Introducción

La Universidad Veracruzana es parte de la nación y piedra angular de la educación superior de Veracruz. Comparte los grandes propósitos de la sociedad mexicana y el futuro de las universidades públicas del país. Los nuevos procesos económicos mundiales en las esferas productiva y financiera han condicionado la gestión política y la gestión macroeconómica influyendo en el desempeño del Estado mexicano, todo lo cual ha repercutido en las instituciones de educación superior.

La perspectiva que proporciona la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en la que nuestra Universidad ha participado activamente en los últimos años, nos permite comprender, analizar y discutir con las autoridades del gobierno federal, con el poder legislativo y con el conjunto de nuestras instituciones hermanas, representadas por los rectores y directores, la situación que enfrenta la educación superior en México.

Sin duda, los cambios recientes provocados por la globalización en el curso del desarrollo nacional, las transformaciones en el sistema político, los estremecimientos económicos y sociales, marcaron a lo largo de estos años las políticas educativas del Estado mexicano que afectaron tanto a la enseñanza pública como a la privada.

La nueva realidad marcada por las exigencias de la sociedad del conocimiento, la preponderancia del mercado, los cambios en el régimen político y la incorporación de nuevos actores en el sistema educativo, completaron el entorno de la universidad pública mexicana.

Al mismo tiempo, en el mundo y en el país, se produjeron propuestas de reformas a la educación superior. La Primera Conferencia Mundial sobre Educación Superior organizada por la UNESCO en 1998, estableció los cuatro ejes sobre los que debería gravitar la educación: la pertinencia; el mejoramiento de la calidad; la gestión y la financiación, en un afán de justicia y equidad; y la cooperación internacional.

En México, en ese mismo año, la ANUIES hizo hincapié en la necesidad de que los poderes ejecutivo y legislativo y la sociedad misma, tuvieran un fuerte compromiso con la educación superior; el sistema educativo superior, en ese contexto, llevaría a cabo sus funciones “en condiciones de calidad, pertinencia, cobertura y equidad, equiparables a los indicadores internacionales” (ANUIES, 2000).

En la actualidad, acuden a las aulas universitarias apenas el 29.47 por ciento de los jóvenes mexicanos en edad de hacerlo. El sistema universitario comprende a 2 623 367, de estudiantes, y a 279 886 mil profesores en cerca de 2 314 universidades públicas y privadas.

El número de universidades privadas creció. El 60 por ciento de la matrícula es atendida por las públicas y las privadas ya alcanzan el 40 por ciento.

En la ANUIES y en el Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA), las universidades públicas, particularmente, hemos sostenido, apoyándonos en los ejemplos de otras naciones, que el gasto para educación superior constituye una inversión para el desarrollo; hemos reiterado la solicitud de que se aumenten las partidas correspondientes en el presupuesto federal de egresos y se propicie una mayor participación de los estados en este rubro.

En congruencia con ello, las comunidades han demandado que se apruebe una política de Estado en materia de financiamiento a la educación superior en la que se incluyan  los presupuestos multianuales, los cuales, en la lógica de una planeación estratégica de parte de las instituciones, permitirían elevar los niveles de eficacia y eficiencia de la administración de los recursos, y reforzaría las reglas de transparencia y rendición de cuentas de las propias casas de estudio.

El objetivo de consolidar un sistema educativo de calidad, pertinente y competitivo a nivel internacional, ha ocupado un lugar preponderante en el esfuerzo de las comunidades universitarias en los últimos años.

Pese a sus limitaciones financieras y a los rezagos históricos innegables, cada una de nuestras universidades y centros de educación pública superior pudo desplegar un trabajo formidable para alcanzar los niveles de calidad que se requieren con el fin de que los egresados tengan un mayor reconocimiento en el mercado de trabajo y las casas de estudios sigan constituyéndose en palancas del desarrollo.

Esos han sido el propósito y el esfuerzo que nuestra Universidad Veracruzana ha realizado en los últimos años. El Programa de Trabajo 2009-2013 “Innovación académica y descentralización para la sustentabilidad” apuesta por la profundización del proceso de academización y la consolidación de la autonomía universitaria. Ofrece un balance de los logros obtenidos y reconoce las tareas pendientes, presenta la situación actual de nuestra institución, su misión, visión y valores institucionales. Aporta los principios generales y las medidas concretas a corto y mediano plazo que nos permitirán alcanzar los objetivos planteados.