| Julio-Agosto 2002, Nueva época No. 55-56 | Xalapa • Veracruz • México |
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La mitad de la población infantil y adulta de las colonias
periféricas de Xalapa, Banderilla y Acajete que colindan con
los ríos Sedeño y Carneros padece parasitosis, señaló
Azucena Mendoza Fernández, docente de la Facultad de Química
Farmacéutica Biológica (QFB), quien añadió
que las causas del problema están asociadas más a los
malos hábitos de higiene y alimentación que a la contaminación
de los afluentes. Acompañada de las profesoras Yolanda Medina Romero, Edith Riaño Sánchez e Isabel Lozano Pérez, así como de los pasantes en servicio social Rosa Ernestina Sánchez Moreno, Ángel Gutiérrez Luna y Enrique Badillo Zavaleta, Azucena Mendoza habló sobre el trabajo de vinculación social e investigación que realizan en coordinación con el proyecto de Microcuencas de la dirección de Vinculación General de la UV. Dijo que el problema está localizado en las colonias Lomas de Sedeño, El Naranjal, El Moral (Xalapa), Xaltepec (Banderilla) y Plan de Sedeño (Acajete), ubicadas a lo largo de la ribera del río Sedeño. También afecta a las colonias Veracruz, Jaramillo, Lomas de San Roque y Parque Ecológico Molinos de San Roque (Xalapa), mismas que colindan con el río Carneros. En ellas, más del 50 por ciento de la población tiene parásitos. Estos parásitos -como las amibas (entamoeba histolytica) y las lombrices (ascaris lumbricoides, giardia lambia y trichuris trichiura)- afectan principalmente a los niños, quienes padecen malestares gastrointestinales, sueño, cansancio y, por tanto, bajo rendimiento escolar. Pero, además, las amibas pueden afectar seriamente el hígado y las giardias obstruyen la absorción de nutrientes, provocando anemia. Por ello, señaló Mendoza, con la participación de 35 alumnos de séptimo y octavo semestres realizaron estudios de sangre, orina y copro a niños y adultos de esas colonias. Los casos más agudos son canalizados a las instituciones de salud, además de que la dirección de Vinculación impulsa el proyecto de Manejo Sostenible de las Microcuencas de los Ríos Sedeño y Carneros con acciones de saneamiento, educación, prevención de enfermedades, recreación y cultura. Sobre el desempeño de los estudiantes y pasantes de QFB, la docente destacó que una vez que adoptaron el modelo educativo integral y flexible (MEIF) integraron en cada práctica los elementos de distintas experiencias educativas: hematología, parasitología y bioquímica clínica. "Es un ciclo en el que todos nos beneficiamos, los alumnos aprenden, el docente se fortalece como profesionista, la facultad asegura la vigencia y pertinencia de sus planes de estudio y, sobre todo, las comunidades reciben una atención especializada". Añadió que el trabajo comunitario sensibiliza, compromete y responsabiliza a los estudiantes, ya que les permite tomar decisiones y asumir que trabajan con problemas y personas reales. "Además de reforzar sus conocimientos y desarrollar habilidades, aptitudes y destrezas, aprenden a moderar su carácter impulsivo, introvertido o extrovertido, pues frente a la comunidad deben conservar la ecuanimidad, el equilibrio y el trato con los demás".
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