Junio 2003, Nueva época No. 66 Xalapa • Veracruz • México
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Los prototipos fueron presentados en el Congreso de Ingeniería
Diseñaron estudiantes de Ingeniería máquinas económicas y funcionales

Edith Escalón

Las primeras máquinas creadas por el hombre eran meros sustitutos de determinadas funciones engorrosas o poco productivas; sin embargo, poco a poco fueron alcanzando capacidades mucho mayores. Ahora las máquinas mueven, empujan, soportan, cavan, limpian, comunican, enfrían, escriben… y muchas cosas más.
Conscientes del alcance que se puede tener con las máquinas, los ingenieros mecánicos de la uv se han dedicado año tras año a diseñar y montar prototipos con aplicaciones específicas que no sólo son muestra de sus conocimientos, sino también de sus habilidades para crear herramientas económicas y funcionales.
Este año no fue la excepción. Cinco fueron los prototipos que alumnos y pasantes de la carrera presentaron en el concurso de Ciencia y Tecnología, en el marco del XI Congreso Na-cional de Ingeniería Mecánica Eléctrica.
El primer lugar fue para Jorge Coronel, Alejandro Martínez y Alberto Camerino, quienes diseñaron una máquina tribológica para análisis de desgaste abrasivo que, además de cumplir con la norma internacional para este tipo de instrumentos (actmg65), tuvo un costo mucho menor que uno de tipo comercial.
“En la industria hay muchas piezas grandes que están en constante fricción y por lo tanto los materiales tienen cierto desgaste. Con esta máquina podemos evaluarlo”, aseguraron los jóvenes, quienes dijeron estar interesados en proyectar la creación de un laboratorio de tribología para su Facultad, para “enfatizar las materias que se imparten en la carrera, como diseño mecánico, resistencia de materiales y otras”.
Dijeron que los resultados pueden ser útiles para fabricar aleaciones más resistentes o metales que no hagan rebaba, sobre todo en procesos de elaboración de alimentos, a fin de que el desgaste de los materiales no afecte al producto final, además de que “el presupuesto utilizado para el prototipo fue de cerca de 10 000 pesos que, comparado con los 121 000 que cuesta uno similar en el mercado, es prácticamente nada”.
Aunque no todo el costo del prototipo fue recuperado, pues el premio correspondiente al primer lugar del concurso estuvo dotado con 6 000 pesos, los estudiantes están seguros de que resultó una buena inversión, pues les permitió demostrarse a sí mismos lo que son capaces de hacer.
Jorge Hernández, un egresado de la Facultad de Ingeniería Mecánica Eléctrica (ime), ganó el segundo lugar por el diseño y la construcción de un brazo o manipulador mecánico, y el quinto por un sistema de potencia para arar. El primer prototipo busca apoyar la docencia, y el segundo resolver un problema de costos en el campo mexicano. “El brazo robot es un prototipo puramente electromecánico, pero lo diseñé para que sea manipulado con software; de hecho me interesa promoverlo entre otros estudiantes que pueden diseñar un sistema para manipular electrónicamente, a fin de que funcione realmente como un robot”, explicó.
Una de las aplicaciones más importantes de este brazo mecánico, apuntó, podría ser la didáctica, pues el prototipo muestra la aplicación de cuestiones básicas de mecánica que los estudiantes ya conocen aún en niveles medios de estudio. Además, se trata de una máquina de alta precisión con un margen de error de .1 por ciento porque la precisión está dada a partir de la regulación de velocidad, según dijo Jorge Hernández, quien recibió un premio de 4 000 pesos.
El tercer lugar fue para Edgar Sánchez, del grupo 802 de ime, que se encargó de construir un destilador solar tipo escalera, que genera ocho litros de agua potable perfectamente purificada cada 24 horas. “Se trata de un sistema tipo invernadero que simula el ciclo hidrológico del agua. El proceso dura de 10 a 12 horas diarias para captar un 50 por ciento del agua que suministramos, dependiendo de la cantidad de sol”.
Aseguró que el destilador puede cumplir varias funciones, como desalar el agua de mar, quitarle microorga-nismos dañinos o eliminar minerales indeseables. Por la construcción de este destilador obtuvo 2 000 pesos.
Para Edgar, este prototipo podría ser útil en zonas rurales donde el acceso al agua potable es limitado, e incluso cuesta mucho menos que otros de aprovechamiento de energía solar para potabilizar el agua. Este instrumento muestra también el compromiso social que los estudiantes de la uv demuestran desde que son estudiantes.
El cuarto lugar lo obtuvo el Go-cart diseñado y construido por Reynaldo Márquez y Francisco Aguilar, alumnos del décimo semestre, quienes dijeron que el carro tuvo un costo aproximado de 9 000 pesos, 11 000 menos que uno comercial. Los estudiantes ganadores recibieron su premio durante la clausura del XI Congreso Nacional de Ingeniería Mecánica Eléctrica, que tuvo lugar en la Universidad Veracruzana.