El Chicahuastle:
un árbol endémico de Jalcomulco
Olivia Margarita Palacios Wassenaar
Los recursos bióticos silvestres provenientes
de la vegetación natural constituyen una
fuente muy importante de productos útiles
para los pobladores locales y brindan múltiples
servicios ambientales. Gran parte de estos
recursos se desconocen, han sido escasamente
estudiados o son subutilizados.
La destrucción de la vegetación natural
debida a las actividades humanas se está llevando
a cabo a un ritmo inusitado; mientras
tanto, el avance en los estudios sobre las especies
que hay en los ecosistemas afectados es
muy lento. Con la desaparición de los ecosistemas
se pierden especies con potenciales
insospechados en cuanto a su utilidad, muchas
de las cuales son endémicas, esto es, que solo
viven en un ámbito geográfico reducido y no
se hallan de forma natural en ninguna otra
parte del mundo.
México es un país considerado con una
enorme diversidad, tanto en sus recursos biológicos
como en su acervo cultural, y entre los
estados con mayor diversidad de especies se
encuentra precisamente Veracruz. Además, en
virtud de sus características, únicas en cuanto
a la diversidad de sus paisajes, en Veracruz se
registran más de 120 especies endémicas, la
mayoría de las cuales se encuentra amenazada
por la destrucción de su hábitat.
La desaparición de una población en un
ecosistema constituye una pérdida irreparable,
más todavía en el caso de las especies
endémicas, ya que no existe ninguna posibilidad
de reinsertarlas en su hábitat natural, dado
que no existen en otra zona geográfica. Por
ello, resulta de vital importancia promover el
estudio de los ecosistemas y de las especies
–en particular las endémicas– a fin de registrar
la información sobre ellas, fomentar su conocimiento
y proporcionar las bases para su uso
sostenible.
Jalcomulco: un municipio muy diverso
Jalcomulco se ubica en el centro del estado
de Veracruz y se caracteriza por la belleza y
diversidad de sus paisajes, por lo que se ha convertido en un importante destino turístico
nacional y extranjero. Esta diversidad de paisajes se
debe a una combinación única de factores geográficos,
geomorfológicos, topográficos, hidrológicos
y climáticos que generaron, a través del tiempo,
una diversidad ecológica singular. Estas características
han permitido el establecimiento de al menos
seis comunidades vegetales: selva mediana subperennifolia,
selva mediana subcaducifolia, selva baja
caducifolia, palmar, encinar y vegetación de galería.
Además, existe la vegetación secundaria generada
por la alteración de estas comunidades vegetales y
las zonas de transición entre ellas. La gran riqueza
y diversidad florística está representada por 1,229
especies de plantas vasculares reportadas en la zona,
distribuidas en 610 géneros y 134 familias.
Los tipos de selva se diferencian entre sí,
principalmente por las condiciones del clima
y el suelo que favorecen el establecimiento
de árboles de distintas alturas y grados en
que pierden su follaje en una época determinada.
En los lugares más húmedos predominan
los árboles cuyo follaje es permanente, y
a medida que la humedad disponible disminuye,
aumenta la proporción de árboles que
pierden sus hojas en algún periodo del año,
como ocurre en la selva baja caducifolia.
El chicahuastle
En los parches remanentes de selva mediana
subcaducifolia de Jalcomulco existe un árbol
conocido localmente como chicahuastle, el
cual es utilizado por los habitantes de esa
zona por la dureza y resistencia de su madera.
De esta característica proviene su nombre de
origen náhuatl: chicáhuac (fuerte, recio).
Sus troncos y ramas, largos y delgados, son
utilizados principalmente como vigas para el
techo de las viviendas. También, su madera
se utiliza como leña y los habitantes locales
refieren algunos usos medicinales de la
corteza, pero se necesita hacer más estudios
para verificar tal afirmación.
El chicahuastle fue descrito por Gonzalo
Castillo Campos y D. Lorence en 1985. Pertenece
a la familia Rubiaceae y se le aplicó el
nombre de Antirhea aromatica. El término “aromática”
se refiere al aroma fuerte y agradable
de sus flores y frutos. Es un árbol que puede
alcanzar más de 25 metros de altura y se han
encontrado individuos con troncos de más de
un metro de diámetro.
Hasta hoy, esta especie ha sido hallada
solo en los alrededores de Jalcomulco, por
lo que se considera endémica de la zona y
con un rango de distribución muy restringido.
Tal característica, aunada a la desaparición
de su hábitat por la deforestación
practicada para las actividades agrícolas y
ganaderas, hace que en el Libro Rojo de la
IUCN la especie se encuentre reportada en
peligro de extinción.
Las poblaciones de chicahuastle en
Jalcomulco y Coetzalan están gravemente
amenazadas, y la proporción de árboles
cortados supera el 80%, al menos los
encontrados en las cercanías de esas localidades.
Los individuos sobreviven a los
cortes gracias a su considerable capacidad
de regeneración. Sin embargo, solamente los árboles con ramas altas, que alcanzan a
exponerse al sol, tienen flores y frutos, por lo
que la supervivencia a largo plazo de la especie
podría estar en riesgo si no se establecen
las medidas convenientes para su protección y
uso sostenible.
Es urgente, por ello, que se hagan estudios
sobre su biología reproductiva, se difunda el
conocimiento sobre esta especie y se formulen
estrategias para su conservación y uso sustentable,
esto con el apoyo y la participación
de las comunidades locales.
Para el lector interesado:
- Castillo C., G. (1995). Ecología del
paisaje del municipio de Jalcomulco,
Veracruz. Tesis de Maestría. México:
Universidad Nacional Autónoma de
México.
-
Castillo C., G. y Lorence, D.D.H.
(1985). Antirhea aromatica (Rubiaceae,
Guettardeae), a new species from
Veracruz, Mexico. Annals of the Missouri
Botanic Garden, 72, 268-271.
Castillo C., G., Medina A., M.,
-
Dávila A., P. y Zavala H., J. (2005).
Contribución al conocimiento del
endemismo de la flora vascular
en Veracruz, México. Acta Botánica
Mexicana, 73, 19-57.
-
Sosa, V., Vovides, A. y Castillo C., G.
(1998). Monitoring endemic plant
extinction in Veracruz, Mexico.
Biodiversity and Conservation,
7, 1521-1527.
-
Vovides, A.P., Luna, V. y Medina,
G. (1997). Relación de algunas
plantas y hongos mexicanos raros,
amenazados o en peligro de extinción
y sugerencias para su conservación.
Acta Botánica Mexicana, 39, 1-42.