Enero 2003 , Nueva época No. 61 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Mensual


 

 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Palabras y Hechos


 Tendiendo Redes

 Ser Académico

 Quemar las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie de tierra


 Números Anteriores


 Créditos

 

 

 

La estación telemétrica del Pico de Orizaba detectó el sismo de Colima
Estudia Centro de Ciencias
de la Tierra posibles sismos
en el centro de Veracruz

Ricardo Luna

En 1920 se registró un temblor a 50 kilómetros de Xalapa, cuya magnitud fue de 6.7 grados y dejó por lo menos 3 000 muertos. Por ello, no se descarta que en esta región o zona de silencio se presente un nuevo sismo de gran intensidad.
El sismo de 7.6 grados en la escala de Richter que sacudió principalmente al estado de Colima el pasado 21 de enero fue registrado por el equipo de telemetría que el Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana posee en la cara norte del Citlaltépetl, conocido como caseta Pico de Orizaba Halcón Vertical (POHV).
Ignacio Mora González, director del centro de investigaciones, señaló que gracias al equipo diseñado por investigadores de la Universidad Veracruzana, los eventos telúricos se detectan de manera efectiva, ya que a esa altura, sin tráfico ni
El volcán Citlaltépetl o Pico de Orizaba, considerado el más alto de México, está localizado en los estados de Veracruz y Puebla. (Foto: Luis Fernando Fernández)
 

actividad humana, los sistemas de monitoreo funcionan excelentemente. Esto ha permitido no sólo registrar movimientos importantes de tierra, sino también aquellos que no son perceptibles para el ser humano, como los microsismos.
Mediante las casetas de telemetría sísmica que la uv instaló como parte de los convenios y acciones anotados en el Plan Veracruzano de Protección Civil, fue posible un registro oportuno del temblor que afectó a Colima, así como de otras dos réplicas al día siguiente. De hecho –precisó–, se intuía el evento, pues se presentó en una zona donde había dejado de temblar desde hace varios años, tal como lo demuestran los estudios que el Servicio Sismológico Nacional y la unam publicaron en el documento Cien años de sismicidad en México, donde se consignan los principales sismos, superiores a seis grados, que han ocurrido en el país durante los últimos 100 años.
Esta clase de registros y mapas, aseguró Mora González, son importantes para saber (mas no asegurar) dónde se puede esperar un sismo fuerte, pues en ellos anotan los sitios donde no se han presentado durante más de 30 ó 40 años movimientos de esta naturaleza o zonas de silencio.
El sismo de Colima se presentó en una zona donde no había ocurrido un fenómeno parecido, por lo que se cree que la naturaleza necesitaba descargar energía para reacomodar las placas, pues el último dato de movimientos telúricos allí se remonta a 1932. Aún quedan tres (o más) zonas de silencio en las costas del Pacífico, donde probablemente haya temblores importantes; “entre más tiempo pase, suponemos que los sismos serán de mayor magnitud”.
Añadió que los temblores no se pueden pronosticar, debido a que ocurren a más de 10 kilómetros de profundidad, incluso a más de 60 kilómetros, por lo que no se pueden detener ni evitar. En cambio, sí se puede registrar en qué lugares y con qué frecuencia se presentan los movimientos telúricos para luego identificar las zonas más susceptibles.
En el estado de Veracruz, según Cien años de sismicidad en México, en 1920 se registró un fuerte temblor a 50 kilómetros de Xalapa, cuya magnitud fue de 6.7 grados y dejó por lo menos 3 000 muertos. Por ello, no se descarta que en esta región o zona de silencio se presente un nuevo sismo de gran intensidad. De las implicaciones que tal evento acarrearía –indicó Mora González–, están conscientes los miembros del Centro de Ciencias de la Tierra, por lo que se ha conformado un grupo multidisci-plinario de investigadores universitarios que harán una microrregio-nalización sísmica de las principales ciudades de Veracruz, a fin de detectar los puntos de mayor riesgo en el mapa estatal.
Paralelamente, el cct realiza actividades de identificación de riesgos por fenómenos geológicos, así como de construcciones mal diseñadas, antiguas o deterioradas por temblores pasados, con el fin de realizar una labor integral que beneficie a la sociedad.
Cabe recordar que Veracruz es uno de los estados con mayor número de habitantes y de ciudades medias y grandes de toda la República, y muchos suelos de su territorio son inestables para enfrentar un sismo de fuertes magnitudes. De ahí la importancia de realizar estudios en sis-micidad que ayudarían a prevenir los posibles desastres, al tiempo que servirían de base para modificar los actuales reglamentos de construcción y para desarrollar estudios preventivos en materia de protección civil.

El Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana posee equipo de telemetría en la cara norte del Citlaltépetl, donde opera la caseta Pico de Orizaba Halcón Vertical (povh). (Foto: Luis Fernando Fernández)