En la zona norte de Veracruz fue hallado
un valle de unas 25 hectáreas, en cuyas entrañas
se ocultan edificaciones prosiblemente construidas por huastecos
de la época posclásica, de acuerdo con el antropólogo
Rubén Morante, quien fuera director del Museo de Antropología
de Xalapa (MAX), aunque su colega Mario Navarrete, del Instituto
de Antropología (IA), considera como probable que este
sitio arqueológico, hallado en la comunidad Héroes
de Chapultepec, municipio de Tuxpan, pertenezca a la cultura totonaca,
dada su cercanía con el área en que floreció
esta civilización.
Ya sea de origen husteco o to-tonaco, el sitio de tales dimensiones
recién descubierto atrae las miradas de científicos
y autoridades que buscan darlo a conocer de la manera más
apropiada. El asentamiento se conforma de 40 edificios escalonados,
construidos a base de piedra con relleno de tierra. Cuatro de
ellos resaltan por ser bicúspides, es decir, tienen promontorios
topográficos en la cima que simulan ser adoratorios, aunque
ello podría confirmarse durante su restauración.
Del
descubrimiento
En abril, el alcalde de Tuxpan, Jerónimo Folgueras Gordillo,
solicitó el apoyo de académicos y autoridades de
la UV para contribuir a la elaboración de un proyecto para
el sitio que beneficie a las comunidades aledañas, pues
la situación económica de la región es precaria.
De acuerdo con el alcalde, la petición busca que la zona
arqueológica no tenga el mismo destino que otras descubiertas
y devastadas por empresas que, sin el menor cuidado de las raíces
veracruzanas y del país, se asentaron y no hicieron el
menor esfuerzo por rescatar y conservar los sitios.
A ello se agrega la expectativa de que el sitio sea un detonante
económico de la región, particularmente de las 12
comunidades que se encuentran en su entorno, lo que podría
lograrse mediante acciones de capacitación que permitieran
a la población atender al turismo nacional e internacional,
así como a arqueólogos, antropólogos, sociólogos
e historiadores para que desarrollen sus investigaciones.
Folgueras Gordillo informó que la zona arqueológica
permaneció en secreto, probablemente por su ubicación
en terrenos ejidales y por el temor a que fuera expropiada.
Desafortunadamente, las pirámides han sido devastadas,
pues varias personas excavaron en busca de reliquias y se han
utilizado piedras para la construcción de casas. Por ello,
las autoridades municipales pidieron a la UV un diagnóstico
que ofreciera detalles del lugar y los posibles proyectos a realizarse.
Mario Navarrete, quien formó parte del equipo de la UV
que acudió al lugar, dijo que el estudio incluye la ubicación
geográfica, un croquis de la zona, el número de
edificios y cómo están dispuestos. El diagnóstico
también fue turnado al Consejo de Arqueología del
Instituto Nacional de Antropología e Historia para que
verifique si la zona ya había sido identificada. En caso
de no ser así, los universitarios deberán brindar
la información necesaria para que se tenga un reconocimiento
nacional.
El director del Instituto de Antropología, Héctor
Cuevas, comentó que en ocasiones se tiene el registro de
los sitios arqueológicos pero no se dan a conocer para
que turistas o lugareños no realicen saqueos que destruyan
información invaluable para los arqueólogos. Sin
embargo, las instituciones que realizan estudios y rescates de
las zonas arqueológicas no cuentan con el presupuesto suficiente
para atenderlas todas, por lo que en ocasiones es preferible conservar
el anonimato de los sitios y que la vegetación haga su
parte.
Propone UV crear parque eco-arqueológico
Varias son las opciones que se han considerado para la zona arqueológica
de Tuxpan, entre ellas, la instalación y operación
de un museo de sitio. Para Rubén Morante, crear un museo
de esta naturaleza permite que las piezas se queden en el lugar
y que se dé atención al aspecto social, pues las
investigaciones tienen que realizarse con el consentimiento de
la población.
En este proyecto, el Museo de Antropología de Xalapa podría
tener participación, prestando temporalmente las piezas
que se requieran para tener una comprensión total de la
cultura que se desarrolló en el lugar. Sin embargo, la
realización de un museo de sitio requeriría de un
presupuesto amplio para el que se necesitaría la participación
de varias instancias, incluso de la iniciativa privada.
Existe también la iniciativa de crear una reserva eco-arquelógica,
propuesta por los antropólogos Héctor Cuevas y Mario
Navarrete, del IA, y por Javier Kuri Camacho y Sergio Vázquez
Zárate, de la Facultad de Antropología.
Mario Navarrete dijo que sería factible manejar el sitio
como un parque temático, de manera que no se realicen acciones
de restauración sino únicamente mantener la zona
limpia.
Se trata con ello de que los trabajos arqueológicos no
se efectúen de manera aislada, sino en consonancia con
otras disciplinas como la ecología, toda vez que el valle
que circunda el sitio es de gran belleza y es alimentado por un
arroyo que valdría la pena rescatar.
Ambas propuestas toman en cuenta la ecología y un factor
determinante para la economía del lugar, el turismo. Sin
embargo, no necesariamente un sitio arqueológico es sinónimo
de una gran derrama económica, pues –según
Morante– estas zonas a veces requieren una inversión
superior a los ingresos por este rubro.
Tuxpan se considera en el ámbito nacional como un lugar
estratégico en el que se invertirán cuantiosos recursos
para que se convierta en puerto alterno al de Veracruz, informó
el alcalde Jerónimo Folgueras. Esto, junto con la producción
del 8.3 por ciento del total de la energía del país
y los asenta-mientos prehispánicos como El Tajín
y ahora la zona de Héroes de Chapul-tepec, podrían
ser detonantes de la zona norte de Veracruz.