obstante, la concepción de este nuevo tipo de centros educativos se presta a subestimaciones, “las universidades virtuales no existen, hay instituciones que trabajan con metodologías virtuales y nuevas tecnologías; por lo tanto, el objetivo es poder hacer llegar al máximo de personas la educación y, en este caso, la formación universitaria de calidad”.
En ellas, como en las universidades presenciales, el tema de la calidad es fundamental: “Si hay algo que diferencia a las universidades buenas de las que no lo son tanto es la clara preocupación por los sistemas de calidad con que trabajan. Hemos visto muchos sistemas de universidades que lo único que hacen es colgar cosas en la Internet”.
La clave de un correcto funcionamiento de un sistema de educación universitario virtual estriba, en opinión de Duart i Montoliu, no sólo en la forma de enseñar, sino también en cómo nos dirigimos al estudiante, en las bibliotecas que pasan a ser acervos de documentación digital, en los servicios que se ofrecen a los alumnos y en los sistemas de comunicación internos. Para lograrlo, la universidad virtual debe edificarse “a través de materiales muy flexibles que nos permitan adaptarnos siempre a la diversidad del estudiante” y propiciar el trabajo de equipo entre los alumnos.
El compromiso de la uoc y nuestra casa de estudios, dijo, consiste en tener la visión de identificar alianzas estratégicas con terceras, cuartas o quintas universidades, sean de México o de Estados Unidos, de otra parte del continente americano o también europeas.
Este trabajo conjunto por el desarrollo de un sistema virtual de formación universitaria responde a las estrategias de internacionalización de ambas universidades, en constante relación con instituciones del orbe, que tienden a tejer redes de cooperación universitaria internacional, lo que algunos especialistas identifican como la creación de una Universidad Mundial.
Al respecto, Duart i Montoliu advirtió que una universidad mundial que no entienda la diversidad cultural no funcionaría. “Por lo tanto, la universidad global tiene que ser fruto de la cooperación, de la estrategia y del avance común de las universidades que ya existen. Si avanzamos tiene que ser de manera paralela, entre todos, no creando algo irreal, desencajado del contexto de las culturas de las que formamos parte”.