Para intercambiar información entre estudiosos de la presencia
de las mujeres en la labor docente, el Instituto de Investigaciones
en Educación realizó el Primer Encuentro Interinstitucional
Género y Profesión Académica, en el que participaron
académicas del Instituto de Altos Estudios de América
Latina (iaeal), de la Universidad Autónoma Metropolitana
(uam) y de la propia uv.
En el Auditorio Gonzalo Aguirre Beltrán, Polymnia Zagefka,
del iaeal, dijo que la mujer tiene una tendencia a destacar las
obligaciones, mientras que el varón las minimiza, pues
su trato con éstas es distante, casi oculto. Un dato relevante
es que las científicas de alto nivel pueden caer en la
situación de los varones en relación con las obligaciones.
Zagefka realiza una investigación cualitativa que compara
las situaciones docentes de universidades de varios países
como Francia, Alemania, Italia y México, en las que ha
realizado entrevistas formales e informales a académicos.
Entre los puntos que conforman su estudio está la forma
como se construyen las trayectorias laborales.
Al encuentro interinstitucional, organizado por los investigadores
Miguel Ángel Casillas y Ana Ester Eguinoa, asistió
Rocío Grediaga Kuri, profesora-investigadora de la uam-Azcapot-zalco,
quien realiza un estudio sobre las políticas públicas
en la última década en que analiza las situaciones
de mujeres y varones, qué ha pasado con los docentes en
las universidades y hasta qué punto se tiene un acceso
paritario a los programas de apoyo académico.
El proyecto que realiza Grediaga Kuri cuya muestra está
conformada por 3 000 académicos de 69 instituciones
cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt). Los resultados todavía no están listos,
pero de la información ya recopilada y analizada se confirman
factores como que el salario de los varones es ligeramente más
alto que el de las mujeres y también que son ellas las
que tienen menos años de antigüedad.
En el rubro de los estímulos casi no hay diferencias, pero
hay un nivel más elevado de presencia masculina en la dirección
de tesis y en los puestos de autoridad.
María Eugenia Guadarrama, del Instituto de Investigaciones
Psicológicas, expuso algunos resultados de una investigación
acerca de la salud de las académicas de la uv, cuya finalidad
es que las universitarias pongan más atención en
ese punto.
La encuesta realizada a poco más de 1 000 académicas
de la región Xalapa, informó Guadarrama, da cuenta
de que 80 por ciento no fuma, y que en el área académica
de Humanidades 60 por ciento acostumbra practicar algún
deporte cotidianamen-te, mientras que en la de Biológico-Agropecuaria
sólo lo hace el 20 por ciento. A estos datos debemos sumar
que sólo 20 por ciento de las profesoras del área
Económico-Administrativa y 40 por ciento de las mujeres
del área de Investigaciones y Ciencias de la Salud se someten
al au-toexamen de mama que debe realizarse mensualmente.
Cabe mencionar que esta investigadora encontró en este
último dato un buen ejemplo para publicar los resultados
del estudio, pues es sorprendente que el área de salud
no alcance niveles superiores a los 50 puntos porcentuales.
Marcela González Arenas, de la Universidad Pedagógica
Veracruzana, lleva a cabo un estudio para reportar la forma como
es percibida el problema ambiental entre las universitarias. De
los incipientes resultados, se percibe un bajo nivel de comprensión
de la temática y que su enseñanza se realiza bajo
normas previamente establecidas. González Arenas destacó
que la enseñanza de materias relacionadas con la ecología
y el medio ambiente es asignada, la mayoría de las veces,
a las mujeres, por lo cual se tiende a feminizar este tipo de
educación. De hecho, los varones entrevistados coincidieron
en que la mujer es la más apta para desarrollar el tópico
ambiental.
Al final del encuentro, Ana Ester Eguinoa compartió con
los asistentes, en su mayoría mujeres, algunos detalles
de su investigación La construcción de las
identidades docentes, realizada en la Facultad de Pedagogía
de la uv. En ella destacan temas como qué es ser docente,
cómo se elige ser maestro y cómo se inicia la mujer
en el desarrollo de la profesión. Su trabajo está
apenas en la primera fase que involucra a mujeres recién
integradas a la docencia. En la segunda analizará a académicas
que tienen de 30 a 45 años de edad, y en la tercera a aquellas
que cuentan con 45 años o más.