R. G. – Monotipo

Pero también podemos experimentar con Gorostiza unas soledades verdaderamente cósmicas cuando nos dice “oh inteligencia/soledad en llamas/ que lo consumes todo/hasta el silencio” que escribe en su maravilloso poema Muerte sin fin .

La palabra nos puede sacudir por dentro, puede transformarnos emocionalmente. En esta época de miedo a la realidad, la palabra también se humilla y nos protege poniéndole nombre bonitos a las cosas feas que nos dan tanto temor.

Por ejemplo: a las arrugas de la cara se les llama “líneas de expresión”; a la estupidez e inmadurez emocional, los sicólogos le llaman “áreas de oportunidad”; al peluquero se le llama “estilista”; las prostitutas, “sexoservidoras”; un lisiado se dice que tiene “habilidades especiales”; a los viejos nos llaman “adultos en plenitud”; y al descarado saqueo fiscal le llaman “rescate bancario o Fobaproa o IPAB ”, este fantasma es tan feo que requiere de tres eufemismos.

Reconozco que soy viejo, no soy un adulto en plenitud, un día me acababa de llegar esta frase cuando fui a visitar un asilo de ancianos y estaban los viejitos y las viejitas asoleándose como las lagartijas, a mí me daba miedo de que les diera una insolación y dije ¿esto es el adulto en plenitud? Mi plenitud fue entre los 30 y los 60, ahora apenas puedo caminar, tengo tantas cosas en la cabeza y en el alma que quisiera hacer y no puedo. Nuestro pueblo tenían un baile que se llamaba El baile de los viejitos, muy lindo y muy digno, ahora al baile de los viejos le llaman cana al aire, pero las canas al aire las echamos cuando en vez de canas tenemos ganas, no ahora que no nos quedan ni siquiera ganas.  

GMA: Usted publicó en 1966 aquí en la Editorial un libro de cuentos que se llama Marejada ¿cómo fue que se acercó a la Editorial , como lo invitaron a la UV ?

LSZ: Conocí a Sergio Galindo y a través de él llegaron los cuentos aquí a la Editorial , eran los primeros que presentaba en un libro, había publicado cuentos en una revista cultural que era muy especializada que dirigía Alfonso Junco, se llamaba Ábside , luego colecté los cuentos, los mandé a la Editorial a través de Sergio Galindo pero la verdad no tenía muchas expectativas, estos cuentos la mayoría los había escrito en el taller Mester de Juan José Arreola, él los examinó, revisaba de una manera muy interesante y respetuosa, daba una opinión sobre un párrafo o un cuento entero y uno tomaba nota y hacía lo que quería y era tan respetuoso que ya no metía mano en lo que nos había dicho, creo que se publicaron varios libros como producto de ese taller, interesantísimo taller, tan interesante como era Arreola.

GMA: Y casi 40 años después regresa a la Editorial de la UV

LSZ: Si, yo creo que esta Editorial es mi editorial madre, porque me parió el primer producto y bueno, Sergio Galindo me hizo el favor de publicarlos.

GMA: Don Leopoldo, vayamos a su novela Juegos de adultos , el eje central es un niño que conoce una sirvienta con la que tiene relaciones sexuales, la inicial, traumática, y de ahí el hilo de la novela se enmaraña en toda la vida del pequeño Saso. La gente que ha leído la novela ¿ qué le han comentado, algunos les gusta se espantan por el tema, lo han criticado?

LSZ: Fíjese que me ocurrió una cosa muy interesante, a mi me parece que la novela es muy dura y muy cruda, porque las escenas de sexo, son fuertes.

GMA: Y bien descritas por cierto

LSZ: Bueno, eso la hace más peligrosa. Tengo una amiga muy querida que es una monja jovencita, tan delicada y espiritual, para mí es lo más cercano que considero que he estado de un ángel. Un día me dijo: “Présteme la novela”. Le contesté, “mira no creo que esta novela sea para ti, porque es muy fuerte, tu estás en otro mundo, esto es casi del mundo del hampa y tu estás en los cielos”; “préstemela de todos modos, me insistió”. Pensé “esta se va a pegar el susto de su vida”. Como en cuatro días vino conmigo y me dijo: “me gustó muchísimo la novela”. Asombrado exclamé: “¡Cómo que te gustó! ¿Leíste todas las escenas?. Tranquilamente me respondió: “Todas las leí y no me espanté porque están relatadas muy fi namente maestro”.

GMA: Bueno, podemos considerar que tenía también un criterio muy amplio