Noviembre-Diciembre 2002, Nueva época No. 59-60 Xalapa • Veracruz • México
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Concluyó con éxito la fase
piloto del proyecto de servicio social de América del Norte NACS

Edgar Fernández y Alma Espinosa

A la ceremonia asistieron la presidenta del dif Estatal, Christiane Magnani de Alemán, los representantes de Canada World Youth, Mathew Pearce; de la Student Conservation Association, Dale Penny; del North American Institute, David Griscom, y de la Universidad de Texas en El Paso, Jon Amastae, además de los habitantes de Coyopolan beneficiados con el programa.
Después de seis meses de arduo trabajo realizado en comunidades de Canadá, Estados Unidos y México, el 3 de diciembre concluyó la fase piloto del proyecto trilateral de Servicio Comunitario de América del Norte (nacs, por sus siglas en inglés), con una ceremonia emotiva en la que participaron, además de los jóvenes de los tres países, los representantes de las instituciones organizadoras y habitantes de la comunidad de Coyopolan, lugar donde se desarrollaron los dos últimos meses de esta experiencia internacional de servicio social.
Acompañados por la presidenta del dif Estatal, Christiane Magnani de Alemán, los nueve jóvenes hablaron del proyecto nacs y de la labor
En presencia de Christiane Magnani de Alemán, el rector Víctor Arredondo se reunió con los representantes de Canadá y Estados Unidos implicados en el programa nacs. En la reunión también estuvo presente Estrella Dorantes de Arredondo. (Foto: Luis Fernando Fernández)
realizada en los tres países, cuyos puntos clave fueron la equidad, la preservación del medio ambiente, la ruptura de estereotipos y el aprendizaje de las culturas.
El rector Víctor Arredondo aseguró que dicho proyecto es una muestra de que los universitarios pueden trabajar para propiciar desarrollo y equidad, y añadió que si Norteamérica quiere ser interdependiente, como parte importante de la humanidad, tenemos que reconocer diferencias y sentar las bases para la colaboración.
Mario Fernández de la Garza, director de Vinculación de nuestra casa de estudios, al reconocer la labor de la primera generación nacs, parafraseó la obra del filósofo John Rawls, cuya prioridad fue el intento por definir y eliminar las desigualdades estructurales que nos impiden acceder a una plena igualdad ciudadana y lesionan nuestra autoestima como individuos, como comunidad.
  No se puede ignorar, aseguró, que los más desaventajados van a seguir siéndolo mientras no se tomen medidas especiales capaces de arrancarlos de esta situación, por lo que agradeció a los jóvenes de nacs su esfuerzo por su intento de crear una ciudadanía de Norteamérica, una ciudadanía sólida, éticamente cimentada en una conciencia vital de que ningún arreglo institucional, llámese tlc o globalización, es justo en sí mismo si no se destina fundamental y priori-tariamente a mejorar la suerte de los más desprotegidos.
Con este programa –dijo– se busca
Habitantes de la comunidad de Coyopolan estuvieron presentes en la sesión evaluatoria final de la experiencia piloto del programa nacs. (Foto: Luis Fernando Fernández)
entender que, por encima de las fronteras de la lengua, el color de la piel y las visiones particulares, se encuentra la verdad que nos une: “de la solidaridad y la justicia en el reconocimiento de que cada ser humano es, en sí mismo, el más alto de los hombres”.
Los representantes de Canada World Youth, Mathew Pearce; de la Student Conservation Association, Dale Penny; del North American Institute David Griscom, y de la Universidad de Texas en El Paso, Jon Amastae, se congratularon por el trabajo hecho en Coyopolan con el que se constata que se puede avanzar hacia un concepto de Norteamérica más integrada, trabajo que mereció un agradecimiento a la comunidad universitaria y al rector Víctor Arre-dondo, por su hospitalidad.
Al momento de compartir su experiencia de seis meses en el servicio social comunitario, la canadiense Claudia Medina, coordinadora del grupo, habló acerca de las experiencias, habilidades y sabiduría, manifiestas y colectadas en cada comunidad, así como del impacto que el trabajo de los Nacsters tuvo: “puedo decirles que en las comunidades en que hemos estado, distintas personas se me han acercado hacia el final de la estancia y me han dicho: ‘Gracias por venir, ustedes han dejado algo muy especial aquí que nunca podremos olvidar, pues nos han hecho ver a nuestra comunidad de una manera muy distinta y de sentirnos muy orgullosos de ella’ ”.
Lakita Edwards, de Estados Unidos, dijo que “ahora tenemos una gran conciencia común, y éste es el espíritu de nacs”, mientras que Jorge Alegría, mexicano egresado de nuestra, aseguró que gracias a programas como el Servicio Comunitario de Norteamérica “jóvenes de los tres países podemos desgarrar el telón que nos separa y descubrir así una realidad social que dista mucho de los estereotipos”.
Por la intolerancia humana, aseguró, hemos construido muros que se interponen entre naciones y que nos impiden llegar a culturas y formas peculiares de vida, a su
Coyopolan, Ver.- En su visita a esta comunidad, los representantes de las organizaciones de nacs conocieron la labor realizada por los jóvenes de los tres países. (Foto: César Pisil)
comprensión y a su entendimiento; por ello, lo único que alcanzamos a ver es algo superficial y maquillado que dista mucho de la verdad, pero en la comunidad es donde se generan valores de respeto, honestidad, integridad y justicia.

Las semillas para una nueva generación de nacs
“Los habitantes de Coyopolan somos gente humilde, con escasos recursos económicos, pero con un corazón grande y una calidez que compartimos con los muchachos que, por cierto, son muy chambeadores”. Con esta frase, Salvador Lara Matla, representante de la comunidad de Coyopolan, despidió a los nueves jóvenes que permanecieron dos meses en esa comunidad del municipio de Ixhua-cán de los Reyes.
Desde muy temprano, los nueve integrantes del programa y miembros de la comunidad empezaron los preparativos para recibir a los visitantes que acudieron al lugar para conocer los resultados de la estancia de los jóvenes. Emocionados y a la vez con muestras visibles de tristeza por la conclusión del proyecto, los habitantes de la Casa de la Universidad hicieron labores de limpieza y prepararon un refrigerio para la comitiva norteamericana.

Una vez reunidos en el patio principal de la casa, canadienses, estadounidenses y mexicanos escucharon a Salvador Lara, quien agradeció la estancia de los jóvenes, pues la ayuda que prestaron a la población fue invaluable al dejar atrás diferencias de raza, nacionalidad y estrato social y dedicarse únicamente al bienestar de la comunidad. “Queremos que se organice otro grupo de NACS para que nos animen y nos apoyen para mejorar nuestras vidas porque ya vimos que sí le echan muchas ganas”.
Después de los aplausos que despertó la participación de Lara Matla, José Luis Pérez Chacón,
Coyopolan, Ver.- Algunos participantes en el programa trilateral, durante la reunión con el rector Víctor Arredondo en que se evaluaron las experiencias obtenidas en el trabajo de campo. (Foto: Luis Fernando Fernández)
coordinador general del Proyecto uv-unir, dijo que los principales beneficiados del proyecto nacs fueron los niños, ya que representan una tercera parte de la población, que está conformada por 68 familias.
La comitiva formada por representantes de las instituciones participantes cortaron el listón inaugural de la casa que los jóvenes colaboraron a construir para la señora Esperanza y su hija, quienes forman parte de una de las cinco familias que abrieron trecho para habitar la localidad de Coyopolan.
Por su parte, Mathew Pearce, de Canada World Youth, coincidió con sus colegas respecto a la pertinencia de la construcción y a la acertada decisión de no intentar cambiar las costumbres de la población. Luego visitaron el vivero que fue restaurado por los jóvenes, quienes también ayudaron a formar un criadero de truchas que será una fuente importante de recursos para los campesinos.
En nombre de todos los representantes de instituciones de Estados Unidos y Canadá, Pearce hizo un reconocimiento a los jóvenes por su apreciable ayuda, pero especialmente agradeció a la
Coyopolan, Ver.- Brigadistas del nacs participan en las tareas de construcción de la casa prototipo en que se utilizaron materiales de la región. (Foto: César Pisil)

comunidad de Coyopolan por trabajar conjuntamente con los miembros del nacs durante los dos meses de su estancia y por brindarles su hospitalidad.La universidad pública, detonador

de prosperidad, equidad y desarrollo
A finales de noviembre, en la Casa de la Universidad en Coyopolan, donde pasaron dos meses, los nueve jóvenes universitarios de Canadá, Estados Unidos y de México, compartieron experiencias del Servicio Comunitario de América del Norte (nacs, por sus siglas en inglés) con el rector Víctor Arredondo y funcionarios de la dirección de Vinculación General.
Este programa, representado en México por egresados de la uv, les posibilitó –dijeron– invaluables experiencias comunitarias. Arredondo dijo que los resultados obtenidos muestran que “las universidades públicas pueden hacer una verdadera diferencia en la calidad de vida y el desarrollo de las comunidades”.
Luego de escuchar las impresiones de los participantes, quienes se identificaron como una familia que busca delinear lo que será la “ciudadanía” en esta parte del continente, Arredondo expresó que “la universidad pública de América Latina tiene una respuesta importante para ser detonador de prosperidad, equidad y desarrollo”. Muestra de ello es que el trabajo comunitario de la uv ya genera expectativa en las comunidades y llama la atención de instituciones y organismos del país y del extranjero.

Mediante el trabajo hecho por las buss, afirmó, “estamos en condiciones de exportar metodologías de trabajo a otras partes del país y de América Latina, y en ello reside la importancia de este intercambio, pues permite crear una atmósfera de cooperación entre los tres países, que ayuda a tener conocimiento y entender las diferencias culturales y, por ende, a ser mejores aliados, lo que puede ampliarse a todo el continente”.
Los egresados de la uv que fueron seleccionados, junto con los estudiantes de Columbia Británica, en Canadá, y los de Louisiana, Washington y Nueva York,
Coyopolan, Ver.- Mujeres y hombres de la comunidad leen la nota periodística que, sobre el trabajo de nacs, apareció en el periódico UniVerso, que edita nuestra casa de estudios. (Foto: César Pisil)

en los eua, estuvieron coordinados por Claudia Medina, profesional canadiense, para quien la estancia en Coyopolan fue ampliamente satisfactoria, pues cumplió un intenso programa de trabajo, además de que brindó la posibilidad a los nueve jóvenes de conocer a personas con diferente cultura, idioma y problemas.
El rector Arredondo instó a los brigadistas a documentar el proceso de trabajo realizado en el lugar, y el impacto real de las buss, pues “una de las preocupaciones de los organismos internacionales de financiamiento es que se muestre el beneficio real del trabajo comunitario, de ahí la importancia de tener un registro que permita hacer un seguimiento para el control y la evaluación del trabajo de las buss en las comunidades”.