Universidad Veracruzana

Los nacidos desde el año 1995 representan un poder adquisitivo emergente con 44,000 millones de dólares

La sociedad está caracterizada por tener factores diversos, como las diferencias culturales, políticas y religiosas. Sin embargo, son las diferencias generacionales las que pueden regir en los ámbitos más básicos de las personas, como es el caso de las compras por internet.

La llamada Generación Z, aquellas personas que nacieron entre los años de 1995 y 2010 y que se caracterizan por ser la generación “digitalmente nativa”, ha demostrado comportamientos que llevan a la conclusión de que es la generación que más se resiste a comprar online.

Según un nuevo estudio global de IBM, a pesar de que el 74% de la Generación Z pasa la mayor parte de su tiempo libre en internet, el 98% aún recurre a tiendas físicas para adquirir productos, un porcentaje casi absoluto para aquellos que son conocidos como “los que nacieron con el internet integrado’’.

El problema está, según resultados del estudio de IBM, en que las marcas no son capaces de satisfacer las necesidades de la GeneraciónZ, convirtiéndola en un sector específicamente exigente.

Estas necesidades crecen exponencialmente debido a la facilidad tecnológica que caracteriza a esta generación, ya que el 66% de la GeneraciónZ utiliza más de un dispositivo: computadora, smarphone, tablet, entre otros.

Como consecuencia del habitual uso de nuevas tecnologías, las empresas y marcas no son capaces de seguirles el paso: 38% de ellas proporciona una mala experiencia móvil o ninguna, además de que el 45% de las marcas tardan más de 24 horas en responder a las preguntas de los clientes en redes sociales o no responden en absoluto.

Este tipo de situaciones resultan inadmisibles para aquellos que “aprendieron a hacer clic antes de que pudieran caminar o hablar’’ resultando en una brecha de consumidores que las marcas están desesperadas por atender, ya que los nacidos desde el año 1995 representan un poder adquisitivo emergente con 44,000 millones de dólares, de ahí la importancia de que las marcas establezcan una interacción constante y duradera con la Generación Z.