A continuación se transcribe el discurso de despedida, pronunciado por Adrián Bermúdez López, integrante de la generación 2011-2015 de la Licenciatura en Música:
Hoy, después de una larga gestación y una convulsa labor de parto la Universidad Veracruzana y la Facultad de música dan a luz a una nueva generación de profesionistas, listos y preparados para enfrentar la realidad de la vida artística y laboral.
Larga por los 8 o 10 años de ardua formación y estudio, convulsa y agitada por los cambios y manifestaciones que surgieron hace cuatro años y que han abierto el camino a nuevas formas de expresión, al desarrollo de ideas, y que nos han descubierto una nueva visión de la música.
Juntos, maestros y alumnos, le dimos forma a un modelo educativo que no parecía tener ni pies, ni cabeza, ni sentido, pero que funcionó gracias a la comunicación y al trabajo en conjunto. Este cambio, ha permitido que los estudiantes de música, otrora encerrados en cubículos y ensimismados en un instrumento, manifestáramos nuestras necesidades y expresáramos nuestra inconformidad, y que nos uniéramos para buscar, en cohesión y entendimiento, soluciones y propuestas, que el mismo cambio nos exigía. Fue este cambio un despertar para la Facultad de Música.
Hay que ser conscientes, como recordatorio para el futuro, que los cambios siempre generan un desconcierto y un sentimiento de zozobra que se suele rechazar, por miedo, o por comodidad a los preceptos ancestrales.
El primer movimiento de la sinfonía MEIF en la Facultad termina con broche de oro y un final inesperado, pues el modelo permitió conocer y experimentar con otros ámbitos, artísticos, académicos y sociales, ha generado interactividad entre gestión, medicina, deportes, artes escénicas, tecnología, actividades sociales e interdisciplinarias de impacto, con gran aceptación por parte del público, interés y empeño por parte de los alumnos, y apoyo por parte de maestros y administrativos, no sin esfuerzo, dedicación, entusiasmo y cansancio. Y da paso a los siguientes movimientos, que de seguro darán cosas positivas y nuevas de las que hablar.
Después de hoy, según los lineamientos, se tiene que hacer una revisión al plan de estudios, analizar los aciertos y los contratiempos, y hacer las modificaciones pertinentes, esto compete al cuerpo académico en su totalidad para que el engranaje de la facultad funcione completamente y no haya partes que avancen y otras que no. Nosotros, los primeros egresados de este modelo, nos abanderamos como recios escrutadores de este proceso, así como lo hicimos desde el principio, en beneficio de las generaciones futuras y del prestigio de nuestra casa y alma mater.
Amigos, al salir de aquí, debemos poner empeño en seguir preparándonos, buscar nuevos horizontes, crear, difundir, desarrollar, expresar, gestionar, aprender y enseñar, mejorar como artistas y ciudadanos conscientes de la responsabilidad que guardamos para con nuestras familias, nuestra universidad, y con la sociedad en general. Con esto quiero decir que con o sin títulos, seamos artistas responsables, abiertos, humildes, y seres humanos de calidad.
A nombre de mis compañeros y amigos, quiero agradecer a nuestras familias, por su incondicional, apoyo, amor, sustento y comprensión. A cada uno de nuestros maestros, por su conocimiento y paciencia. Al cuerpo académico entero, por sus enseñanzas y colaboración durante 10 años, por estar abierto al cambio y por su espirito de trabajo, honestidad, y amor a la música. Agradezco al personal administrativo y manual de la facultad y de la Unidad de Artes. Especialmente agradecemos a Blanca Estela Pozos “Blanquita” por su incansable labor, si bien los maestros proporcionaron la sustancia para crear, ella le dio forma, con su paciencia, ardua labor, amabilidad, responsabilidad y amor a su trabajo, es ella un claro ejemplo de que el talento se necesita para realizar cualquier oficio, y para nosotros un ejemplo a seguir de responsabilidad, humildad y empeño.
Es probable, que haya mucho que decir, que haya que hacer un recuento de los daños. Pero más que daños veamos las cosas como beneficios, como medios para mejorar. Miremos atrás y veamos nuestra historia, aprendamos de ella para no repetirla.
Para finalizar quiero citar un párrafo de una publicación del compositor mexicano Melesio Morales que escribió en 1896:
«…¡El arte! ¿Quién se ocupa del arte en México?, exclamará algún pesimista improductivo; ¿Quién?, un grupo, y no es el único, de jóvenes animosos “che portano in petto la sacra scintilla”; jóvenes concertistas de piano, y cuartetistas de instrumentos de cuerda y de aliento,[cantates], grupo aislado en sus trabajos, solitario en sus labores, constante en sus propósitos e ignorado en sus conquistas, grupo de inteligentísimos virtuosos, minnesanger del presente, que a semejanza del literato y el poeta mexicanos, van devorando pacientemente una existencia afanosa, incomprendida, sin descanso y sin recompensa, esparciendo con sus preclaras inteligencias por sobre la crítica y la oposición, ¡luz, vida y armonía! Ese grupo, pues, se ocupa del arte…y estudia…y progresa…»
Amigos, hermanos de vocación, hermanos de francachela, hermanos en las lágrimas y corajes, hermanos de concierto y de ensamble, hermanos en el aplauso y en el silencio, agradezcamos la negatividad y las altas barreras a las que nos hemos enfrentado, pues nos han convertido en optimistas nos han hecho valorarnos como artistas y como personas y nos han hecho saltar más alto y más lejos.
¡Salgamos, pues, a dignificar y enaltecer la música, por el bien de nuestra nación, que tanta paz y orden necesita!
No me queda más que reiterar nuestros agradecimientos, y augurarnos prosperidad, éxito y felicidad en nuestras carreras. Muchas gracias y felicidades a todos.
Adrián Bermúdez López. 23 de junio de 2015. Ceremonia de clausura. Primera Generación MEIF Universidad Veracruzana. 2011-2015
Fotos: Facebook
