Universidad Veracruzana

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Bibliotecas, Información y Conocimiento



Inventar el libro, un texto de Juan Villoro

A continuación nos tomamos la licencia de reproducir un texto sorprendente y que nos anima a apreciar con nuevos ojos a los libros, las bibliotecas y el acto de leer.

Inventar el libro: Juan Villoro

4 de septiembre de 2009.

¿Qué tan novedoso debe ser un invento? La importancia de un producto suele depender de su capacidad de sustituir a otro. La tecnología necesita contrastes; sus aportaciones se miden en relación con lo que había antes. El inventor es el hombre que llega después.

Lo nuevo existe en serie: es la última parte de una secuencia, requiere de algo que lo anteceda. Esto lleva a una pregunta: ¿podemos inventar hacia atrás? ¿Qué pasa si le asignamos otro orden a la historia de la técnica?

Imaginemos una sociedad con escritura y alta tecnología, pero sin imprenta. Un mundo donde se lee en pantallas y se dispone de muy diversos soportes electrónicos. Abundan los receptores de textos e incluso se han diseñado pastillas con resúmenes de libros y métodos hipnóticos para absorber documentos. Esa civilización ha transitado de la escritura en arcilla a los procesadores de palabras sin pasar por el papel impreso. ¿Qué sucedería si ahí se inventara el libro? Sería visto como una superación de la computadora, no sólo por el prestigio de lo nuevo, sino por los asombros que provocaría su llegada.

Los irrenunciables beneficios de la computación no se verían amenazados por el nuevo producto, pero la gente, tan veleidosa y afecta a comparar peras con manzanas, celebraría la ultramodernidad del libro.

Después de años ante las pantallas, se dispondría de un objeto que se abre al modo de una ventana o una puerta. Un aparato para entrar en él.

Por primera vez el conocimiento se asociaría con el tacto y con la ley de gravedad. El invento aportaría las inauditas sensaciones de lo que sólo funciona mientras se sopesa y acaricia. La lectura se transformaría en una experiencia física. Con el papel en las manos, el lector advertiría que las palabras pesan y que pueden hacerlo de distintos modos.

La condición portátil del libro cambiaría las costumbres. Habría lectores en los autobuses y en el metro, a los que se les pasaría la parada por ir absortos en las páginas (así descubrirían que no hay medio de transporte más poderoso que un libro).

La variedad de ediciones fomentaría el coleccionismo; los pretenciosos podrían encuadernar volúmenes que no han leído y los cazadores de rarezas podrían buscar títulos esquivos y acaso inexistentes. Sólo los tradicionalistas extrañarían la primitiva edad en que se leía en pantalla.

En su variante de bolsillo, el libro entraría en la ropa y sería llevado a todas partes. Esta ubicuidad fomentaría prácticas escatológicas en las que no nos detendremos. Baste decir que acompañaría a quienes necesitaran de distracción para ir al baño.

Las más curiosas consecuencias del invento tardarían algún tiempo en advertirse. Una de ellas está al margen de la ciencia y la comprobación empírica, pero sin duda existe. El libro se mueve solo. Lo dejas en el escritorio y aparece en el buró; lo colocas en la repisa de los poetas románticos y emerge en un coloquio de helenistas. Las bibliotecas no conocen el sosiego.

El hecho de que incluso los tomos pesados se desplacen sin ser vistos representaría un misterio menor, como el de los calcetines a los que se les pierde un par en el camino a la azotea, si no fuera porque los libros se mueven por una causa: buscan a sus lectores o se apartan de ellos. Hay que merecerlos. El password de un libro es el deseo de adentrarse en él.

Las pantallas son magníficas, pero les somos indiferentes. En cambio, los libros nos eligen o repudian.

Otras virtudes serían menos esotéricas. ¡Qué descanso disponer de una tecnología definitiva! El sistema operativo de un libro no debe ser actualizado. Su tipografía es constante. Eso sí: su mensaje cambia con el tiempo y se presta a nuevas interpretaciones.

Para quienes vivimos en tristes ciudades en las que se va la luz, el libro representa un motor de búsqueda que no requiere de pilas ni electricidad.

Qué alegrías aportaría el inesperado invento del libro en una comunidad electrónica. Después de décadas de entender el conocimiento como un acervo interconectado, un sistema de redes, se descubriría la individualidad. Cada libro contiene a una persona. No se trata de un soporte indiferenciado, un depósito donde se pueden borrar o agregar textos, sino de un espacio irrepetible. Llevarse un libro de vacaciones significaría empacar a un sueco intenso o a una ceremoniosa japonesa.

Con el advenimiento del libro, la gente se singularizaría de diversos modos. Esto tendría que ver con los plurales contenidos y la manera de leerlos, pero también con el diseño. Los fetichistas podrían satisfacer anhelos que desconocían.

¿Hasta dónde podemos apropiarnos de un artefacto? El libro es el único aparato que se inventó para ser dedicado, ya sea por los autores o por quienes lo regalan. Qué extraño sería instalar un programa de Word dedicado con cariño a la esposa de Bill Gates. En cambio, el libro llegó para ser firmado y para escribir un deseo en la primera página.

Las novedades deslumbran a la gente. El libro ya cambió al mundo. Si se inventara hoy, sería mejor.



23 de septiembre de 2009, 9 de la mañana

El punto de reunión es la escalera que va del nivel de acceso al primer nivel, de la USBI Xalapa, y de ahí nos dirigiremos a una de las salas de lectura, adonde, junto con la Lic. Olivia Jarvio Fernández, coordinadora institucional de los Talleres de Lectura de la Dirección General de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana, daremos inicio a un ciclo de Lecturas en voz alta, bajo el esquema que será presentado en su momento. Invitamos a los interesados en leer en voz alta, o simplemente en escuchar las lecturas, a acudir a esta cita. Las sesiones del ciclo tendrán lugar cada miércoles, a partir de la fecha señalada, a las 9 de la mañana y tendrán duración de una hora.
A manera de propuesta inicial, se leerán algunos cuentos de Ray Bradbury.



Un estudio revela que los estudiantes aprenden mejor en ambientes virtuales

Un estudio reciente de SRI International revela que la educación en línea supera por sus resultado a la educación presencial. Parece lógico, en la medida en que en el ambiente virtual es relativamente más sencillo desplegar actividades de búsqueda, recuperación, análisis y evaluación de una amplia gama de fuentes informativas, mientras que en el ambiente presencial las fuentes de información pueden estar limitadas. Por otro lado, la interacción persona a persona que es caraterística del trabajo en el aula, en realidad brinda escasas o mínimas oportunidades para un trabajo concentrado entre alumno-docente, y en grupos numerosos la atención que éste puede brindar a sus estudiantes queda diluida.
Por su parte, en los entornos virtuales, asíncronos, es posible desarrollar no solamente una interacción secuencial de preguntas y respuestas, consultas y orientaciones entre alumno y maestro, sino que existen las condiciones técnicas para desarrollar una multiplicidad de interacciones con uno o más interlocutores, que pueden tener lugar de manera simultánea o correrse en paralelo. La interacción docente-alumno, mediada por la red y las aplicaciones carece de la interacción global persona a persona, pero si el docente es un buen comunicador y logra hacerse comprender a través del uso -básicamente- del texto o aprovecha otros recursos de tipo audiovisual, y el estudiante está desarrollando continuamente su nivel de alfabetización funcional y sus competencias informáticas, cabe esperar que los resultados sean alentadores.



Sobre imagen institucional y bibliotecas

Sirvan estas líneas para invitar a los visitantes de este blog, en general, y a los universitarios veracruzanos en particular, a reflexionar sobre un asunto que, aunque tiene que ver principalmente con la forma en que tiene presencia la Universidad Veracruzana en el ciberespacio, no deja de tener consecuencias importantes con relación a las actividades sustantivas de nuestra universidad: la docencia, la investigación y la difusión cultural.

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Cómo dar seguimiento a Kaniwá, usando RSS

Algunos de nuestros lectores tal vez ya sepan que pueden seguir las contribuciones en este blog sin necesidad de abrir directamente una ventana del navegador con la dirección https://www.uv.mx/blogs/kaniwa/.

Quienes no sepan aún cómo estar al tanto de las contribuciones en este blog de una forma ágil y eficiente, pueden encontrar indicaciones puntuales para hacerlo, aquí.

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Programa de lectura en voz alta en bibliotecas

Hace algunos meses, planteamos aquí la posibilidad de que las bibliotecas universitarias iniciaran un programa de lectura en voz alta con la participación como lectores de docentes, bibliotecarios y estudiantes, dirigido a todos los interesados, universitarios y público en general. Siendo esta una propuesta, ha sido recibida con interés por al menos un visitante de este blog. Nos interesa obtener información de más lectores, en particular sobre la frecuencia con que pudiera funcionar tal programa, para poder hacer una propuesta formal y convocar a más bibliotecarios, representantes bibliotecarios y responsables de las DES, para unirnos a este pequeño esfuerzo. El programa requiere que en cada biblioteca se adapte un lugar donde alguien pueda leer en voz alta y un grupo pequeño pueda escuchar, sin molestar a otros usuarios, y elaborar una lista de lecturas de acuerdo a intereses declarados por los participantes o partir de una propuesta que puede enriquecerse a través de un intercambio digital en este blog. A ese propósito, invitamos a los interesados a participar en la encuesta de Kaniwá sobre «¿Qué frecuencia debe tener el programa de lectura en voz alta en bibliotecas?» y a enviar sus comentarios proponiendo una lista de temas o lecturas específicas a realizar. Consideramos que esta iniciativa puede adoptarse de manera independiente por cualquier biblioteca o DES que así se lo proponga, en cuyo casos estamos muy interesados en conocer acerca de sus experiencias concretas.



Terminó el Festival de la Lectura… pero la lectura llegó a la Universidad para quedarse

Terminó -con tristeza para algunos, y con esperanza para otros, de que los siguientes serán aún mejores- el Festival de la Lectura que organizó, en mayo, la Universidad Veracruzana. Entre bibliotecarios nos congratulamos de que esta actividad indispensable para la formación de mejores personas y mejores profesionistas, tenga a partir de ahora un lugar destacado -y destacado de manera tan importante- en la agenda de la Universidad.
Se leyó una pequeña parte de la Colección del Libro Universitario, y esa es una buena simiente a partir de la cual deberían comenzarse a leer muchas otras cosas.
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De cómo la Web 2.0 incrementa la visibilidad y la interacción; y sobre WolframAlpha

Agradecemos a el «Falso letrado» su comentario sobre este blog, esperando poder servir, verdaderamente, al propósito de tender puentes de comunicación, concitar el interés sobre la importancia y necesidad de las bibliotecas, los libros y la lectura, al lado de las nuevas tecnologías de información y comunicación. Esto es una muestra de lo que puede lograrse con las herramientas de la Web 2.0, que contribuyen a crear caminos o rutas de significado entre documentos electrónicos dispersos en el espacio y en el tiempo. Adicionalmente, tomamos nota de -y agradecemos- las recomendaciones técnicas que Juan Zurita hace sobre nuestro repositorio de objetos digitales basado en dSpace.
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Feria Internacional del Libro de Guadalajara y reapertura de la Biblioteca Vasconcelos

Del 29 de noviembre y hasta el 7 de diciembre de 2008, se lleva a cabo una de las ferias del libro más importantes de México y el mundo. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, no sólo se celebra el libro, sino la lengua española en general, lo que ya es decir bastante. En esta edición de la FIL, destaca como país invitado, Italia, con su producción editorial más reciente en un pabellón inspirado en la obra de Italo Calvino, Le città invisibili (1972).
Haciendo de lado incluso los efectos adversos de la crisis económica, cientos de miles de visitantes se acercarán a la ciudad de Guadalajara, convertida éstos días en la Meca del Libro en México.
Este peregrinar en busca del encuentro con los autores y sus obras, los pondrá en contacto con escritores como Fernando Savater, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis,  Paco Ignacio Taibo II, Günter Wallraff -maestro del periodismo encubierto-, y plumas nuevas que se foguean presentándose -quizá por vez primera- ante sus lectores.
En el contexto de la Feria Internacional del Libro, por otro lado, se dio a conocer la noticia del fallecimiento de la querida escritora Enriqueta Ochoa, formadora de escritores perteneciente a la misma generación que Rosario Castellanos y Jaime Sabines.
A la par de estos acontecimientos, se habla del re-descubrimiento de una vieja novela de ciencia ficción que relata la victoria -futura, entonces- de un candidato negro a la presidencia estadounidense, teniendo como rival a una candidata de «rara belleza».
En la capital de la república, por otro lado, reabrió sus puertas la Megabiblioteca Vasconcelos, que había estado cerrada por ocho años, desde que tuvo que ser cerrada para corregir graves fallas arquitectónicas que la marcaron como un edificio inseguro.

(Audio de este post en formato MP3)



Acceso a revistas de interés general a texto completo, vía Academic Search Premier

La World Wide Web (WWW) ofrece una masiva colección de documentos y archivos que pueden revisarse y leerse de manera gratuita en cualquier momento. Basta tener acceso a Internet y un navegador (browser). Sin embargo -y eso lo sabemos todos los que hemos venido usando la red en los últimos tiempos- la calidad de los contenidos que ofrece la WWW es muy variable. Se encuentra  una profusión de páginas comerciales o de escaso valor informativo al lado de contenidos realmente importantes. ¿Cómo hacer, entonces, para optimizar el uso de este poderoso recurso de información y garantizarnos el acceso a fuentes de mejor calidad?

La Dirección General de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana, procura  desde años atrás que los universitarios tengan acceso a bases de datos en diversos  campos del conocimiento , fuentes de información que comprenden los contenidos de un número importante de revistas de interés general que contienen  artículos, ensayos, entrevistas,  notas y reseñas de libros.

Sirva esta nota  para invitar a los  lectores de este blog a beneficiarse con información actualizada y a texto completo, de títulos como: The Economist, Squire, New Yorker, Consummer Reports, Time, Reason, People, BusinessWeek, Atlantic Monthly, National Review, Science News, The American Scholar y National Journal. Tales publicaciones periódicas  se encuentran consideradas entre las 50 mejores revistas de interés general en línea, que mantiene desde 2004 el Chicago Tribune. En dicha lista se dan, además, breves descripciones de los méritos que hacen a esas  publicaciones figurar en la misma.

¿Cómo hacer para disfrutar de los excelentes reportajes de BusinessWeek -con todo y el sesgo que inevitablemente admite, por compromiso o convicción, toda publicación- o el valioso e inteligente contenido de fondo de The New Yorker? Siga las siguientes indicaciones:
En el Portal de la Dirección General de Bibliotecas, haga click en Bases de datos, luego en Multidisciplinarias, haga click en Academic Search Premier y al buscar, escriba el concepto de su interés agregando en el campo correspondiente el nombre de la publicación que desea consultar, de  entre las señaladas. (El acceso está limitado a la red institucional de la UV, o a quienes son usuarios del correo institucional -y cuentan con las respectivas claves de correo- cuando el acceso es fuera de la red).

Ahora sí, a leer…

Creemos que esta oferta representa la puerta abierta -por decir lo menos- a una sala de lectura prácticamente inagotable, para todos los intereses, sobre todos los temas, y además, se refrenda la invitación permanente a la comunidad universitaria a mejorar su lectura e interpretación de textos en otros idiomas, con todo el peso que en ello tiene la lengua inglesa.

Ya trataremos en otra nota del blog lo relativo al acceso a revistas de interés general en español.

Si tiene  alguna duda o necesita más información  no dude en dejarnos sus comentarios, que leeremos y atenderemos puntualmente.

(Audio de este post en formato MP3)