Noviembre-Diciembre 2002, Nueva época No. 59-60 Xalapa • Veracruz • México
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Un estudiante de Agronomía de la UV:
Experimenta con hongos entomopatógenos para el control biológico de plagas en papa

Edith Escalón Portilla

El gasto en plaguicidas que la mayoría de los productores del centro del estado tienen que hacer para cuidar sus cultivos se reduce en más de 90 por ciento mediante la utilización de hongos entomopatógenos, una técnica de control biológico que puede resultar sumamente rentable para mejorar la deteriorada economía agrícola de Veracruz.
Esto fue comprobado en Cerro de León, municipio de Villa Aldama, ubicado a ocho kilómetros de Perote, donde el rancho El Jairo sirvió como ejemplo de lo que el control biológico es capaz de lograr: “Eliminamos en 90 por ciento la (plaga de) ‘gallina ciega’ en un terreno de 70 hectáreas de riego a través del empleo de hongos entomopatógenos”, dijo Leobardo Ramón Miranda, quien estuvo a cargo del proyecto.
Mientras estudiaba el cuarto semestre en la Facultad de Agronomía de la Universidad Veracruzana, Leobardo Ramón se interesó por la biotecnología, un módulo de estudio que forma parte del programa de la carrera, donde conoció las técnicas de control biológico y decidió ponerlas en práctica en su comunidad de origen.
Por sus aportaciones a favor del campo, Leobardo Ramón Miranda recibió un reconocimiento en el xxv Congreso Nacional del Control Biológico.
Según explicó, el problema que se presenta, como en muchos muni-cipios agrícolas del estado, reside en que los productores están muy acostumbrados a utilizar químicos para acabar con las plagas, pero gracias al proyecto que llevaron a cabo pudieron mostrar que el control biológico resulta mucho más efectivo y económico.
“Por ejemplo, rescatar una sola hectárea invadida de Phyllophaga sp (gallina ciega) cuesta aproximadamente 1 500 pesos por medio de pla-guicidas (químicos), pero utilizando hongos entomopatógenos el costo se reduce a 250 o 300 pesos; la ventaja es clara y la efectividad es de 90 por ciento”.
Ésta es la primera vez que en Villa Aldama se utiliza el control biológico de plagas, por lo que el trabajo resulta importante y, más aún, que la iniciativa haya surgido de un universitario, quien sin más recursos que sus conocimientos puso esta novedosa tecnología al alcance de los productores de la zona: “Gracias a que don Tomás Ramón Eugenio, el propietario de El Jairo, nos abrió las puertas de su rancho, pudimos demostrar las ventajas de utilizar elementos naturales en el control de plagas”.
El estudiante universitario añadió que tiene una enorme satisfacción al ver que el señor Tomás Ramón, como muchos de los productores de la zona, quedó satisfecho por el trabajo hecho con los hongos. “Yo, que vengo de esa zona, sé que en los ocho meses que estuve trabajando cambié la cultura de la gente. Ahora falta difundir en todo el Valle y Cofre de Perote lo que esta técnica puede lograr y hacer que cada vez más productores se interesen en ella y la apliquen”, dijo.
Estos objetivos son mucho más asequibles ahora porque, gracias a esta primera experiencia, la Asociación de Productores de Papa del Valle y Cofre de Perote está sumamente interesada en estas técnicas, se comprometió a difundirlas entre sus asociados y a organizar la aplicación del control biológico, pero esta vez en toda la región.
Aunque Leobardo Ramón Mirando reconoció que el control biológico no es tan rápido como la utilización de químicos, sí es más efectivo: “Para controlar una plaga químicamente se necesitan cuatro o cinco días y para hacerlo biológicamente se necesitan 15 o 20, además de que el proceso de inoculación de la semilla o de aplicación foliar a través de aspersores requiere precisión. Sin embargo, el plaguicida químico no alcanza a eliminar toda la plaga y la que sobrevive se vuelve resistente al producto, lo que no sucede con la otra técnica”.
Cabe señalar que la utilización del control biológico de “gallina ciega” con hongos entomopatógenos le valió a Leobardo Ramón Miranda un reconocimiento en el xxv Congreso Nacional del Control Biológico, realizado hace unos meses en Her-mosillo, Sonora, al que asistieron ponentes de México y el extranjero.
Ahí, gracias al apoyo de su tutor y profesor universitario Jesús Herrera López, presentó una ponencia en la que compartió su experiencia como gestor de tecnología en el rancho El Jairo, donde 70 hectáreas fueron saneadas con técnicas de control biológico a partir de hongos como Bauveria bassiana y Metharhizium anisopliae, que, cabe señalar, fueron proporcionados por el Centro Vegetal del Estado de Veracruz (Cenver).
Todo el trabajo fue motivado por el módulo de Biotecnología, un programa semestral que forma parte del plan de la carrera de Agronomía en la uv, en el que se impulsa a los estudiantes a crear un proyecto de investigación a partir de temáticas específicas: “El de control biológico me llamó la atención porque yo vengo de una zona campesina en la que se gasta mucho dinero para controlar las plagas con químicos. Al conocer esta técnica pensé que podría ayudar mucho a la economía de mi región”. Leobardo Ramón Miranda fue el único representante de la uv en el congreso y el único participante de la entidad.