de Juan Rulfo.

    El libro tiene la virtud de ser un texto accesible tanto para estudiantes como para maestros, conjunción que se produce excepcionalmente y que, en este caso, se da, por una parte, merced al rigor conceptual y a las nomenclaturas comparadas y discriminadas según la autoría que las sustenta y, por otra parte, merced a la nitidez de la exposición y a un estilo depurado y ágil. Cabe señalar, además, el sólido aparato crítico, es decir, una bibliografía rica y bien seleccionada y su uso adecuado y efectivo.

    Es, entonces, un lugar de coincidencias y de posibles discusiones para los lectores especializados y una guía confiable para los lectores recién iniciados en los estudios narratológicos.

    Así, este libro se entrega a las perspicaces miradas y a las voces comunicantes de los múltiples lectores que ejercerán el desideratum celebratorio de todo texto teórico o teórico-práctico: la interlocución crítica.
 
 
 
 

* Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Puebla.


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