Productores
de jitomate de la congregación La Tinaja visitaron el invernadero
de la Facultad de Ciencias Agrícolas, donde estudiantes del
octavo semestre les mostraron un módulo experimental para
la producción de esta hortaliza con un manejo 100 por ciento
orgánico; además, les dieron a conocer técnicas
mediante las cuales pueden aumentar el rendimiento obtenido en campo
abierto, con una reducción considerable de los costos de
producción.
En la plantación del invernadero, se trabajó con abono
orgánico de lombriz como fuente principal y se le aplicaron
extractos húmicos de la misma lombricomposta vía foliar,
a través de riegos por microaspersión programados
a cada una de las plantas. Este proyecto, que tiene como objetivo
estimar el rendimiento del jitomate saladet, en su variedad maya,
inició cuando se efectuó la siembra del transplante,
y por la calidad de los frutos se puede constatar su éxito.
José Quinto Carréon, responsable de invernaderos de
la Facultad de Ciencias Agrícolas-Xalapa, manifestó
que el módulo de siembra de jitomate demuestra la posibilidad
de producir hortalizas sin el uso de pesticidas ni otros productos
agroquímicos que afectan el ambiente y el bolsillo de los
productores. "Recomendamos el uso de lombricomposta como sustrato
alimenticio para las plantas en vez de productos agroquímicos,
porque previene también el problemas de plagas y evita el
consumo de pesticidas que pueden dañar el cultivo".
En el invernadero, con dimensiones de 135 metros cuadrados, hay
400 plantas, de las que se espera conseguir una tonelada de cosecha,
esto es, un promedio de 2.5 kilogramos por planta. Aunque este rendimiento
no supera al que se obtiene a campo abierto (tres kilogramos por
planta), tanto estudiantes como productores coincidieron en que
la calidad de producto es muy superior.
Miguel Escalona, coordinador del departamento de Biotecnología,
explicó que desde hace cinco años la Facultad de Agronomía
inició el trabajo con lombricomposta con la premisa de reciclar
los desperdicios que se generan en la agricultura para producir
abono orgánico.
"Muchos de los residuos de las cosechas y de los productos
que se obtienen en los procesos agroindustriales, como el de la
caña de azúcar y el café, son altamente contaminantes.
A ellos se les incorpora un organismo benéfico, en este caso
la lombriz, para producir abono orgánico que, por un lado,
mejora el suelo al introducir gran cantidad de organismos benéficos
y, por otro, evita problemas de contaminación al retirar
estos residuos del campo".
Subrayó que con la ayuda de la agricultura sustentable, la
cual permite generar productos de calidad con buenos rendimientos
sin dañar al ambiente, el campo veracruzano se verá
beneficiado. De ahí que tanto docentes como alumnos de la
Facultad de Ciencias Agrícolas estén creando alternativas
que garanticen una agricultura sustentable, ecológicamente
sana, socialmente justa y económicamente viable.
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