Carlos Rafael Blázquez Domínguez
Redactar la Editorial de
la Revista Médica de la Universidad Veracruzana
constituye un gran honor para alguien que ha sido testigo
presencial de su evolución desde un principio,
además de ser un gran compromiso la redacción
de un mensaje, que desde esta tribuna es susceptible
de impactar poderosamente en los potenciales lectores
inquietos e interesados en la búsqueda de nueva
información.
En el primer año del siglo veintiuno presenciamos
con agrado cómo entusiastas y comprometidos académicos
del Hospital Escuela de la Universidad Veracruzana y
de la Facultad de Medicina de Xalapa, unieron esfuerzos
y alcanzaron la impresión de aquel primer número,
todavía con el título de Asclepius.
La necesidad del crecimiento exigido, y la obligación
autoimpuesta por sus propios creadores de fortalecer
tanto el contenido como su impresión, además
de contar con los recursos suficientes para mantener
la continuidad de sus futuras ediciones, los condujo
a que, a través de una vinculación formal
suscrita entre tres entidades académicas: el
Hospital Escuela, la Facultad de Medicina de Xalapa
y el Instituto de Ciencias de la Salud, se coordinaran
acciones y esfuerzos para ver la transformación
de la inicial Revista Médica Asclepius en la
Revista Médica de la Universidad Veracruzana,
órgano informativo del Area de Ciencias de la
Salud, cuyo fin es el de distribuir el conocimiento
entre académicos, investigadores y estudiantes.
La tarea se antoja fácil: por un lado hay que
investigar, producir, escribir y publicar; por el otro,
se deben conseguir recursos y se tiene la tarea de editar
la Revista. La sólida consolidación de
las tres entidades universitarias, a través del
convenio de vinculación, y la planeación
estratégica del actual cuerpo editorial, fueron
el crisol para que la revista contara con una reestructuración
del Consejo Editorial, se incrementara el tiraje y la
revista pudiera llegar a las manos de muchísimos
lectores. Se ha logrado su registro y su indexación,
sueño aquilatado por gran número de investigadores
interesados en publicar; se cuenta con una edición
electrónica publicada a través de las
páginas “web” de la misma Universidad
Veracruzana, y se continúa con planes de crecimiento
y superación; todo esto son tareas desinteresadas
de los involucrados, sin ningún afán de
lucro, pero son grandes labores consumidores de tiempo
y recursos del Comité Editorial.
Estos grandes esfuerzos deben ser motivo de un merecido
reconocimiento y congratulaciones para todos aquellos
que se han dado a la tarea de construir este importante
medio de información científica. Con el
producto de este trabajo, ahora sabemos que el Area
de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana
cuenta con un medio de información que comunica
y distribuye conocimiento resultado de la intensa investigación
científica, que en este segmento del saber se
está multiplicando.
Para los lectores interesados que se acercan a estas
páginas, estamos absolutamente seguros que obtendrán
múltiples beneficios de su lectura; no sólo
encontrarán la difusión del conocimiento
en la información científica, seria, responsable,
precisa, ética y fría; también
la información le permitirá al lector,
profesional de la salud, aplicar estos conocimientos
en terceros, quienes recibirán los múltiples
beneficios para desarrollar y mantener un buen estado
físico, aprovechar los últimos avances
de la ciencia que les den acceso a un nivel de salud
corporal dentro de los parámetros ideales y conservar
su cuerpo alejado de la enfermedad, todo ello gracias
al resultado de prolongadas y laboriosas investigaciones.
El lector también será influido de muchas
otras maneras; los trabajos publicados provocarán
en el lector asiduo y dedicado el desarrollo de su intelecto,
y lo convertirán en persona que incrementa su
conocimiento cultural, pudiendo manifestarse como persona
ilustrada digna de admiración social, tendencia
habitual en el ámbito educativo.
Sin embargo, no podemos omitir que hay algo mas valioso
atrás de todo esto: mientras se almacenan conocimientos
y se desarrolla el intelecto a través de la lectura,
se están desarrollando además acontecimientos
imperceptibles, casi intangibles, que surgen como producto
del diálogo que se establece a través
de la revista, entre el autor y el lector, con un alto
contenido filosófico. El trabajo que nace de
una pluma, hoy en día “ordenador”,
es una obra con contenidos de verdad útiles,
pues se trata de enseñanzas que se revelan a
quien se acerca a ella con apertura, con ánimo
de saber y con un poco de método para poder leerla
y entenderla.
Al hacerlo de ésta forma, el lector se ubica
temporalmente como alumno, y el artículo pasa
a ser una obra maestra para quien aprende de ella; por
lo que todo esfuerzo que el lector realiza no sólo
permite el desarrollo de su mente y de su intelecto;
se desarrolla a si mismo, integrando sabiduría,
acrecentando sus sentimientos, afinando su sensibilidad,
ampliando su entendimiento y expandiendo su conciencia.
La labor en conjunto de esta Revista Médica va
mas allá de la simple publicación y transmisión
del conocimiento. Contribuirá enormemente en
el quehacer de proporcionar a los lectores los elementos
necesarios para influir en su desarrollar personal,
en la creación de un pensamiento holístico
que repercuta en una beneficiosa y armónica interacción
con las personas a su cuidado, dentro de un marco de
respeto para aquéllos situados en desventajas
temporales, aportando las condiciones para convertirnos
en mejores profesionales de la salud. Por todo esto,
la Revista Médica no solo informa, posee en su
interior un mensaje codificado que puede afectar a todo
aquel que se exponga a ella.