Enero 2003, Nueva época No. 61 Xalapa • Veracruz • México
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Después de 60 años de haber sido fundada
Presentaron la primera producción
operística de la Facultad de Música

Ricardo Luna

Por primera vez en sus 60 años de historia, la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana llevó a cabo algo que es práctica común sólo en las grandes escuelas de música del mundo: la puesta en escena de una ópera con un elenco compuesto en su totalidad por estudiantes. Se trató de Las bodas de Fígaro, de Wolfgang Amadeus Mozart, obra de repercusión universal.
La dirección musical estuvo a cargo de Guadalupe Colorado, quien recientemente, gracias a una beca otorgada por la uv y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, culminó sus estudios de maestría en la Universidad de Música y Artes Dramáticas en Graz, Austria (ciudad que este año fue nombrada capital de la cultura europea), y a su regreso fue comisionada por la dirección de Divulgación Artística para desempeñarse como catedrática de la Facultad de Música.
La coreografía fue de Angélica Ramírez y la dirección de escena corrió a cargo de Constanza Alfaro, directora de los grupos artísticos teatrales de la Secretaría de Educación y Cultura, institución que además facilitó la escenografía y el vestuario. Además, debe resaltarse la muy valiosa participación del pianista Aldo Tercero.
El elenco estuvo integrado por Juan Antonio Ortiz, quien interpretó al Conde de Almaviva; Rosaura González (Condesa de Almaviva); Lucía Cedillo (Susana); Jair Torres (Fígaro); Gumaro López (Basilio); Natividad Lara (Barbarina); e Hirán Torres (Antonio). Particularmente destacada fue la participación del contratenor Javier Ignacio Fragoso, de Tlaxcala, quien interpretó a Cherubino. Este papel generalmente es desempeñado por una mezzoso-prano, pero el ejecutante pudo llevarlo a cabo debido a su adecuada tesitura. También llamó la atención que los barítonos que dan vida a los protagonistas de la obra, Fígaro y el Conde, son alumnos de recién ingreso, no obstante lo cual tuvieron la oportunidad de integrarse a una producción de tal magnitud, mientras que las sopranos que caracterizaron a Susana y la Condesa cursan semestres avanzados y mostraron alto dominio técnico y destreza vocal.
La producción fue estudiantil, pero cumplió con los criterios de rigor vocal, estilístico e interpretativo que exige la obra. Precisamente, para el correcto desempeño profesional es indispensable que el alumno participe desde temprano en este tipo de actividades, con las que practica no sólo el canto sino también la actuación y el movimiento. A pesar de su juventud y de no contar con experiencia, fue patente la confianza y seguridad de los alumnos.
Guadalupe Colorado trabajó de forma especial con cada uno de los alumnos el personaje asignado, y seleccionó esta obra porque es una comedia fresca y divertida. Los alumnos de Guadalupe Colorado son escogidos entre numerosos candidatos de diversas partes de la República, como consecuencia del creciente prestigio de la facultad. Sus edades fluctúan entre los 17 y los 25 años, y pertenecen a diferentes semestres de la licenciatura en Canto.