necesidad de regresar al estudio integrativo de la anatomía y no sólo al reduccionismo que, asegura, se da en algunas disciplinas. “Para muchos académicos, la anatomía fue una investigación de hace 100 años, porque ahora hay mucho trabajo en biología molecular y otros aspectos reduccionistas, pero en anatomía no todo está dicho, hay aún muchos procesos que se han descrito de forma simplista sin serlo”.
Como ejemplo, mencionó un aspecto esencial en la fisiología humana, la micción, cuya patología provoca problemas de incontinencia urinaria que sufren principalmente las mujeres después de un parto y las personas de edad avanzada: “El problema no se ha podido resolver porque se desconoce la fisiología del cuerpo humano. Uno no puede atacar un proceso patológico si no se sabe cómo funciona el organismo normalmente”.
De hecho, puntualizó, para los urólogos y los médicos no hay más conocimiento que el ya establecido, por lo cual siguen tratando de determinar por qué se presentan estos padecimientos.
Generalmente, las descripciones anatómicas se dan por sentadas y pasan de un libro de texto a otro, y de una facultad de medicina a otra, y “si uno lee esos libros de texto la descripción es muy simplista; por eso nos estamos dedicando a estudiar las bases neurológicas, a tratar de determinar, por ejemplo, la musculatura de ciertas áreas y a explicarnos tanto la razón de ser de cada pequeño músculo como su movimiento”, aseveró el investigador.
Con el estudio de la biología molecular se han reducido también las opciones de análisis: “No les han dejado a los investigadores más que estudiar células en cultivo de tejidos; lo peor es que a partir de eso quieren explicar el todo por las partes, quieren explicar cosas integrativas sin conocerlas”.
Dijo que ello no sucede en el grupo de trabajo que encabeza en la uv, para el que lo integrativo es lo más importante, y añadió que muchos de sus estudios anatómicos han sido reconocidos por equipos de investigación en el ámbito internacional: “Hemos visto nomenclatura y estudiado estructuras que tienen que ver con la biología de la reproducción; de ahí hemos sacado una veta muy importante de estudio”.
Pablo Pacheco proviene del Instituto de Investigaciones Biomédicas, una de las entidades de mayor prestigio en la unam, y ha trabajado en fisiología de la reproducción desde que inició en Tlaxcala un grupo de investigación similar al equipo que hoy opera en el Instituto de Neuroetología de la uv. Con este último lleva a cabo estudios anatómicos e histológicos a partir del análisis de ratas, con el fin de sentar las bases para extrapolar los resultados al estudio de la fisiología humana.