Julio-Septiembre 2006, Nueva época Núm.99 Xalapa • Veracruz • México
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A través de un homenaje
Reconocen legado de Alfonso Medellín a la arqueología veracruzana


David Sandoval

Alejandro Córdoba Cevallos, vicerrector de Poza Rica-Tuxpan; Elka Fediuk, directora del Área Académica de Artes;
Aníbal Guzmán Ávalos, director del SEA,
y Raúl Contreras, director de Comunicación
Personaje fundamental en la creación del Museo de Antropología (MAX), investigador fundador del Instituto de Antropología y maestro de varias generaciones en la Universidad Veracruzana, Alfonso Medellín Zenil (1925-1986) fue homenajeado por colegas y discípulos a través de una mesa redonda realizada en el museo que alguna vez dirigió.

Luego de las palabras de bienvenida ofrecidas por la directora del MAX, Sara Ladrón de Guevara, el director de Educación Superior de la Secretaría de Educación de Veracruz, José Luis Alcudia García, comentó que el maestro Medellín "logró establecer una secuencia cronológica cultural para los totonacas prehispánicos asentados en el centro de Veracruz, y su legado comprende obras que son consultadas en bibliotecas de todo el mundo", con lo cual le sigue dando presencia internacional al estado de Veracruz.

En su ponencia "El maestro Medellín Zenil y su trabajo de campo", Manuel Torres Guzmán, miembro del Instituto de Antropología de la UV, rememoró las temporadas en las que convivió, aprendió y trabajó como asistente del homenajeado en diferentes sitios del estado de Veracruz, como Remojadas, zona de gran importancia, dado que "en su cerámica posee datos verdaderamente interesantes como la representación de Ehécatl y Xipetotec". Y es que esta cerámica encontrada por Alfonso Medellín ahora sirve como parámetro para fechamientos y comparaciones con otras culturas.

Recordó también el trabajo de campo llevado a cabo en la Isla de Sacrificios, en la cual Medellín pudo hallar vestigios de la cultura totonaca; la labor en la zona de Quiahuiztlán, donde realizaron varios hallazgos en las tumbas del sitio, en 1941; la investigación en El Viejón, en el que encontró material perteneciente al Preclásico tardío, así como las incursiones en Villa Rica, donde desmontaron el sitio en que se ubica la fortaleza edificada por el ejército de Hernán Cortés y construyeron un pozo de exploración cercano a la playa, junto a un paredón.

Tras reconocer que la obra crucial del arqueólogo recordado es Cerámica del Totonacapan, la arqueóloga Bárbara Stark aseguró que la región del centro de Veracruz fue una fascinación profesional y personal para él. Asimismo, dio cuenta de la primera vez que llegó al estado de Veracruz y conoció al maestro Medellín, quien le prestó "un mapa viejo que tenía marcados varios nombres de rancherías ubicadas en el bajo Papaloapan", sin importarle que era apenas una joven estudiante, recién conocida y extranjera. Por ello, Stark admitió tener una deuda con el homenajeado por la confianza que éste le brindó.

Sergio Vásquez Zárate, catedrático de la Facultad de Antropología, explicó que durante la década de los sesenta, cuando Medellín Zenil realizó sus investigaciones, era clara la configuración cultural prehispánica de Veracruz en tres grandes áreas: olmecas en el sur, totonacas en el centro y huastecos en el norte; sin embargo, "con el avance de las investigaciones, los datos y las evidencias recuperadas en el centro de Veracruz han mostrado claras disociaciones cronológicas, estilísticas y espaciales, lo que lleva a dudar del carácter cultural homogéneo del Totonacapan".

También afirmó que el libro Cerámica del Totonacapan es una obra extraordinaria para su época, que actualmente mantiene su valor como texto de referencia básico para entender las primeras cronologías sistemáticas de la región central de Veracruz: "Es innegable que el volumen caracteriza y define un amplio repertorio tipológico que, en términos generales, mantiene una cronología relativa correcta."
Por su parte, Yamile Lira López, arqueóloga de la UV, expresó en su ponencia "Los trabajos de Medellín en la región del Maltrata: nuevos avances" que el arqueólogo visitó esta zona de Veracruz hace 45 años, en 1961, y a pesar de las pocas estancias que tuvo en el lugar, se dio tiempo para hacer también trabajo antropológico. Una de las investigaciones más importantes en la región es sobre el monolito de Maltrata que el arqueólogo veracruzano trabajó. También halló dos enterramientos cercanos. "El estilo escultórico es típicamente totonaco de la época clásica; los autores de los entierros fueron popolocas u olmecas históricos".

Con el avance de las investigaciones, dijo, se ha constatado que el trabajo de Alfonso Medellín en Maltrata tuvo varios aciertos –por ejemplo, que el sitio tiene una periodo extenso que data del Preclásico medio– y con los datos recabados por el arqueólogo se han continuado los trabajos de exploración en el área.

En el 20 aniversario luctuoso de Alfonso Medellín Zenil, diversos académicos reunidos en el MAX reconocieron los aportes y el trabajo realizado por el arqueólogo veracruzano.

Un recorrido por la vida y obra de Medellín
Durante la segunda y última jornada del homenaje, Annick Daneels presentó la ponencia "Medellín Zenil y los dioses narigudos", primer tema de investigación que empezó a desarrollar la ponente a su llegada a México en 1979, basado en el formato que había creado Medellín Zenil diferenciando a los dioses narigudos en tres tipos: el grande de tocado triple, el segundo tipo de tocado doble (con alas y con cresta) y el tipo femenino con dos variantes de tocado: de alas y el de banda.

En términos de estilo, añadió, la tipología propuesta "quedaría perfectamente bien en lo que Medellín llamó el tipo de cara triangular, que no se refiere a un tipo de figurilla, sino a una tecnología, una forma de hacer las piezas que empieza en el principio del Clásico y dura todo el periodo. Podríamos decir que el dios narigudo quedaría integrado dentro de un tipo de cara triangular que nace en el Clásico temprano".

Los hallazgos recientes de la arqueóloga Daneels en el sitio de La Joya, cercano a la localidad de El Tejar, Veracruz, respaldan la teoría de Medellín Zenil que dice que los dioses narigudos se encuentran en grupos y están particularmente circunscritos en el sitio de Remojadas. "El dato fundamental de estas figurillas es que están presentes en todos los niveles jerárquicos: desde las pirámides y las grandes plataformas palaciegas, hasta las unidades habitacionales de elite o las comunes y corrientes. Eso refleja la gran importancia que tenían esos dioses para la sociedad".

La directora del MAX, Sara Ladrón de Guevara, afirmó que, a pesar de haber sido uno de los pocos arqueólogos que encontró en contexto una vasija con bajorrelieve, Alfonso Medellín no la consignó en sus resultados.

En esta intervención, la arqueóloga proyectó imágenes de las cinco vasijas que forman la colección del MAX. La primera procede del sitio El Zapotal, trabajado por el maestro Manuel Torres. La segunda fue hallada en Remojadas por Medellín, quien –reiteró– no hizo una especial mención de esta pieza, "a pesar de su extraordinario bajorrelieve y de la escasez de este tipo de material; sin embargo en su obra clásica Cerámica del Totonacapan, el maestro describe en el apéndice la excavación realizada en esa sección y afirma que los materiales de las dos primeras capas, en una de las cuales halló esta vasija, corresponden todos al horizonte Clásico temprano". La tercera vasija fue hallada por la doctora Waltraud Hangert, quien la consideró como atípica. Las dos restantes –una perteneciente al MAX y otra al Southwest Museum de Los Ángeles, California– provienen del mismo molde, ya que tienen los mismos personajes y la misma disposición, con ligeros detalles que las diferencian: la escena evoca a otras esculpidas en El Tajín y en ella se observa una procesión de personajes grandes que cargan o enfrentan a personajes pequeños tanto humanos como animales.

En tanto, Judith Hernández Aranda, arqueóloga de la UNAM, en su exposición "Arqueología histórica de la Villa Rica de la Vera Cruz" destacó que probablemente el periodo más fructífero en exploraciones para el maestro Medellín Zenil haya sido entre 1950 y 1960, cuando exploró el área que comprende desde el río Cazones (por el norte) hasta el Papaloapan (por el sur), donde pudo registrar cerca de 500 sitios arqueológicos. "Los innumerables informes que presentó al Gobierno de Veracruz y al Instituto Nacional de Antropología sobre su trabajo de campo fueron el sustento de la tesis que presentó en 1957, para optar por el grado de maestría en Ciencias Antropológicas", texto que le permitió escribir otro: Cerámica del Totonacapan.

Comentó que el homenajeado fue pionero en realizar arqueología histórica en México, al recalcar la importancia de Villa Rica como punto clave para la cronología arqueológica de nuestro país, "por haber sido ocupado por los españoles de 1519 a 1524 y porque sus vestigios son el símbolo material de la Conquista". Estos hallazgos tienen gran trascendencia, ya que el arqueólogo identificó los restos de la fortaleza y dejó un plano de la cimentación, así como una primera interpretación del sitio basada en materiales arqueológicos.

Para finalizar con el homenaje, el antropólogo Roberto Williams García, contemporáneo y compañero de Alfonso Medellín, presentó una semblanza de la vida y obra del maestro homenajeado que nació en Chicontepec, Veracruz, y en cuya infancia aprendió a hablar náhuatl, conocimiento que fue fundamental para su carrera y sus trabajos de interpretación. En 1945, recordó Williams, ambos se prepararon para dirigirse a la Ciudad de México y cursar estudios en la recién creada Escuela Nacional de Antropología e Historia. Al regresar a Xalapa, y durante toda una década (1950-1960), Medellín Zenil realizó investigaciones en las que rescató monumentos, y en el año de 1959 se montaron las primeras vitrinas de lo que sería el Museo de Antropología.

Finalmente, Williams García destacó el trabajo de Raúl Hernández Viveros, quien reunió todos los artículos que comenzó a publicar Alfonso Medellín desde 1957, año en que se fundó la revista La Palabra y El Hombre, donde el maestro presentó periódicamente los resultados de sus investigaciones.