Octubre-Diciembre 2004, Nueva época No. 82-84 Xalapa • Veracruz • México
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Reconoce experto español estudios de la UV
Los hongos micorrícicos pueden
mejorar el rendimiento de plantas
Edith Escalón

Para ayudar a las plantas a progresar en suelos con pocos nutrientes, erosionados, degradados y deteriorados, o para mejorar la producción de horticultura y floricultura, los hongos micorrícicos son una de las alternativas más innovadoras y eficientes. La micorriza, palabra que proviene del griego mico-hongos y rizas-raíz, es una simbiosis entre hongos y raíces de plantas que, al entrar en contacto con las plantas, integra una asociación que resulta benéfica para ambas.

Según José Miguel Barea, doctor en Microbiología de suelos y experto en el estudio de esta simbiosis, existen dos grandes grupos de micorrizas: las ectomicorrizas, que se integran por la existencia de hongos superiores como son las setas, y las micorrizas arbusculares, que son microorganismos muy pequeños, hongos que no se perciben a simple vista.

El investigador español aseguró que el estudio de las micorrizas ha progresado en cuanto a la investigación básica, sobre todo en aspectos de fisiología, bioquímica y biología molecular; no obstante, la aplicación práctica en sistemas agrícolas es incipiente. Aun así, reconoció que en la Universidad Veracruzana hay una línea de investigación y aplicación que pocos estudiosos han desarrollado: “Lo que nos ha llamado la atención es la aplicación de micorrizas para reactivar los suelos que han sido contaminados por derrames de petróleo”.

Dijo que incluso en Granada, España, donde él labora junto a un numeroso grupo de investigación, el trabajo que durante años ha realizado Dora Trejo, en la Facultad de Ciencias Agrícolas de Xalapa –apoyada por Ronald Ferrera, del Colegio de Posgraduados– ha sido reconocido por su impacto y su calidad. “En España no tenemos este problema, desafortunadamente, porque tampoco producimos petróleo, pero sabemos por los estudios que aquí han realizado que la aplicación de micorrizas en estos casos es una alternativa importantísima y sumamente efectiva, aunque aún falta desarrollar más la investigación”.

Al presentar a universitarios de Biología y Agronomía de la UV un panorama del estudio y los alcances de las micorrizas, también recordó que la investigación moderna en esta área comenzó en 1950, cuando investigadores británicos se percataron de la existencia de unos hongos que no se notaban en los suelos de cultivo pero hacían crecer a las plantas.