la que tuvo recientemente el Ayuntamiento de Ixtaczoquitlán, que en breve donará un predio de 50 hectáreas para la construcción en ese municipio del campus integral universitario de la región Orizaba-Córdoba.
Para la uv, apuntó Arredondo, “es estimulante que distintos sectores de la sociedad no sólo expresen su reconocimiento a la institución, sino que la tengan en alta consideración”, lo que expresa que existe un factor de credibilidad social hacia la casa de estudios. Esta respuesta de la sociedad es importante, sobre todo en un momento en que la uv está en busca de nuevos espacios para su desarrollo.
Al agradecer a Alberto Santana su desinteresada donación, el rector informó que, tanto en la región Orizaba como en otras partes del estado, la Universidad Veracruzana está recibiendo un apoyo creciente de organizaciones, autoridades y personas que con ello demuestran su confianza en el proyecto institucional.
El donante, Alberto Santana Montero, egresado de la uv, señaló poco antes del protocolo de donación –del que dio fe Francisco Portilla, notario público de Córdoba– que la entrega del predio obedecía a un acto de agradecimiento a la Universidad, ya que “nos ha dado la oportunidad de ser profesionistas, de tener un mejor modo de vida y de alcanzar mayores conocimientos”. Además, dijo, el terreno será útil a los estudiantes, profesores e investigadores universitarios.
El rector Arredondo aseguró que la casa de estudios garantizará la responsable administración del predio y asegurará su biodiversidad y riqueza ecológica. Este nuevo espacio apuntalará los proyectos de investigación en autosustentabilidad, recursos naturales del trópico, cultivos alternativos y diversificación productiva, proyecto este último en que pueden participar los productores veracruzanos.

Rico filón para lainvestigación
El predio Isla de Sancho, de la congregación La Mojarra, se localiza a sólo 10 kilómetros de Tlacotalpan, y a seis kilómetros de la carretera a Cosamaloapan, de donde se deriva un camino que llega a ese terreno, explicó Miguel Ángel Ehrenzweig, director de Proyectos y Construcciones.
Un 40 por ciento había sido destinado al cultivo de la caña de azúcar que abastecía al Ingenio San Cristóbal, y la superficie restante está cubierta de selva baja y manglar, donde existe una gran diversidad biológica tanto vegetal como animal. En época de lluvias recibe las aguas del río Acula, afluente de la Laguna de Alvarado, en un área inundable de aproximadamente ocho hectáreas.
Como en el resto de la zona de la Cuenca, el suelo del terreno está formado por depósitos orgánicos, de ahí que sea altamente rico para la producción. Con estas características, dicha área no sólo representa un natural atractivo sino además un potencial de desarrollo que permitirá la realización de trabajos de investigación y de experimentación sobre y en especies vegetales.