Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Lévi-Strauss y la función primaria de la escritura

«Uno de los fenómenos invariablemente presentes [con la aparición de la escritura] es la formación de ciudades e imperios: la integración en un sistema político, es decir, de un consideranble número de individuos, y la distribución de esos individuos en una jerarquía de castas y clases… [La escritura] Parece favorecer la explotación y no el esclarecimiento de la humanidad. Esta explotación hizo posible reunir a los trabajadores por millares y fijarles tareas que los agobiaron hasta los límites de su fuerza. Si mi hipótesis es correcta, la función primaria de la escritura, como medio de comunicación, es facilitar la esclavitud de otros seres humanos. El uso de la escritura con fines desinteresados, y con vistas a satifacer el espíritu en el campo de las ciencias y las artes, es un resultado secundario de su invención (y tal vez no sea sino una manera de reforzar, justificar o disimular su función primaria).» Claude Lévi-Strauss (1961).



CAPES, un modelo nacional de superación académica y científica

En Brasil crearon la CAPES (Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior) para alentar el mejoramiento y desarrollo de la educación superior en ese país. Uno de los esfuerzos más destacados de CAPES, para democratizar el acceso a la información científica por parte de todos los estudiantes de nivel superior (licenciaturas, maestrías y doctorados), se realiza a través del llamado Portal de Periódicos, el cual brinda acceso a millones de artículos científicos a texto completo y a decenas de miles de títulos de publicaciones periódicas registradas en bases de datos multidisciplinarias y especializadas, mismas que dan sustento a la actividad de investigación científica y a la docencia en el nivel superior. Lo más interesante de todo es que el acceso a tales fuentes de información está garantizado para los estudiantes de ese nivel de todo el país. En el año 2007, tan sólo, se contabilizaron en el Portal de Periódicos más de 155 mil accesos diarios y la descarga de 18 millones de artículos a texto completo realizada por más de 3 millones de usuarios.
No obstante, cualquier ciudadano puede realizar consultas en el portal. Para ello, los habitantes de Brasil deben acudir a alguna de las bibliotecas de las instituciones participantes en CAPES, en su lugar de residencia. Para ver la lista de instituciones participantes, se puede consultar la lista que aparece en www.periodicos.capes.gov.br. El Portal de Periodicos da CAPES tiene como usuario fundamental a la comunidad científica y tecnológica brasileña. Es un instrumento valioso para alcanzar la excelencia académica de las instituciones de enseñanza e investigación en ese país. Las instituciones que participan en dicho portal fueron seleccionadas considerando la misión de CAPES, de promover la elevación de la calidad de la enseñanza superior, a través del fomento al posgrado.
Cabe destacar que en el Portal de Periódicos de CAPES, se ofrece un enlace al portal Dominio Público, que es una biblioteca digital de recursos predominantemente en portugués, basada en software libre a la que se tiene acceso desde todo el mundo, desarrollada por el gobierno federal brasileño.



Sociedad del conocimiento o sociedad de la ignorancia

En México casi no leemos (se leen menos de 3 libros al año, en promedio), pero casi todo mundo ve la televisión.
Nuestro sistema educativo está basado en el uso de un libro -el libro de texto gratuito- del cual se adquieren miles de ejemplares y se utiliza lo mismo en la montaña que en la costa, en comunidades urbanas y rurales; ésto, mientras miles de bibliotecas públicas municipales siguen añejando sus acervos y atendiendo a usuarios en edad escolar, con colecciones que poco o nada reflejan las realidades cotidianas de los habitantes a los que supuestamente sirven.
En México ha avanzado en los últimos años, sí, la penetración de las nuevas tecnologías de la información en todos los ámbitos de la vida; pero a altos costos y a bajas velocidades, y aún no se garantiza el acceso de la mayoría de la población a las mismas, salvo la de más altos ingresos y nivel educativo.
La brecha digital y la brecha de capacidades ha creado un grupo reducido de info-ricos y una enorme, gigantesca, masa de info-pobres. Se destinan enormes recursos al pago de salarios de maestros y burocracia educativa, pero casi no hay recursos para dotar bibliotecas, laboratorios y centros de cómputo no sólo en las grandes ciudades, sino en las zonas rurales.
Ante este panorama, injusticias y abusos de todo tipo están a la orden del día: en el orden doméstico -violencia intrafamiliar, desamparo de adultos mayores, drogadicción, etc.- económico -desempleo, subempleo, explotación, retroceso en conquistas laborales que tardaron uno o dos siglos en alcanzarse, precariedad laboral- político -defraudación electoral, compra de votos, uso de recursos públicos con fines electorales, campañas masivas improvisadas para la promoción de una democracia representativa, honeroso funcionamiento de instituciones electorales, etc.- y cultural -escaso desarrollo educativo, baja productividad científica, escasa innovación científica y tecnológica, fuga de cerebros.
Es mucho lo que hay que hacer aún en todos los ámbitos de la vida nacional, especialmente en el terreno de la educación, si se considera que una población informada, educada y dotada con acceso a bienes culturales como las bibliotecas y las redes de información, y a través de éstos, capaz de aprovechar la cultura universal, debe ser capaz de identificar sus problemas, de agruparse, organizarse y resolver democráticamente sus problemas, descubriendo o en su caso inventando las soluciones, respondiendo de manera creativa a los retos de la crisis económica, de seguridad y moral que vivimos día con día.
México puede optar por el camino de la sociedad del conocimiento o seguirse hundiendo por el camino de la sociedad de la ignorancia, pero lo que no es posible es: pensar que no estamos eligiendo, día a día, alguna de esas dos opciones.
La primera alternativa conlleva participación, voluntad de cooperar, responsabilidad y sacrificios, sobre todo de parte de aquellos que hasta ahora se han beneficiado más de las condiciones ancestrales de explotación, injusticia y pobreza.
El segundo camino es el camino actual, el camino de la inercia, de cantar loas a los supuestos avances que no se ven por ningún lado, es el camino por el que se siguen repitiendo los mismos patrones institucionales, personales y colectivos de siempre: privilegiar el interés personal, por sobre el interés colectivo, anteponer el interés por el futbol a la preocupación por el funcionamiento de nuestra democracia, de los órganos que supuestamente deben procurar la justicia, de los sistemas educativo y de salud. Optar por la distracción y el entretenimiento, frente a la cruenta realidad laboral de millones de trabajadores con bajísimos salarios y mermado poder adquisitivo, en una situación de plena carestía e inflación, que no puede velarse ni con cifras oficiales.
Sobre todo en lo educativo, urge la participación de los padres de familia para asegurar la calidad y pertinencia de los contenidos educativos con que se forman sus hijos,  a ellos debería preocuparles de manera sobrada si realmente esos contenidos les serán útiles en 10 o 20 años, cuando ya estén incorporados de lleno en la vida económica, cultural y social del país
¿Podemos seguir hablando de México, como de una nación soberana e independiente, mientras nos abruma el número de analfabetas funcionales, que saben leer y escribir, pero no leen ni escriben?
Recientemente, a propósito de la enseñanza de la historia en la educación básica, se ha considerado el papel tradicional que juega ésta, como asignatura basada en la mera repetición y memorización de hechos y nombres y fechas sin significado.
Pero la historia como dato descarnado ¿qué es, de qué y a quién sirve? En cambio, consideremos la vivencia del presente como historia, y la reencarnación de las luchas y tropiezos del pasado en el momento actual -a través del museo, el documental, el cine o el teatro-, y como parte de la vida que corre: ¿cuántas lecciones de esfuerzo y altruísmo, de tenacidad y heroísmo puede darles a las nuevas generaciones? ¿Quién y cómo, nos enseña la historia, y a qué fines sirve esa forma de hacernos concientes de nuestro propio pasado? ¿A qué pasado podemos aspirar sin archivos debidamente organizados y con las magras colecciones de la mayoría de nuestras bibliotecas públicas y escolares -cuando las encontramos?
¿Cómo podemos los mexicanos ser concientes de nuestro pasado, si la historia está escrita en libros y éstos no forman parte de los objetos con los que convivimos diariamente?
¿Por qué no hay una red nacional de museos-bibliotecas, adonde objetos de nuestra historia antigua y reciente, así como documentos y sobre todo libros, puedan ser vistos, explorados o palpados por los niños y los jóvenes, para hacerlos concientes de su origen, más allá de lo singular, local y biológico, como parte del entramado de las vidas humanas en el nivel histórico y social?
¿Por qué negarles a las nuevas generaciones ese encuentro con sus orígenes?
¿Qué, no son acaso los pueblos que saben de dónde vienen, los que pueden estar mejor preparados para decidir adónde van?

 

El Referencista No. 7, descarga el boletín electrónico de la DGBUV

La Dirección General de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana publica trimestralmente un boletín electrónico llamado El Referencista. Su objetivo es contar con una publicación electrónica para la difusión y diseminación de información sobre recursos y servicios del sistema bibliotecario universitario, así como textos de interés general sobre bibliotecas, los libros, la lectura, la alfabetización informacional y la sociedad de la información y el conocimiento. Se espera que la información publicada en el boletín, sea de utilidad para los estudiantes, docentes e investigadores universitarios y para el público interesado en general.
En fecha reciente se ha agregado el número 7, de este boletín, a la oferta pública de información que hace esta dependencia. Esperamos que encuentren de interés los contenidos de ésta edición.

Enlaces a números anteriores:
1, 2, 3, 4, 5, 6



Lectura 2.0

Leer en la pantalla de la computadora es algo que hacemos cada vez con más frecuencia. Lamentablemente, todavía hay una enorme parte de la población, la mayoría, que no conoce y puede beneficiarse del uso de redes como Internet, o la World Wide Web, para ser más precisos. El acceso a noticias e información que se actualiza prácticamente minuto a minuto es una experiencia fascinante, conmovedora y que necesita gestionarse de alguna forma. En el lapso de unos pocos minutos uno puede tener disponibles 10 0 12 ventanas con información de interés, y acabar leyendo solamente algunos fragmentos de cada una. Es tal el caudal de información que apenas da tiempo de agregar a los favoritos aquello que resulta más interesante y, en el mejor de los casos, hacer alguna nota. Si los intereses del lector son diversos, variados, la red se vuelve un verdadero manantial de novedades y de información de fondo, de artículos o ensayos que ameritan una lectura cuidadosa, que pocos hacen. Pensé en el título Lectura 2.0, para esta nota, porque indudablemente el auge de las comunicaciones electrónicas, el acceso a contenidos multimedia, nos permite realizar una clase de lectura que yo llamaría enriquecida. Por ejemplo, leyendo acerca de un tema como la fotografía, puedo ir a Flickr, o leer la excelente página de Ken Rockwell, o tener la última información disponible del mercado de tecnología fotográfica digital en Dpreview. Pero también puedo encontrar la entrada correspondiente a Henri Cartier-Bresson en la Wikipedia y enterarme de que muy recientemente el MOMA ha presentado una parte de sus maravillosas fotografías. También puedo ver videos en Youtube que habla sobre la técnica fotográfica, el arte de la iluminación y ver revisiones en vivo de los últimos equipos.
Todo ésto puedo hacerlo mientras hago una búsqueda entre libros electrónicos sobre aquellos que versan sobre la fotografía y encontrar una variedad de títulos, desde los que exponen la fotografía en blanco y negro, la de paisaje, la de retratos. Puedo ver una línea del tiempo sobre la evolución del arte y la ciencia fotográfica y conocer más sobre los tipos de cámaras y sensores, así como las características ópticas que distinguen a una lente gran angular de un telefoto, de una lente macro. Por si lo anterior no fuera suficiente, puedo descargar a mi computadora programas que me permiten trabajar de una manera increíble con fotografías digitales, o usar directamente algunas herramientas fotográficas en línea. De pronto, en algunas pocas horas o un par de días, puedo conocer las generalidades que tal vez tomaron, varios meses o incluso años, aprender a otras personas, antes del advenimiento de la red. La lectura en pantalla tiene otras ventajas sobre la búsqueda de fuentes impresas: puedo manejar un número mucho mayor de fuentes de lectura en la red que en papel, puedo dejar un rastro de lo que he venido leyendo casi de forma automática, y puedo descargar y preservar gran parte de la información consultada, en forma de archivos. En cambio, ubicar e integrar un repertorio de lecturas impresas es un proceso que toma más tiempo y que puede involucrar algunos costos, la transcripción de fragmentos de la información es un proceso que toma más tiempo, a menos que se cuente con la tecnología de digitalización adecuada. (Por cierto, un uso que le he dado recientemente a mi teléfono equipado con una modesta cámara de 1.2 megapixel, es que fotografío la pasta de algunos libros, e incluso de páginas en interiores, lo que es mucho más económico que fotocopiar y aunque la imagen almacenada no es la mejor, permite que la información pueda leerse, tiempo después). En cambio, con una conexión adecuada a la red y un equipo de prestaciones modestas, tengo al alcance de mis manos literalmente una biblioteca mundial.
De alguna manera, a la Lectura 2.0 parece aplicarse a ese principio proverbial que reza «al que tiene se le dará más y al que no tiene, lo poco que tiene se le quitará». Menciono lo anterior, porque para poder hacer ese reconocimiento de un tema en la red, es preciso y fundamental contar con alguna información previa, ya sea como resultado de lecturas, noticias, videos o charlas. Sin ese bagaje previo, la consulta de la red seguramente no brinda resultados tan interesantes y nos quedamos únicamente con alguna información general en la superficie del tema.
El meollo de la Lectura 2.0, me parece, es que hay que aprender a usar esta vasta biblioteca digital y para ello debemos atravesar un proceso que los bibliotecarios denominamos «alfabetización informacional«. Una persona alfabetizada en información encontrará que hay muchas más cosas que aprender, descubrir y probar empleando un medio como la red, y que ello puede hacer la diferencia entre una vida limitada a algunos pocos estímulos intelectuales de la vida cotidiana, y una vida en la que los asuntos que pueden resultar de interés y de impacto en la vida personal son tantos que el tiempo literalmente se desborda. Pero esta lectura enriquecida, a la que llamaremos provisionalmente Lectura 2.0 necesita anclarse en algo más que los propios recursos en la red. Necesita de la vida real. Hay un ciclo que retroalimenta lectura y experiencia. A mayor lectura, podríamos decir, se incrementa la capacidad para ver en profundidad y detalle la experiencia y viceversa, en la medida en que vamos viviendo y experimentando y resolviendo nuestras situaciones vitales, la lectura cobra un alcance y una perspectiva inusitada, que definitivamente nos enriquece. La Lectura 2.0 nos abre nuevos retos y desafíos que tienen que ver con nuestra capacidad para asimilar, comprender y respetar otras culturas, y revisar con una mayor riqueza de elementos nuestra propia cultura, ver sus inconsistencias y fallas, aquello de lo que carece y a la vez sus grandes fortalezas. Los invito a aprovechar la plétora de recursos que están disponibles en la red para acrecentar su experiencia y a aprovechar su experiencia para sacar el mejor partido de todo lo que está disponible en la red.

Foto: Henri Cartier-Bresson, publicada en guardian.com.uk.



Bases de datos que contienen información personal de millones de mexicanos están a la venta en 12 mil dólares en el barrio de Tepito.

Esta nota, que circula ya en estos momentos en el portal de El Universal, no tiene desperdicio y es un reflejo de la fragilidad de nuestro «estado de derecho».

«Por 12 mil dólares dan información a (sic) 2009 que recaban los gobiernos; la han adquirido tanto grupos del crimen organizado como agentes policiacos

«EL UNIVERSAL comprobó que en tres memorias externas, cada una de 160 gigabytes, el comprador recibe el padrón electoral de todo el país, el registro de todos los vehículos y de licencias de conducir, entre otros “productos”.

«La información la han adquirido tanto grupos del crimen organizado como agentes policiacos que la utilizan para trabajar, ya que en sus corporaciones no tienen esa disponibilidad de datos.

«Un agente que tiene los datos en su poder explicó: “Cuando le comentamos al jefe de grupo que se estaba vendiendo, nos cooperarnos para comprarla, cada uno de nosotros puso 10 mil pesos, porque la verdad agiliza el trabajo”.

«Mencionó que uno de los archivos, denominado “Casetas Telmex”, con los números de todos los teléfonos públicos del país, les permite rastrear llamadas relacionadas con secuestros o extorsiones, un trámite que les tomaría unos cinco días, si lo hacen ante la compañía.

«Otro archivo incluye datos de las policías del país, con fotografía de sus elementos, número de placa y el lugar donde están adscritos.

«El agente consultado advirtió del riesgo de esta última información: “Los delincuentes ya saben con quién llegar, a quién amenazar, pues cruzando datos con la lista del padrón [electoral], obtienen hasta sus domicilios y ubican a su familia, para presionarlos”.

«La información que se adquiere contiene también la identificación de todo el parque vehicular del Servicio Federal, donde está incluido el transporte de carga. Ahí se detallan marca, modelo, placas y tipo de carga que transportan, desde electrodomésticos y abarrotes hasta material explosivo y las rutas.

«Especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Penales y de la Universidad Autónoma Metropolitana reconocieron que las bases de datos almacenadas por el gobierno no son 100% confiables debido a la falta de control, que las hace vulnerables a robos y fugas de información.»



PublicACTA – La Declaración de Wellington (Nueva Zelanda)

ACTA (Acuerdo Comercial Antipiratería) es un tratado internacional controvertido, que impactará los derechos de los habitantes del planeta en cuanto al uso de recursos digitales, y ha sido negociado de una forma carente de transparencia. PublicACTA es un movimiento organizado por InternetNZ de manera que un público más amplio pueda conocer y aprobar, en su caso, las propuestas de ACTA.

La «Declaración de Wellington» señala que los tratados de propiedad internacional de ámbito mundial no se deberían realizar a puerta cerrada y en salas neblinosas por el humo, sino a plena luz del día y con la participación pública en la Organización de Naciones Unidas, donde se suelen suscribir habitualmente los acuerdos sobre propiedad intelectual. La ONU reconoce y permite participar a organizaciones no gubernamentales, periodistas y representantes de países pobres, mientras que el ACTA solo abre sus puertas a países ricos y grupos de presión de empresas poderosas.

Este Tratado Comercial Anti-Falsificación, negociado en secreto, podría:

* convertir a los operadores de Internet en policías privados del copyright

* imponer penas desproporcionadas e injustas para usuarios y consumidores

* dañar el acceso a medicinas y al conocimiento básico en países pobres

* obstaculizar la innovación

* establecer una forma anti-democrática de crear políticas públicas que ignoran a los Parlamentos y los Senados

PublicACTA está recopilando firmas de apoyo a la Declaración de Wellington en el enlace siguiente:

Apoyo a la Declaración de Wellington



El caso del RENAUT y el subdesarrollo nacional

Y resultó que en nuestro país, aparte de que los consumidores pagan tarifas telefónicas -por las líneas fijas y las celulares- de entre las más caras del mundo, además, tuvieron que a) dar de alta su Clave Unica de Registro de Población (CURP) en una base de datos gubernamental, y en caso de no contar con ella, tuvieron que realizar otra transacción por la red para obtenerla; aunado a lo anterior, esos mismos consumidores, ahora tendrán que b) verificar, mediante la presentación de la documentación correspondiente, los datos de su identidad asociados a su CURP y a su línea celular.
Al menos así se presenta públicamente el funcionamiento del llamado RENAUT (Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil), para cumplir así con lo establecido en el Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, cuyo propósito es:
«Regular el registro, establecimiento y acceso a bases de datos de los equipos de telefonía móvil y fija, así como el acceso a la información sobre la ubicación física de los móviles en tiempo real, en los casos en que sean aparatos y números telefónicos relacionados con actividades delictivas.».
Quienes no cumplieron con la obligación de registrarse, tras un año de plazo para hacerlo, verán suspendido su servicio de telefonía móvil en las horas siguientes. Casi 25 millones de usuarios quedarán sin el servicio, por esta omisión, y eso que nuestro país cuenta con una cobertura de telefonía celular, apenas un poco superior a la de Perú. ¿Cómo quedará la cobertura, después de la aplicación de ésta medida? ¿Tendremos la cobertura más baja de Latinoamérica?
Supuestamente, se pretende combatir el delito y la extorsión vía telefónica mediante esta medida. No obstante, se difunde por la red información en el sentido de que habría personas que habrían usado una CURP distinta a la propia, para hacer el registro sin que, por parte de las autoridades encargadas del Registro, mediara proceso de validación alguno.
Es decir, el RENAUT ha sido alimentado, en un número de casos por determinarse, con información incorrecta, y el sistema en que se basa el registro no resultó capaz de evitar esas distorsiones informativas.
Entonces ¿qué confiabilidad -y, en última instancia, utilidad- puede tener un registro semejante?
Por otra parte ¿qué garantías tiene la población de que la información registrada en el RENAUT, no será utilizada por terceras partes para el marketing de todo tipo -comercial, político- o incluso para la comisión de los delitos que, supuestamente, querían evitarse? ¿Tiene esto algo que ver con la eventualidad, en el año 2012, de un proceso electoral adonde la votación sea precisamente a través de los teléfonos celulares? Esto es algo que por ahora no se menciona.
A todas luces, con el RENAUT se esta propiciando una situación de mayor caos en las telecomunicaciones, y de mayor desconfianza entre la población.
Lo que se propusieron hacer las autoridades en turno fue algo equivalente a que el gobierno de Estados Unidos obligara a toda su población a dar de alta el número de serie del software de Microsoft que utiliza para sus actividades profesionales o comerciales, para combatir el terrorismo. ¿Quién podría validar la confiabiabilidad e integridad de un volumen de información semejante?
Por si lo anterior no levantara suspicacias, baste decir por último que los encargados del RENAUT tomaron la nada juiciosa decisión de usar un contador falso -un script que simulaba un «incremento» en el número de usuarios que realizaban su registro- para dar la impresión de que se estaban registrando los más de 80 millones de celulares que hay en el país.
Consideren los lectores con detenimiento todo ésto, ante el todavía fresco Caso Gürtel, en España, un país adonde aparentemente las instituciones encargadas de administrar la justicia funcionan mejor -al menos, mejor que aquí, adónde menos de 1 por cierto de los delitos denunciados (que son menos del 3 por ciento del total de delitos cometidos efectivamente y que aparentamente nunca se reportan) llegan hasta la emisión de una sentencia y la aplicación de la justicia-, un caso en el que hubo acciones de espionaje telefónico, dobles contabilidades y casos de extorsión, supuestamente a manos de, o por instrucciones de, algunos miembros prominentes del Partido Popular, representativo de la derecha española.



iPad, reinvención de la magia

Existen pocas cosas tan mágicas como estar absorto en la lectura de una novela impresa, un cuento, un gran ensayo, un relato o un poema -así sea en las ediciones impresas más humildes- y estar presente a la vez ante los hechos y las emociones descritos o sugeridos con sensibilidad e inteligencia por un buen escritor. Escribir así, de tal forma que al leer vuelva a ocurrir toda esa gran invención de nuevo -pero no exactamente esa-, en la cabeza del lector, es algo que bien podemos llamar magia.

El día de antier, como ha sucedido en otras muchas ocasiones, centenas, miles de adeptos a la tecnología Apple y sus encarnaciones aguardaron pacientemente en largas colas frente a las tiendas de la empresa, para ser los primeros en entrar y adquirir un iPad.

Sí, estoy seguro de que la gran mayoría de los lectores conocen ya los famosos iPad. En una entrevista reciente con Steve Jobs (el padre de Apple, de Next, de Pixar, de las computadoras Apple y de las Macintosh, del iPod, del iPhone y ahora también del iPad) al referirse a la forma en que se interactúa con el iPad, afirma que esa interacción bien puede calificarse como «mágica».

En su momento -a mediados de los 80- también fueron mágicos los iconos, los menús de persiana, el curso y el ratón, los elementos de las primeras interfases gráficas de usuario en las primeras computadoras Macintosh. La transición de la interacción entre el hombre y la computadora a través de comandos escritos en un teclado, a la interacción inmersiva, visual y gráfica de señalar y hacer click o hacer click y arrastrar, le dieron un vuelco insospechado al uso de las computadoras, haciéndolas mucho más fáciles de usar para las personas comunes y corrientes y sin conocimientos avanzados de programación, o de los comandos propios de los sistemas operativos.

De nueva cuenta, en nuestros días, Apple es capaz de dar un giro de 90 grados, que no de 180, a la industria de la informática. Sobre la senda de éxito ya probado con el iPod y el iPhone, dispositivos que incorporaron interfaces táctiles y multitáctiles, ahora Apple se posiciona con una superioridad tecnológica clara, no solo frente al Kindle de Amazon y otros lectores multimedia portátiles, sino también frente a la oleada de miniordenadores portátiles o netbooks con que empresas como Dell, HP y Toshiba están literalmente inundando el mercado, y frente al mercado global de la telefonía celular y móvil.

La cota establecida por Apple con el iPad, sin embargo, es una cota muy alta, a la que procurarán ascender otras empresas o incluso grupos de empresas, que deberán integrar conocimientos y tecnología que han ido elaborando de forma mayormente separada.

La ventaja de Apple aquí, es que conoce su tecnología de principio a fin, el hardware, el software y la parte humana, y está poniendo en movimiento toda su experiencia bajo la forma de una magistral jugada.

El tiempo dirá si, más pronto que tarde, las computadoras a las que estamos acostumbrados nos parecerán ridículamente estorbosas y primitivas, cuando frente a nuestros ojos reposen únicamente pantallas multitáctiles no de 10 pulgadas, sino de 20 o 30 pulgadas o aún más, con una gloriosa calidad visual y con despliegues bi dimensionales y tri dimensionales de la información, de acuerdo a las necesidades de visualización del usario.

Los nativos digitales, aquellos que han nacido de la mano de las nuevas  tecnologías de información y de la red Internet, encontrarán como lo más natural, que con la acción de un dedo, puedan señalar, abrir un enlace, ampliar una imagen o cerrar una ventana.

La lectura de textos, hipertextos e hipermedios, en estos nuevos bardos tecnológicos será entonces, acaso, doblemente mágica.