- Es patrimonio de la UV
- La muestra se acompaña de un taller para niños que acerca al público infantil al acervo artístico veracruzano
- A partir del 4 de febrero se exhibe en San Miguel Allende, Guanajuato
La exposición en el Palacio de Iturbide.
Adriana Vivanco/Irma Villa
El mundo del pintor veracruzano José Justo Montiel es admirado y sobre todo valorado en los espacios que van exponiendo su obra, en la cual se aprecian personajes distinguidos del siglo XIX –cuya vestimenta arranca preguntas a los niños–, escenas religiosas y paisajes de la región de Orizaba, Veracruz.
Lo anterior es posible gracias a la suma de esfuerzos del Banco Nacional de México (Banamex), a través de Fomento Cultural Banamex, A. C., con la Universidad Veracruzana (UV) que en 2013 acordaron exhibir los cuadros de José Justo Montiel en el interior de la República. El Instituto Veracruzano de la Cultura (Ivec) ha colaborado con este proyecto aportando la curaduría de la maestra Dolores Páez Cruz.
Al respecto, Patricia Cao Romero, comisaria de la Colección de Pintura del Siglo XIX de la UV y coordinadora de la muestra, detalló que la primera sede fue en el Palacio de Iturbide (Palacio Cultural Banamex) en la Ciudad de México, estuvo del 26 de julio al 30 de septiembre de 2013; en el Palacio del Conde del Valle de Súchil, en Durango, de octubre de 2013 al 26 de enero del presente año; el 4 de febrero se inaugurará en la Casa del Mayorazgo de la Canal, en San Miguel de Allende, donde permanecerá hasta abril próximo, y finalmente en el Museo Casa Montejo de Mérida, Yucatán.
Pero lo más importante es que debido al éxito de esta obra itinerante, y porque este año la UV celebra 70 años de su fundación, también será expuesta en el Museo de Antropología de Xalapa, gracias al respaldo de la rectora Sara Ladrón de Guevara.
Este 2014, comenzó en la Casa Mayorazgo de la Canal, en el centro histórico de San Miguel Allende, Guanajuato.
El pintor y los niños
En cada sede, enfatizó Cao Romero, se realizan talleres para niños, pensados con el fin de acercarlos al arte.
“Fomento Cultural Banamex ha patrocinado este proyecto en todos los sentidos, desde infraestructura, museografía, traslados, seguros, el catálogo y la coordinación editorial del mismo; también a través de sus servicios educativos estudia la manera de transmitir ciertos elementos cognitivos a los chicos, por lo que esta exposición fue motivo de un tratamiento específico para niños por medio de talleres que de forma lúdica los integran en el mundo del pintor orizabeño”.
Respecto a involucrar a los niños en una exposición de este talante, Cao Romero expuso que hay un prejuicio respecto a que la pintura seria y académica solamente es inteligible a los cultos, pasa lo mismo con la música pero está comprobado que los infantes responden a cualquier tipo de estímulo, esto –al mismo tiempo de ser una ventaja en el aspecto educativo– también es un riesgo, pues hoy en día los niños están bajo una lluvia de estímulos a través de los medios masivos de comunicación.
“En el caso del arte, la producción televisiva es muy ramplona y lo que los niños reciben es de baja calidad, y cuando tienen acceso a otro tipo de representación la rechazan porque no están familiarizados con el arte, que no excluye a nadie ni por edad ni condición socioeconómica; por el contrario, el arte es un lenguaje fácil de comprender que entra por los sentidos y ofrece una experiencia de goce estético”.
Fomento Cultural Banamex tiene muy clara su labor para la formación de público, es por ello que cuenta con equipo humano e infraestructura para vincular a la niñez y a la sociedad en general al arte.
Y señaló que la experiencia en Durango fue muy especial porque los talleristas que conducen las actividades educativas asociadas a la muestra son todos historiadores, cuentan con una formación sólida y un entrenamiento en trabajo con niños: “Por ello han logrado captar la atención del público infantil y acercar a los niños de Durango al patrimonio artístico de los veracruzanos”.
La obra llegará en septiembre en el Museo de Antropología de Xalapa.
Acerca del artista orizabeño
Montiel fue un artista casi desconocido del siglo XIX. En 1940 Francisco Camps-Ribera, pintor catalán que estaba de paso por Xalapa, encontró abandonado un grupo de obras de arte, convocó al entonces gobernador de Veracruz, Jorge Cerdán Lara, para hacer su restauración y exhibirlas en la Ciudad de México. En esa colección de pinturas se encontraban varias de Montiel, la muestra tuvo gran éxito y significó el descubrimiento del pintor para el resto del país, agregó Patricia Cao Romero respecto a la muestra Justo Montiel. Pintor orizabeño.
“Justino Fernández, celebre historiador del arte mexicano, al ver las pinturas de Montiel calificó al artista como no académico, dato erróneo porque el orizabeño estudió en la Academia de San Carlos; posteriormente viajó por el país y fundó escuelas de pintura para niños en Guanajuato y en Orizaba. También fue maestro del Colegio Preparatorio de Orizaba, institución a la que donó parte de su obra al final de su vida”, enfatizó.
“En la década de 1920 el gobernador Adalberto Tejeda Olivares clausuró el Colegio Preparatorio de Orizaba y su pinacoteca fue traída a Xalapa, al Departamento de Instrucción Pública, bajo un etiquetado que decía Sección Universitaria. En esa época no existía la UV y cuando ésta fue fundada en 1944, el gobierno le entregó esta colección que formó parte del patrimonio universitario inicial. Por ello se puede decir que la Veracruzana es heredera moral y material de esas obras.
”Recientemente, como parte de mi tarea de Comisaria, logré localizar en el Centro de Investigación en Documentación sobre la Universidad (CIDU), y gracias a la colaboración de su directora, María Elena García, el documento de entrega-recepción de bienes muebles del gobierno estatal a la Universidad justo ante su creación y ahí, enlistadas, junto con otros objetos, aparecen las pinturas que conforman la Colección de Pinturas del Siglo XIX. Este documento fechado y firmado en 1944, prueba fehacientemente que estas obras han formado parte del patrimonio inicial de nuestra institución.
”Fue el gobernador Agustín Acosta Lagunes quien, con el fin de hacer un museo de arte, inició la recopilación de colecciones, por lo que las obras se transfirieron a la Secretaría de Finanzas, esto generó que al abrirse en 1992 el Museo de Arte del Estado de Veracruz (MAEV) en Orizaba, se pensara que todo lo ahí exhibido era del gobierno estatal.”
En 1998, como parte de la regularización del patrimonio universitario, a raíz de su autonomía, la Contraloría General de la Universidad logró hallar la documentación notarial que daba fe de la entrega de las pinturas a la Secretaría de Finanzas y Administración en 1986.
“Con base en lo anterior, la Universidad firmó el contrato de Comodato con el Ivec, para su exhibición y resguardo en el MAEV, porque ahí nuestras pinturas dicen lo que tienen que decir, en el conjunto de las más de 600 obras que tiene ese museo; nuestra colección es muy importante y así se resignifica.”
La breve reseña del proceso histórico que esta colección ha protagonizado es un hito para la UV, porque demuestra el compromiso institucional de cuidar su patrimonio y no sólo físicamente sino dándole soporte académico. “Por ello, desde hace más de tres años iniciamos el proyecto de la exposición de José Justo Montiel, que ahora es realidad”, enfatizó.
Desde mayo pasado se viene trabajando con la Dirección General de Tecnologías de Información para la realización del catálogo digital que incluirá las aportaciones de distinguidos académicos de la UV.
Por último explicó que la colección está conformada por obras de otros pintores muy importantes, y a propósito de los 70 años de fundación de la UV es que Carmen Blázquez Domínguez, titular de la Dirección General de Investigaciones, conduce la realización del catálogo de todas las obras que comprenden la Colección de Pintura del Siglo XIX que posee la Universidad, y del Primer Coloquio “Los caminos de la cultura mexicana en el siglo XIX. El trasiego de las ideas”, que también se realizará en septiembre en el Museo de Antropología de Xalapa.
