Octubre-Diciembre 2004, Nueva época No. 82-84 Xalapa • Veracruz • México
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La laicidad del Estado mexicano,
aún a debate: Víctor Ramos Cortés

Celebra el IIHS el Congreso Religión y Política: Símbolos Compartidos, junto con representantes musulmanes, judíos, cristianos, católicos y de otras religiones
Representantes musulmanes, judíos, cristianos, católicos y de otras religiones, investigadores expertos en el tema y autoridades gubernamentales fueron convocados por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS) y las facultades de Filosofía e Historia de la UV, para debatir en el XVIII Congreso Religión y Política: Símbolos Compartidos, que es una extensión de lo que anteriormente era el Congreso Estado, Iglesia y Grupos Laicos, que tuvo a bien ampliar la temática debido a que en la actualidad se ha incrementado el interés por los estudios de religión.

Del 25 al 28 de octubre, en la Unidad de Humanidades, los participantes abordaron temas como sistemas míticos, proyectos religiosos y sistemas políticos; santuarios, cofradías y peregrinaciones; pluralidad religiosa en México; sexualidad, género y religión; religiones amerindias; religión y cambio en el contexto político actual de

Víctor Ramos participó en el congreso organizado por el iihs. (Foto: César Pisil)
México; innovaciones y tensiones en la Iglesia católica; religiones e iglesias étnicas; protestantismo y evangelismo; organizaciones y movimientos laicos; religión, política y Estado; religión y Estado en el México de las épocas prehispánica, colonial y durante la formación de la República; biotecnología y religión, y movimientos religiosos en el mundo contemporáneo.

Dada la envergadura del tema, a la organización del congreso se sumaron el grupo Religión, Sociedad y Política; la Asociación Latinoamérica para el Estudio de las Religiones (ALER) y el Centro de Estudios de Religiones Contemporáneas (CRC), con el fin de crear una confluencia interdisciplinaria y multidisciplinaria de especialistas dedicados al estudio de las religiones.

Fundamental, el respeto a la diversidad religiosa
La laicidad del Estado mexicano aún es sometida a debate, pues las nociones que giran alrededor de ella oscilan entre la ausencia de principios religiosos en el funcionamiento del Estado y la obligación de éste de promover y garantizar la libertad de cultos, aseguró Víctor Ramos Cortés, investigador de la Universidad de Guadalajara.

Dijo que las políticas públicas en materia de religión no pueden ser obtenidas de la inspiración devota, sino que en su establecimiento debe mediar el análisis de las ciencias sociales; de lo contrario, establecer normas para la convivencia colectiva a partir de los fundamentos de la fe podría llevar al fundamentalismo. Añadió que la participación ciudadana en el establecimiento de políticas públicas en materia de religión es todavía menor que en el resto de los temas de la agenda nacional, por lo que aquéllas continúan negociándose entre las cúpulas del Estado y las asociaciones religiosas. El investigador consideró positiva la interlocución entablada entre líderes religiosos y el Estado, pues permite llevar a debate nacional estos temas. Con todo, Ramos Cortés pidió revalorar el carácter que revisten las relaciones entre ambas esferas, pues el hecho de que sea la Secretaría de Gobernación la que atiende a los religiosos hace de éstos actores políticos.

México, concluyó, debe aceptar la diversidad de religiones como parte de su multiculturalidad, pero los mexicanos no deben confundir el brote de algunas nuevas iglesias que buscan lucrar con la fe con diversidad y pluralidad de cultos.

La historiadora María Gracia Castillo Ramírez explicó cómo la religiosidad ha permitido la participación comunitaria de las mujeres, pero no la ha convertido en una participación ciudadana política, sino que la reduce al campo de lo comunitario. Esto es una clara desventaja, pues cuando la participación va más allá del ámbito de lo vecinal y de lo individual es posible hacer demandas políticas, presentar proyectos más amplios, hacer reivindicaciones que no afecten sólo a una persona y a su entorno inmediato, sino que vayan en función de la construcción de una sociedad, en su sentido más amplio.

En la conferencia “40 años de la fundación de las comunidades del Camino Neocatecumal”, el historiador Rafael Martínez Alarcón, profesor de la Universidad Internacional de Andalucía, señaló que México ya no es una nación exclusivamente católica, apostólica y romana como se había propuesto en 1824, porque ahora existen 6 248 asociaciones religiosas registradas oficialmente, cifra que da cuenta de su diversidad religiosa. Esta población, agregó, nos habla de una convivencia, bajo la ley, pero sobre todo de una tolerancia y de un profundo cambio. “Hoy más que nunca la parte del proyecto Juarista relacionada con el tema de la religión está vigente, dado que existe el respeto a la pluralidad, el respeto a las nuevas iglesias”.