Noviembre-Diciembre 2002, Nueva época No. 59-60 Xalapa • Veracruz • México
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La UV, sede del encuentro de la Cofar
Se reunieron especialistas de Norteamérica para analizar avances en investigación forestal

Edith Escalón, Alma Espinosa, Ricardo Luna y Edgar Onofre

Anualmente, una hectárea de maderas preciosas rinde cerca de 25 000 pesos, mientras que algunos cultivos tradicionales de los campesinos mexicanos no dan más de 3 000 pesos, aseguró Jesús Dorantes, de la Universidad Veracruzana
Pese a que todo México registra baja actividad forestal, cada vez son mayores los esfuerzos institucionales y gubernamentales para mejorar la situación. Es el caso de especialistas en recursos y genética forestal de Canadá, Estados Unidos y México, agrupados en la Comisión Forestal de América del Norte (Cofan), quienes desde el 4 de noviembre dis-cutieron los avances en la investigación forestal y las alternativas productivas en el uso y aprovechamiento sustentable de estos recursos.
Con la hospitalidad de la Universidad Veracruzana, los
Con la hospitalidad de la UV, los miembros de la Cofan se reunieron por primera vez en México para analizar todo lo relacionado con la investigación forestal. (Foto: Luis Fernando Fernández)
investigadores de la Cofan iniciaron su vigésimo sexta reunión de trabajo –la primera en México– como un esfuerzo por buscar el fortalecimiento de los conocimientos científicos. El encuentro giró en torno a la calidad en la producción de semillas para la plantación de especies comerciales de rápido crecimiento y maderas preciosas.
Jesús Dorantes López, coordinador en México de la reunión de la Cofan, aseguró que nuestro país ha crecido mucho en plantaciones forestales de tipo comercial, como el cedro, la caoba o la primavera, y que Veracruz es el estado con más superficie plantada en el país, incluyendo maderas de rápido crecimiento que se utilizan para la producción de celulosa.
  En ese contexto, los estudios forestales resultan indispensables, ya que una de las alternativas para resolver en parte la falta de rentabilidad de cultivos en crisis (azúcar, café o cítricos) se encuentra en las plantaciones comerciales, porque éstas, frente a cualquier cultivo, tienen una rentabilidad enorme. “Por año, una hectárea plantada de maderas preciosas se capitaliza en cerca de 25 000 pesos. Pocos son los productos que dan esa rentabilidad; algunos cultivos tradicionales de los campesinos mexicanos no dan más de tres mil pesos anualmente; de ahí que los beneficios para los ejidatarios sean notables”.
Mencionó que una de las principales dificultades que enfrentan los productores es buscar los mejores procedimientos para tener semilla de calidad que derive en plantaciones de calidad, por lo que muchos de los investigadores han enfocado sus estudios al mejoramiento genético forestal.
Durante el encuentro, Francisco Díaz presentó la propuesta de investigación de la Conafor. (Foto: César Pisil)
El otro enfoque tiene más relación con los procesos de silvicultura, que permiten conocer cómo cultivar las plantas de tal forma que de ellas se obtengan más y mejores árboles. “Estos dos grupos intentan buscar alternativas en un momento histórico del país, ya que este año el sector forestal ha recibido mucho más presupuesto que nunca (más de 1 500 millones de pesos); de ahí el interés general por analizar con los expertos las mejores alternativas de aprovechamiento de estos recursos”.
La toma de decisiones para la creación de programas y políticas forestales y medioambientales debe estar sustentada por el conocimiento científico que sólo los expertos pueden proporcionar, señaló Dorantes, quien consideró loable el interés del gobierno mexicano en la reunión
El encuentro constó de tres partes. La primera fue una reunión privada de trabajo de dos grupos de la Cofan, el de mejoramiento forestal y el de silvicultura. Ahí, ambos analizaron los avances de las investigaciones correspondientes al último año de trabajo. La segunda tuvo lugar el 5 de noviembre con un simposio en el que diez investigadores expusieron los avances de sus trabajos de mejoramiento forestal y genético en conferencias abiertas al público, celebradas en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (usbi) de la uv.
La tercera fase del encuentro se llevó a cabo en campo, donde integrantes de la comisión visitaron plantaciones que les permitieron observar especies amenazadas y en peligro de extinción, tanto en Juchique de Ferrer como en Catemaco, punto donde se reunieron nuevamente.
El simposio denominado Uso y Conservación de Recursos Genéticos y Forestales incluyó temas como movimientos de semillas de coníferas y pinos australes, variación
“Lineamientos para el desplazamiento de semillas de pinos australes en eu” fue la conferencia que presentó Ron Schmidtling. (Foto: Luis Fernando Fernández)
genética entre poblaciones de pinos, marcadores de adn para estudio de poblaciones, indicadores de diversidad genética, avances en la conservación de recursos genéticos, mejoramiento genético y plantaciones con especies forestales tropicales, entre otros.

Impulsará Conafor la investigación de calidad
La investigación y el desarrollo tecnológico, al convertirse en prioridades para el sector forestal de nuestro país, representan para estudiantes e investigadores universitarios una gran oportunidad de obtener recursos para la formación y especialización en esta área y desplegar proyectos de investigación aplicada en favor del desarrollo forestal.
Francisco Díaz, representante regional de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), aseguró que el hecho de que desde febrero de 2002, exista por primera vez un Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico Forestal abre importantes posibilidades para que los especialistas en materia forestal participen activamente en el rumbo que se pretende dar al sector, e incluso al mismo programa, ya que reconoció que el documento aún necesita muchos ajustes.
Díaz reconoció la urgencia de desarrollar tecnología e investigación forestal, ya que, según las estadísticas, en México hay un importante rezago en esta materia: “Si bien México ocupa en el mundo el lugar 11 en superficie forestal, en cuanto a producción nos ubicamos en el 26, lo cual nos indica que algo no está bien”.
Invitó a los estudiantes e investigadores universitarios a sumarse al plan de trabajo y a las tareas que esta institución llevará a cabo como parte de su Programa Nacional Forestal 2002-2006 y del Programa Estratégico Forestal para México 2025, e invitó a los académicos estadounidenses, canadienses y mexicanos de la Cofan ahí presentes a desarrollar, junto con investigadores mexicanos, proyectos interinstitucionales.

Para reforestar es necesario saber qué y dónde sembrar
En México, la reforestación no es tan exitosa como pudiera esperarse, ya que diversos factores inciden en su fracaso. Los incendios, la voracidad del ganado y la competencia de la vegetación natural son algunas de las causas, pero la más importante es la falta de planeación exacta para saber qué tipo de semillas debe sembrarse en el lugar a recuperar.
Cuauhtémoc Sáenz Romero, del Instituto de Investigaciones sobre Recursos Naturales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, afirmó que se hace un desperdicio de recursos financieros y forestales al no contar con un estudio preciso de las condiciones que imperan en determinados tipos de suelos y climas para lograr una reforestación exitosa y productiva.

Por ello, realiza un estudio de la variación genética altitudinal que hay entre poblaciones de importantes pinos del estado
Judy Loo, académica de la Universidad de New Brunswick, Canadá. (Foto: Luis Fernando Fernández)
de Michoacán. “La idea es desarrollar criterios para decidir el movimiento de semillas en programas de reforestación, pues todos sabemos que la semilla local para reforestar un sitio es la mejor pues se adapta a sus condiciones ecológicas y climáticas”. El problema surge cuando no se cuenta con esa semilla porque se ha deforestado el sitio, y se tiene que conseguir una que no es originaria del lugar que se pretende poblar.

Manejo adecuado de semillas de pino, clave en la reforestación
Jean Beaulieu y Ron Schmidtling, de los departamentos de Conservación Natural de Québec, Canadá, y de Agri-cultura y Servicios Forestales de Estados Unidos, respectivamente, se refirieron al desplazamiento de semillas de coníferas en la provincia de Qué-bec y a lineamientos para el des-plazamiento de semillas de pinos australes en eu. Los especialistas explicaron cómo el uso adecuado de semillas permite aprovechar áreas de alto potencial en zonas que se han visto afectadas por el constante uso de recursos forestales.
Lo más importante para la transferencia de semillas –señalaron– es utilizar las de otras zonas, basándose en estudios donde se demuestre que tal rotación no perjudicará su adaptación, al provenir de zonas más frías o más calientes. Las investigaciones siguen patrones de las variedades de pinos y de otras especies a través de toda la geografía, identificando las zonas que son más afectadas por las sequías o donde las nuevas semillas resienten los cambios climáticos, déficit de agua o la precipitación pluvial.
También expusieron parte de las fórmulas que han empleado para estudiar las zonas donde plantaron las primeras semillas, presentaron gráficas del comportamiento en el crecimiento de los árboles y de cómo en ocasiones la transferencia de semillas de otras regiones permite mejorar los bosques; además dieron a conocer algunos factores que influyeron para tener éxito en la reforestación de algunas zonas que se consideraban perdidas.

Indispensable para el sector forestal estudio sobre diversidad genética
El estudio de la diversidad genética constituye un criterio fundamental de la sustentabilidad ecológica y la biodiversidad, al igual que permite detectar variaciones preadaptadas de las especies que habitan un bosque, evaluar el potencial de evolución, reconocer el virtual valor económico de la zona, medir la estabilidad de población y los ecosistemas y ser un componente básico en la restauración de la foresta, aseguró la especialista canadiense Judy Loo.
Durante la reunión de Cofar, Judy Loo expuso los resultados de algunos trabajos que el Consejo de Ministros Forestales de Canadá llevó a cabo en Estados Unidos (1998) y en el estado de Chihuahua (2000). Acompañada por algunos miembros del equipo que representa a México en la Cofar, Loo señaló que los indicadores de la diversidad genética más importantes son los basados en el manejo (manage-ment base), directamente asociados con las actividades humanas para la conservación genética; los de tipo directo, que evalúan la diversidad genética de las especies seleccionadas para su estudio; los relacionados con el proceso (process related), que miden los procesos que mantienen el potencial de adaptación, y los relacionados con el ambiente, variables que toman en cuenta al entorno en su conjunto.
Judy Loo, académica de la Universidad de New Brunswick, Canadá, advirtió que la diversidad genética debe ser y es reconocida como un importante atributo de la integridad del sistema forestal, y advirtió que no hay un método exclusivo para medir la diversidad genética en todas y cada una de las situaciones.
El simposio Uso y Conservación de Recursos Genéticos y Forestales, cuya sede fue la uv, rindió homenaje a Basilio Bermejo Velázquez, afamado genetista de la Universidad de Chapingo, quien falleció el año pasado.