20/03/18, Xalapa, Ver. En Europa existen 250 especies de orquídeas. En España hay 133, 9 subespecies, 10 variedades y 5 formas. En Cataluña hay 82 especies, 5 subespecies, 4 variedades y 4 formas. Todas ellas son terrestres. Las orquídeas en Cataluña están dimensionadas de acuerdo al tamaño de los insectos que hay en la zona.
En cuanto a las estrategias de polinización, Brú comenta que hay diferentes estrategias. Hay especies que tienen néctar para ofrecer a los insectos que las visitan. En cambio algunas otras simulan presencia de néctar sin tenerlo, pero los insectos llegan engañados y polinizan. Otras simulan el abdomen de la hembra de un insecto y además se cree que producen cierta feromona que atrae a los insectos macho, ocasionando que éstos lleguen a pasar de largo de la hembra real por responder al llamado de la orquídea. En otros casos las orquídeas tienen autopolinización; se cree que en el caso de una de las orquídeas que se autopolinizan (Ophrys apifera) es debido a que la especie de insecto que lo hacía ya no se encuentra en la zona. En el caso de algunas especies, conocidas como Dactylorhizas, tienen muchas particularidades, son de tipo más alpino, se encuentran hasta los 1600 a 1800 metros sobre nivel del mar y presentan características de interespecies, es decir, se puede confundir fácilmente entre dos especies; incluso algunos autores hablan de híbridos de tercera o cuarta generación en este género (es decir hibridación entre híbridos).
Uno de los contratiempos para el estudio de las orquídeas en la región de Catalunya es el tamaño, hay especies que se confunden en el suelo y por su tamaño, se puede perder mucho tiempo en tratar de ubicarlas.
Para España, en el caso de algunas orquídeas que están protegidas, existen algunas medidas de seguridad estrictas para su observación. En concreto para la Cypripedium calceolus, una de las orquídeas más amenzadas de toda Europa, hay zonas préviamente establecidas en las que los visitantes pueden acceder bajo supervisión, pero son zonas previamente designadas bajo todo un esquema legal. En ellas hay vigilancia permanente durante el día en los períodos de floración, para gestionar el tráfico de visitantes y evitar que se acceda a las zonas de conservación de la población.
