Leiomiotosis del cuello del útero: presentación de un caso
Dr. Pedro
Coronel-Brizio1,2, Dr. Jorge Olivares
Nowak1,
Dr. Jose Luis Noguera Martinez3
1 Departamento de Ginecología.
Profesor de Ginecología, Facultad de Medicina
2 Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad
Veracruzana.
3 Jefe del Departamento de Imagenología. Centro
Estatal de Cancerología.
RESUMEN
Mujer de 44 años de edad a la cual se le efectuó
histerectomía por tumor en el cuello uterino
con diagnóstico histopatológico de leiomioma
istmito-cervical. Estos casos representan una dificultad
técnica-quirúrgica por la localización
y tamaño del tumor. Además, como sabemos,
tenemos que evitar las lesiones de estructuras en el
tracto urinario y vascular.
Palabras claves: histerectomía,
leiomioma, tumor.
SUMMARY
A 44-year-old woman underwent a hysterectomy for a large
tumor of the uterine cervix that was shown to be a isthmico-cervical
leiomyoma by histologic examination. These cases represent
a technico-surgical difficult, due to tumor localization
and size, as well as an ample knowledge about pelvic
structures, in order to avoid urinary and vascular tract
lesions.
Key words: hysterectomy, leiomyoma,
tumor.
INTRODUCCIÓN
El leiomioma del cuello uterino es poco común.
La literatura mundial reportan una incidencia inferior
a 1% de las piezas quirúrgicas de histerectomía.1
En una serie de casos reportada en nuestro país,2
2.8% de los miomas se encontraban en esta localización,
con una edad promedio de 42.4 años y 1.1 gestaciones,
con menor incidencia y volumen del tumor en la postmenopausia,
como es de esperarse, comparada con pacientes en la
etapa fértil de esta patología en general.3
Realmente es difícil registrar la incidencia,
debido a que los leiomiomas pequeños, asintomáticos
del cuello uterino y concomitantes con los del cuerpo
se reportan en forma general y sólo se especifican
los que dan síntomas en esta localización.
Desde el punto de vista anatomopatológico, se
trata de lesiones de tamaño limitado, con características
similares a las de los leiomiomas del cuerpo del útero.
Cuando su localización es en el cuello del útero,
tienden a ulcerarse, infectarse, y cuando su crecimiento
supera la capacidad de riesgo sanguíneo, se necrosan.4
La sintomatología es diversa y depende del tamaño
del tumor, pues varía desde escaso sangrado hasta
dolor pélvico por compresión de las vísceras
adyacentes, flujo fétido, sangrado y salida de
material purulento por vía vaginal.
El tratamiento depende del deseo de preservar la capacidad
reproductiva y del tamaño del leiomioma, que
cuando es de gran volumen y sintomático se opta
por la histerectomía, la cual conlleva un alto
grado de dificultad técnica-quirúrgica
relacionada con grandes tumores, pudiendo ofrecer tratamiento
médico antes de la cirugía con análogos
de hormonales de hormona liberadora de gonadotropinas
hipofisiarias para disminuir su tamaño y facilitar
la cirugía.5 En las neoplasias de menor tamaño,
se puede realizar la miomectomía, embolización
de la arteria uterina o su oclusión quirúrgica.6,7
Si el caso es la preservación de la fertilidad
se puede optar por algunos de los tratamientos conservadores
antes mencionados. El objetivo es presentar el diagnóstico
y manejo que se estableció en este caso.
PRESENTACIÓN
DEL CASO
Paciente de 44 años de edad, en unión
libre, bajo nivel socioeconómico, menarca 11
años, inicio de vida sexual a los 22 años,
1 pareja sexual, con 5 gestaciones, 4 partos a término
(fecha del último a los 40 años) y 1 legrado
uterino instrumental (a los 38 años por aborto
incompleto), ciclo de 20 x 10; no recuerda su fecha
de última menstruación y estudio de citología
cervical realizado hace 4 años, del cual ignora
su resultado. Sin antecedentes familiares y personales
patológicos de importancia.
Ingresa a este hospital oncológico el día
18 de octubre del 2005, referida por otra institución
de segundo nivel con diagnósticos de probable
cáncer del cuello uterino, desnutrición,
anemia, absceso pélvico y prolapso uterino.
Tiene el antecedente de haberse practicado un ultrasonido
pélvico con diagnóstico de leiomiomatosis
uterina en el año 2003.
A su ingreso se observa palidez de tegumentos, regularmente
hidratada, hipertermia de 38°c, sin patología
cardiopulmonar y mamaria. Abdomen globoso a expensas
de gran masa de consistencia dura, fija, dolorosa, que
llega a 2 cm por arriba de cicatriz umbilical, sin datos
de irritación peritoneal o ascItis; peristalsis
presente.
Sin otras visceromegalias. A la exploración ginecológica se observa protrusión de saco hialino por vagina, acompañado de secreción purulenta muy fétida y sangre escasa (figura 1). Al tacto bimanual se corrobora gran tumor no infiltrante en cuello uterino y abdomen de dimensiones 25 x 15 cm, con gran distensión de paredes vaginales, no alcanzando a tocar los fondos de sacos vaginales. Tiene Sonda de Foley con salida de orina de características normales. Al tacto rectal mucosa lisa, sin tocar parametrios debido a su desplazamiento por la neoplasia, la cual abarca hasta las paredes pélvicas sin infiltración.
Se inició
triple esquema antibiótico a base de penicilina
sódica cristalina, 5 millones UI IV cada 6 hrs.,
gentamicina 60 mg IV cada 8 hrs. y metronidazol 500
mg IV cada 8 hrs., todos durante diez días; se
remitió la hipertermia 24 hrs. después
de iniciado el tratamiento.
A su ingreso se solicitaron exámenes de laboratorio;
la biometría hemática reveló Hb
de 4.6 y Hto de 18, el examen general de orina, la química
sanguínea, TP y TPT fueron normales. Ameritó
transfusión de 8 unidades de concentrado eritrocitario
previo a la cirugía para mejorar condiciones.
Se realizó cultivo de secreción purulenta
de vagina, lo cual reportó Proteus vulgaris.
El USG abdomino-pélvico fue reportado como útero
con datos indirectos sugestivos de colpocele, de grado
a determinar; en el interior se observan datos en relación
con piometra con algunos datos sugestivos de probable
hematometra.
Posteriormente se realizó tomografía axial
computarizada abdomen-pélvica, en la que se demuestra
masa ocupativa de la pelvis de aproximadamente 20 x
15 cm que protruye por el introito vaginal, totalmente
dependiente de útero y que comprime y desplaza
hacia arriba a la vejiga urinaria.
Una vez mejoradas las condiciones generales de la paciente,
es sometida a intervención quirúrgica
con impresión diagnóstica de leiomiomatosis
uterina con probable infección y necrosis que
protruye por vagina, y se lleva a cabo histerectomía
total abdominal intrafascial con salpingooforectomía
bilateral, con el reporte histopatológico definitivo
de la pieza quirúrgica como sigue:
Útero de 7 x 5 x 1 cm, cuello uterino de 4 x
1.5 cm, irregular, y a través de él se
identifica una lesión ovalada, lobulada, café
gris, que mide 15.5 x 9.5 x 14 cm; al corte, el canal
endocervical mide 1.5 cm y muestra un tallo foliculado
que se une a la lesión antes descrita que mide
13.5 x 12.5 cm; es irregular, blanco grisácea,
de aspecto fibroso y se continúa con una segunda
lesión que mide 8.5 x 5.5 cm, ovalada café
rojizo; el endometrio mide 0.2 cm, es café gris,
el espesor máximo del miometrio es de 1.6 cm,
es trabeculado, café gris, las salpingues miden
6.5 x 3.5 cm y los ovarios miden 3.5 x 1.8 cm.
Impresión diagnóstica: leiomioma cervical
con cambios degenerativos hialinos, endocervicitis quística
crónica, endometrio proliferativo intermedio,
leiomioma intramural, quistes simples bilaterales de
ovario, alpingues sin alteraciones. (figura 2).
Destacamos que, al extirpar la pieza quirúrgica,
la vagina quedó distendida, con un diámetro
de aproximadamente 15 cm; sin embargo, un mes después
de la cirugía, al acudir la paciente a su cita
de control, el canal vaginal se encontró prácticamente
con sus dimensiones normales.
COMENTARIO
Son poco frecuentes los leiomiomas del cuello uterino
de estas dimensiones; la exploración ginecológica
demostró una miomatosis de grandes dimensiones
y se palpó en el fondo uterino una masa móvil
que realmente correspondia al cuerpo uterino de dimensiones
prácticamente normales.
La ecografia abdominal no fue concluyente, al igual
que la tomografía, ya que ninguna de ellas se
percató que el cuerpo uterino era independiente
del tumor en cérvix.
Posteriormente, se solicitó al departamento de
imagenología una tomografía de la pieza
quirúrgica ya extirpada, donde se aprecia claramente
el cuerpo uterino y su independencia de la gran masa
ocupativa del cuello del útero (figura 3).
CONCLUSIONES
La dificultad quirúrgica en tumores de estas
dimensiones y localización radica desde al abordaje
abdominal, ya que es fácil la lesión vesical
y, por otro lado, la extirpación del cuello en
donde está perdida su estructura anatómica,
aunado al nulo espacio en la pelvis que dificulta las
maniobras quirúrgicas, lo que deriva en un mayor
tiempo de cirugía.
Importante hacer notar las condiciones críticas
en que ingresó la paciente, en un estado se sepsis,
desnutrición y anemia severa, y respondió
favorablemente a la terapéutica empleada para
ponerla en condiciones físicas adecuadas para
someterla a la cirugía y su posterior recuperación.
BIBLIOGRAFÍA
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