Junio 2003 , Nueva época No. 66 Xalapa • Veracruz • México
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Hipnosis, una opción alterna para curar
padecimientos psicosomáticos

Alma Espinosa

 
La hipnosis no es un espectáculo, ni un estado de inconciencia, ni un método para extraer verdades; es más bien un estado de concentración enfocada, con cuyo auxilio es posible tratar fobias, temores y enfermedades psicosomáticas, entre otros padecimientos. Armando Manuel Scharovsky, psicólogo argentino, explica los antecedentes y la aplicación de la hipnosis clínica, al tiempo que habla acerca de la terapia de vidas pasadas, así como de la regresión y la reparación hipnóticas.

Alrededor de la hipnosis se han tejido multitud de fantasías y leyendas. Todos hemos visto esos espectáculos en los que algunas personas son puestas en ridículo, forzadas a realizar pruebas vergonzosas y despertadas bruscamente en estado de confusión. Eso no es hipnosis. Eso es solamente un fenómeno hipnótico posible de inducir, a partir de trucos y artilugios, a un pequeño porcentaje de personas.

Lamentablemente esas exhibiciones han hecho mucho daño a la difusión, el uso y la aceptación de los recursos que la hipnosis pone al alcance de los profesionales habilitados. Por ello, hay que destacar que este procedimiento tiene una aplicación realmente más brillante y práctica: la vertiente clínica. Es, pues, la hipnosis clínica la encargada de mejorar y curar las enfermedades de las personas, ya sean psicógenas o psicosomáticas; incluso, se le utiliza para la extracción de piezas dentales.

Con la ayuda de este método –el cual debido a su enorme potencial tiene que ser practicado por una persona que posea tanto los conocimientos suficientes como las técnicas adecuadas para su efectividad y que tenga la ética suficiente para no someter al paciente a ninguna experiencia que en su estado de vigilia no permitiría– se trata todo tipo de trastornos, como fobias, miedos, traumas, depresión, angustia, nerviosismo, estrés y timidez, entre otros. En el caso de las adicciones ha sido utilizada como una terapia exitosa.

A través de la hipnosis también es posible hacer que una persona regrese en el tiempo para que reviva o recuerde hechos de su pasado y puedan ser tratados. A este proceso se le denomina terapia de vidas pasadas con hipnosis, recurso desarrollado en la última década. Debido a los efectos de esta terapia ha vuelto la polémica de la existencia del fenómeno de la reencarnación.

Para hablar al respecto entrevistamos al psicólogo Armando Manuel Scharovsky. De nacionalidad argentina, el psicoterapeuta que se apoya en la hipnosis; ha impartido cursos en nuestra ciudad para la enseñanza de la utilización de la hipnosis, también ha visitado a la comunidad de la Facultad de Psicología de la uv para compartir sus experiencias.

Las sesiones de hipnosis que se realizan ante una gran audiencia y se presentan a través de la televisión, ¿afectan el concepto y el objetivo que tiene la hipnosis?
Lo primero que debemos aclarar es lo que la hipnosis no es. Ésta no es eso que nos han mostrado en los medios. Y quizá una de las cosas más difíciles que tenemos que manejar los profesionales que la aplicamos es romper esa imagen creada por los espectáculos públicos. La hipnosis es presentada generalmente como un estado de inconciencia y sumisión, donde una persona generalmente con un traje muy brillante y una voz altisonante somete a otras personas debiluchas y las obliga a hacer cosas ridículas y a confesar lo inconfesable.

Nada es así.

La hipnosis que se ve en los teatros y en la televisión es un espectáculo y por ende tiene las reglas de cualquier espectáculo. Para ello, utilizan algunos fenómenos hipnóticos y algunos trucos que hacen ver a las personas muy diferentes; sin embargo, nada de eso tiene que ver con la hipnosis, especialmente con la que utilizamos los psicólogos o que utilizan nuestros colegas los dentistas para extraer dientes.

Entonces, ¿qué es la hipnosis realmente?
Más que un estado de inconciencia, la hipnosis es un estado de hiperconciencia, de conciencia expandida pero focalizada en un punto. En sí, la hipnosis es un estado de disociación. Los estados de disociación existen en forma natural; por ejemplo, cuando estás absorta leyendo algo y no escuchas lo que sucede a tu alrededor significa que estás disociada. Otro caso es cuando estás conduciendo un carro muy preocupada por algo que te sucede y de pronto te preguntas: ¿cómo llegué hasta acá? Lo que pasa es que muchas veces el estado de disociación hace que una parte conduzca y la otra se preocupe por los problemas.

Cuando estás en un cine y lloras porque la protagonista se muere, hay una parte de tu cerebro que sabe que estás sentada en una butaca, que has pagado una localidad, que ahí solamente hay luces y sombras y que no se está muriendo nadie porque son actores y actrices interpretando un parlamento. Pero otra parte de tu cerebro está metido en la historia y estás llorando porque la protagonista se muere. Esos son estados de disociación naturales.

¿Cómo se utiliza la disociación en la hipnosis?
En el caso de la hipnosis lo que nosotros disociamos es la mente del cuerpo. Colocamos el cuerpo en un estado muy relajado, cómodo, tranquilo y hacemos que la mente se desentienda de él. Es justo aquí cuando la mente gana recursos porque no está inconsciente, casi podría decirte que está más que conciente, pues se escuchan ruidos más lejanos, se perciben más cosas de lo normal.

Esos recursos que se ganan están todos focalizados en la dirección indicada por la persona que guía el proceso. Por ejemplo, cuando ponemos una lente para leer un documento bajo los rayos solares no sucede nada extraordinario, pero cuando concentramos en un punto focal los rayos solares el papel puede arder. Es así como se ganan recursos que son utilizados en el trabajo psicológico.

¿De qué forma se utiliza la hipnosis para aliviar diversos padecimientos, como miedos, fobias, angustias, enfermedades psicosomáticas?
Ésta es precisamente la hipnosis clínica. En la psicología hay formas de pensar y de tratar que nos permiten tanto curar las fobias y las crisis de pánico como rápidamente acceder y hacer desaparecer enfermedades sintomáticas. Esto no es magia, yo no quiero aparecer como un señor que viene a vender un jarabe cúralo-todo, esto es trabajo. Hay una cosa que siempre digo: la hipnosis no es un qué, sino un cómo. La hipnosis es una forma de la comunicación.

A veces hay gente que dice: “yo ya probé con la hipnosis y no me hizo nada”. Y es como si dijera “yo ya probé con una inyección y no me hizo nada”, porque una inyección es un sistema para hacer entrar líquidos dentro de un organismo, así como hay diferentes técnicas de aplicación también se han creado diversos componentes. La cura depende de la técnica y del medicamento que se haya inyectado.

Con la hipnosis es lo mismo, es una forma de comunicarse con la gente. Es una manera de estar más en contacto con el inconsciente del paciente, de disminuir las represiones y dar paso a que se reconfigure la relación entre la parte consciente y la no consciente. En esta comunicación suceden varias cosas.

Supongamos que estoy dictando una conferencia ante un grupo de estudiantes. Como sabes, tenemos dos hemisferios cerebrales que funcionan al unísono, pero de manera distinta. Pues bien, como mis oyentes están en vigilia, la parte fundamental de la información recibida –digamos un 80 por ciento– la tramitan a través del hemisferio cerebral izquierdo, que es el encargado de verificar todo lo que yo digo y de analizar si suena o no lógico. Los datos restantes –es decir el 20 por ciento– los están tramitando con el hemisferio derecho, que es el intuitivo, y pueden decir: “no me convenció”. Después pueden comenzar a pensar: “no me convenció porque titubeaba o me pareció que exageraba”.

Lo fundamental es la parte intuitiva, el hemisferio derecho es el holístico, es donde más se manifiesta el inconsciente. Si estos mismos alumnos estuvieran hipnotizados, probablemente estarían invertidas las relaciones y un 80 por ciento manejaría la información a través del hemisferio derecho y el restante por medio del izquierdo. Si yo les dijera que no pueden levantar su mano derecha todos podrían hacerlo, pero si estuvieran bajo hipnosis lo podrían hacer pero con dificultad. Esto se debe fundamentalmente porque creerían lo que les digo.

Aquí surge un tema que se relaciona mucho con la hipnosis, la sugestión. Si ambos temas se entrelazan, ¿cómo lo hacen?
Hay una vieja discusión sobre cuál es la diferencia entre sugestión e hipnosis. Toma a la sugestión y a la hipnosis como variantes del mismo tema. En realidad la hipnosis es un fenómeno que se logra a partir de sugestiones y que tiene como objetivo aumentar la sugestión.

Piensa en lo que conoces como realidad virtual, concepto que por cierto se ha popularizado. Si tienes un problema de realidad virtual lo solucionas en esa realidad, como se hace en los juegos de computadora y no rompiendo el monitor.

Piénsalo entonces en términos de la gente que tiene fobia o de aquella que siente que está falleciendo. Si las personas se están muriendo porque tienen un problema cardiaco, probablemente con un remedio o tónico cardiaco van a conseguir detener el episodio, pero si creen que se están muriendo sólo van a detener el episodio cuando crean que se están sanando.

Es ahí cuando decimos que son muy importantes los recursos que aporta la hipnosis, porque prácticamente todo lo que nos sucede es en el mundo interior y la única realidad, decía Freud, es la realidad interior. Así lo es para la mente y si nosotros encontramos un truco para filtrarnos dentro de esa realidad y modificar cosas para que el paciente que creía estar enfermo crea estar sano, vamos a tener éxito.

Esas son las causas de que tengan mucha demanda los curanderos. A ellos llegan personas que creen estar enfermas y él les hace una serie de pases mágicos y de brujería que corresponden con el imaginario de los propios pacientes. De tal manera que si se hacen movimientos con las manos y se pasan hierbas por su cuerpo el paciente se creerá sano. Con esto quiero decir que se deberá encontrar una coincidencia con el imaginario del paciente. Basado en este fenómeno, yo siempre les comento que no se preocupen tanto si las cosas son como
son o son como nosotros creemos que son.

En las sesiones de hipnosis clínica se utilizan diversas técnicas y una de éstas es la regresión. ¿Cuál es la diferencia entre este fenómeno y el simple acto de recordar?
La memoria es una cosa fría. Cuando nosotros recordamos es como el titular de un periódico, es una simple enunciación de hechos.

En este caso decimos: “yo recuerdo qué mal la pasé cuando estuve enfermo de apendicitis porque temí morirme”, pero lo dicen fríamente. ¿Y dónde está la emoción? Esto se debe a que nuestra memoria nos entrega los enunciados sin las emociones.

Cuando uno está en regresión lo que aparece es el recuerdo con la emoción asociada. Entonces uno dice: “¡Tengo miedo, tengo miedo porque me voy a morir!”. Esto se presenta en casos como el de un señor de 45 años que está en terapia y que durante la sesión se convierte en un niño de siete años que está molesto porque su hermano mayor lo tira. Es justo en ese momento en el que aparece una cosa casi milagrosa. Al regresar a la edad de siete años el señor nos permite hacer algo maravilloso llamado reparación. Digo esto porque mágicamente nos hemos trasladado en el tiempo y tenemos delante nuestro al niño de siete años que vive dentro de ese señor de 45 y al cual le quedó un tema sin resolver.

A través de la capacidad de regresar en el tiempo se recuperan vívidamente los recuerdos de los registros neuronales, aun aquellos olvidados o reprimidos. Este rescate del pasado se alcanza junto con las emociones originales y sirve muchas veces para la solución de síntomas, inhibiciones y otros conflictos. Esto es la reparación hipnótica.

¿A través de estas regresiones es posible viajar en el tiempo más allá de lo vivido por el paciente, de encontrar evidencias de reencarnación?
El concepto de regresión a vidas pasadas es una ampliación del concepto de regresión a la niñez. Yo no sé si tú crees en la reencarnación, pero yo sí creo aunque quiero destacar que no soy reencarnacionista. Creo que si hay reencarnación vamos a reencarnar todos, los que creemos y los que no. Y si no hay tal pues no va a reencarnar nadie.

El fenómeno de la reencarnación la observamos en la hipnosis cuando uno le dice al paciente que vuelva al lugar donde sus síntomas tuvieron origen y el paciente comienza a contar cosas de la antigua Grecia. ¿Y qué hacemos con eso? Lo trabajamos como si fuera cierto, pero no es necesario que así sea.

Para que la terapia de vidas pasadas con hipnosis y el trabajo de esos recuerdos le sea útil al paciente, no es imprescindible que el paciente crea en la reencarnación.
¿Y si no fuera un recuerdo qué podría ser? Podría tratarse de una formación simbólica del inconsciente a la manera de los sueños y tú sabes que eso sí se puede trabajar. O sea que ese es un recurso terapéutico valioso.

¿Es correcto decir que la hipnosis es el suero de la verdad y que esta técnica ayuda a demostrar la existencia de la reencarnación?
Con respecto a la hipnosis me resta aclarar que no es el suero de la verdad y que si lo fuera toda la policía del mundo contrataría hipnotizadores para que interroguen a los sospechosos. Y si el sospechoso dice: “yo no hice nada” lo dejarían ir y no lo molestarían más. Eso no es así.

La hipnosis, las regresiones a la infancia, las reparaciones de traumas de la niñez y las regresiones a vidas anteriores sirven para la solución de traumas a partir de los recuerdos. Debo hacer una aclaración: no soy gurú, ni bajé del Monte Sinaí, ni tengo ningún mensaje especial en nombre de Dios. Yo no creo en esa especie de explicación kármica de todos los males de la vida. Por cierto, la teoría de que nos va mal porque tenemos una deuda kármica que estamos pagando en realidad proviene de la India.

La India es un país donde la gente muere de hambre en las calles y donde, a diferencia de México y Argentina, las clases sociales son herméticas. En México o en mi país si un señor nace de un hogar obrero bien puede ser el presidente de la República, diputado o puede ganarse la grande y convertirse en millonario. En cambio, si en la India una persona nace en una casta pobre sus hijos, nietos y toda su descendencia nunca van a poder salir de esa casta.

Que un hombre rico le diga a uno pobre que a este último le va mal en la vida por las acciones negativas que realizó en su vida anterior es políticamente conveniente. De igual forma, que alguien le diga al hombre pobre que el rico que se aprovecha de su miseria la va a pagar muy caro en una vida futura, es políticamente conveniente. Estos actos sirven para no quejarse, para aguantar todo lo que se vive y lo que se padece.

Yo creo distinto, creo que nosotros encarnamos para aprender lecciones, y reencarnamos en lo que rechazamos, pero no como castigo sino como una forma de permitirle a mi alma aprender y ampliar los puntos de mira para poder crecer.

¿Ha tratado alguna vez de demostrar y convencer a la gente de que existe la reencarnación?
Yo no quiero probar la reencarnación, pero sí les puedo contar que en mis sesiones aparecen constantemente cosas, pruebas de la reencarnación.

Hay un caso particular que me sucedió. Atendí hace unos años a una paciente que comenzó a hablar en un idioma que ella no conocía. Fue una experiencia bastante dramática porque la paciente en esa regresión fue violada por su padre, y a medida en que yo le hablaba en español, ella me contestaba en aquella lengua extraña. Minutos después se calló y me dijo que no quería hablar más así, pero más adelante dijo que el padre estaba por violarla y lo maldijo en ese idioma.

Por cierto, este fenómeno de utilizar otros idiomas es conocido como xenoglosia.

Debido a que este suceso ocurre en las regresiones, grabo la sesión y posteriormente la muestro a personas conocedoras de otras lenguas, incluso las que ya no están en uso. Y fue precisamente lo que hice en aquella ocasión, pero no tuve éxito. Entonces, llevé la grabación a una estación de radio muy importante de Buenos Aires donde la pasaron al aire durante dos días sucesivos. En el segundo día una señora llamó a la radiodifusora y tradujo los parlamentos dichos en un idioma hablado por el bisabuelo de esta mujer de 50 años, quien por cierto era invidente, por lo que tiene una magnífica memoria auditiva y pudo recordar al bisabuelo que vivía en un poblado alemán de la antigua Rusia.

¿Ha vivido la experiencia de una regresión para conocer su vida pasada?
Hasta ahora me lo ha hecho una persona que no trabajaba con mis técnicas y no me gustó. Hoy, estoy comprometido con un alumno que tomó un curso conmigo hace dos años y desde entonces ha tenido un trabajo muy destacado. Él vive en la ciudad de Monterrey y es de mi entera confianza porque aprendió de mis técnicas.

Esto es muy importante: la persona que realice la regresión debe inspirar confianza.
Quiero destacar que me gusta impartir cursos porque si algo me motiva es enseñar lo que sé, lo que aprendí y lo que ayudé a desarrollar. Acabo de realizar dos cursos intensivos en Monterrey y en Xalapa. En el primer nivel de verdad se aprende a hacer hipnosis y hacer regresiones, al final cada uno de los asistentes guía por lo menos una regresión y es hipnotizado. Lo que se ve en segundo nivel es todavía más interesante porque enseño a curar fobias, crisis de pánico, enfermedades psicosomáticas y a reparar traumas de la infancia.

Para contrarrestar la mala imagen que ha causado el hipnotismo como espectáculo y para que la gente se dé cuenta de que la hipnosis en realidad es un medio para aliviar enfermedades sintomáticas, es recomendable recordar las bases y los antecedentes del hipnotismo.

Los primeros indicios surgieron cuando Franz Anton Mesmer, doctor en Medicina y Filosofía, formuló la famosa teoría del magnetismo animal, que estipulaba que todo ser vivo irradia un tipo de energía similar al magnetismo físico de otros cuerpos y que puede transmitirse de unos seres a otros. A ese fenómeno se le conoció como mesmerismo.

En realidad la forma en que Mesmer hacía la hipnosis era muy impositiva. Él entraba vestido de rojo en una habitación donde ya estaba preparada una cubeta llena de agua que según él había magnetizado con sus poderes. En el balde de agua también se introducían sogas de las que los enfermos se sujetaban para aliviar sus males. La forma en como era preparado el acto se asemeja a los espectáculos de hoy en día y esto ocurría hace 150 años.

Así como Mesmer atendió a cientos de personas de todas las clases sociales, también se enfrentó a varios escándalos por la utilización de sus técnicas. Lo más relevante fueron las determinaciones de una comisión de científicos que estudió los fenómenos del mesmerismo y llegó a la conclusión de que era sólo sugestión. Se dijo esto porque salió a la luz que no todas las personas que acudían a las sesiones tomaban sogas que estuvieran sujetas a la cubeta y aun así se curaban.

En sí, Mesmer fue un hipnotizador genial y todavía en nuestros tiempos hay quien sigue sus pasos. Yo creo realmente en el pasaje de energía, en el reiki, en la imposición de manos. Creo que nosotros de alguna manera somos como antenas que pasamos energía. Me asombra que las personas crean que los teléfonos celulares funcionan por ondas invisibles y que no crean que nosotros mismos podemos emitir ondas y que éstas pueden influir a otras personas cercanas a nosotros.

Posterior a Mesmer, un cirujano escocés llamado James Braid acuñó el término de hipnosis, pero antes de morir descubrió que el nombre era el incorrecto porque viene de hypnos que significa sueño, y en realidad la persona que está en hipnosis no está dormida ni mucho menos, está completamente despierta, inclusive los electroencefalogramas lo dicen. Hace como 40 años el colombiano Alfonso Caycedo quiso cambiar el término hipnosis por sofrosis o sofrología, palabra griega utilizada por Platón, sofroidea, que quiere decir estar alerta.

Pero fue Milton Erickson quien verdaderamente revolucionó la hipnosis. Él era un psiquiatra americano que murió no hace mucho tiempo y fue absolutamente destacado. A partir de Erickson se habla de hipnosis ericksoniana, considerada como una forma de comunicación, de transmitir conceptos de una persona a otra.

Él trabajaba mucho con estados de trance y con hipnosis formal y no formal.

Por otra parte, después de Mesmer, en Francia se desarrollaron dos líneas de la hipnosis: una que suponía que la hipnosis era algo que le sucedía a todo el mundo
–que es la que finalmente se impuso–; y la otra era la que describía el doctor Jean-Martin Charcot como un fenómeno histérico. La hipnosis que se usaba en aquel momento era semejante a una “vencida”. Lo que se hacía era trabajar con niveles muy profundos de hipnosis que eran muy trabajosos porque no podía ser colocada toda la población en ese nivel profundo y se jugaba una vencida contra el síntoma.

Cuando Sigmund Freud comenzó a realizar sus primeros estudios sobre histeria utiliza la hipnosis, pero él mismo decía que no era un buen hipnotizador. Debido a esta situación reemplazó la hipnosis con otro sistema que él no consideró como hipnosis, aunque actualmente está definido como tal. El método consistía en presionar con un dedo la frente del paciente, a quien se le indicaba que cerrara los ojos; con eso saldrían a la luz las respuestas correctas de los cuestionamientos.

Esto era un recurso hipnótico, y hoy yo utilizo mi técnica con recursos semejantes.
Freud después de eso comenzó a aplicar la asociación libre –que ya existía, pero él empezó a desarrollarla– y a partir de ésta desarrolló una teoría del aparato psíquico
–cabe destacar que antes de él no existía una noción de este aparato, por ende no existía consciente, inconsciente, preconsciente, etcétera– y una forma de tratamiento que él llamó psicoanálisis, el cual es muy fecundo.

¿Qué proyectos o planes piensa realizar a corto plazo?
En mis planes está volver a visitar tu hospitalaria ciudad, antes de fin de año, cerca de octubre, e impartir unos cursos para profesionales de la salud y para estudiantes avanzados. Con ello ampliamos cada vez más el conocimiento que se tiene sobre dichos métodos, labor que, por medio de esta entrevista, me están ayudando a realizar, pues divulgar este tema en el órgano de información de la uv facilitará la difusión de técnicas modernas y muy efectivas para
el alivio de muchas dolencias del alma.