La
necesidad de la renovación institucional A lo largo de más
de 60 años, la Universidad Veracruzana (UV) ha funcionado
bajo el modelo de escuelas, facultades e institutos, en el cual
la docencia ha ocupado el lugar central en la organización
universitaria. Esto ha traído como consecuencia una marcada
separación entre las funciones sustantivas de la Universidad,
sobre todo entre la investigación y la docencia, lo cual
repercute en los procesos de generación y distribución
del conocimiento.
Ante un entorno de intensas transformaciones, nuestra institución
sigue reproduciendo sus viejos modos, cuando requiere de nuevas
estructuras que posibiliten la producción y distribución
social del saber. Es necesario reconocer que si bien la forma de
organización académica tradicional pudo haber dado
respuesta a las expectativas de su época, actualmente ya
ha dejado de ser funcional. Desde esta perspectiva, los nuevos modos
de producción de conocimiento le exigen a la Universidad
avanzar hacia una nueva estructura organizativa en la que se replantee
el papel de la investigación en el ámbito institucional
y se coloque a ésta en el plano central.
En este entendido, el Plan de Trabajo 2005-20093 busca que la Universidad
se convierta en una institución de avanzada, generadora de
conocimiento para su distribución social. Para lograrlo,
el programa reconoce la necesidad de:
•
Convertir a la investigación en el eje de la transformación
institucional.
• Fortalecer el posgrado y la investigación.
• Generar una sinergia entre docencia e investigación
de calidad y excelencia.
• Apoyar la producción, la difusión y la extensión
de la cultura.
• Delimitar las vocaciones regionales para cada campus.
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El
modelo departamental, un modelo típico-ideal
Ninguna reforma puede reinventar a la Universidad; más bien
los cambios que operemos deberán considerar las actuales
estructuras y tratar de construir una propuesta de reforma progresiva
que, sin abandonar nuestras tradiciones, renueve e imprima una nueva
dinámica a la vida institucional.
Precisamente en ese sentido, aquí formulamos un modelo para
que entre todos entre todos una idea general, por supuesto susceptible
de modificaciones, que establece una forma de organización
que va de la institución a los individuos.
Esquemáticamente podemos considerar que en cada región
puede haber uno o más campus, deberá tener varias
áreas, cada área deberá contener varios departamentos
y cada departamento deberá tener formas de organización
de base de los académicos, que podemos llamar cuerpos académicos,
que integren la investigación y la docencia.
Para esta nueva definición de los cuerpos académicos
es necesario fortalecer las condiciones de trabajo del profesorado,
avanzar en la definición del proyecto de diversificación
de carga y, en cuanto a los profesores de tiempo completo (PTC),
garantizar que todos tengan las bases para realizar investigaciones
(talleres y seminarios especializados), que lleguen al máximo
nivel de habilitación (doctorado) y que todos los nuevos
contratos de PTC exijan como condición de entrada el doctorado,
y para los profesores por horas se pida al menos la maestría.
Por último, es necesario garantizar que los profesores de
la Universidad tengan un perfil común en torno al modelo
de enseñanza y en cuanto al conocimiento de su disciplina.
Las
rutas de la departamentalización
El proceso departamental en la Universidad Veracruzana se compone
de tres grandes etapas, a saber:
1. Construcción de un consenso institucional.
2. Diseño de un modelo híbrido.
3. Procesos.
3.1 Evaluación, reorganización y renovación
de la organización del trabajo académico.
3.2 Renovación de los Consejos Académicos de área.
3.3 Definición de la Misión y Visión de cada
campus.
3.4 Transferencia de competencias a las Vicerrectorías y
a los Consejos Académicos Regionales.
1.
Construcción de un consenso institucional. Es fundamental
crear un consenso institucional en torno a la necesidad del cambio
y las formas y procedimientos en que éste se realizará.
Dicho consenso irá del equipo central a las regiones y a
las entidades académicas, de forma tal que todos los miembros
de la comunidad universitaria se asuman como agentes promotores
del cambio.
2.
Diseño de un modelo híbrido. Conformación de
un equipo interdisciplinario que formule una propuesta bajo dos
ejes: la conformación de una universidad multicampus y una
estructura departamental.
3.
Procesos. En esta etapa se busca la construcción de la departamentalización
desde abajo, desde la reconstrucción de las comunidades académicas
de base: los cuerpos académicos que vinculen la investigación
y la docencia.
3.1. Evaluación y renovación
de la organización del trabajo académico. Con base
en tres tipos de evaluación –una autoevaluación,
una evaluación académica y una autoevaluación
institucional–, la Universidad estará en condiciones
de redefinir sus cuerpos académicos.
3.2. Renovación de los Consejos
Académicos de Área. Esta etapa hace alusión
a la construcción y el fortalecimiento de los órganos
colegiados de la reforma. Implica un incremento en la periodicidad
de las reuniones y la transferencia paulatina de competencias referidas
a evaluación, planeación y presupuestación.
Deberíamos incentivar la utilización de la red de
videoconferencias para sesiones generales y de grupos de trabajo
o comisiones.
3.3. Definición de la Misión
y Visión de cada región de la Universidad. Tanto la
misión como la visión de cada región deberán
definirse mediante un proceso de trabajo colegiado y participativo
de las comunidades universitarias en cada región, a partir
de un diagnóstico sobre el desarrollo potencial de la región
y la consideración de los sectores público, social
y económico.
La Misión es un enunciado breve, conciso, que da sentido
y dirección a los esfuerzos institucionales y es consistente
con la cultura de la institución. Establece la especificidad
de disciplinas y enfoques que se cultivan en la región, así
como sus fortalezas y ventajas comparativas en relación con
las otras regiones de la UV y con respecto a la oferta de otras
IES. Identifica las principales zonas de intervención de
la Universidad en el desarrollo regional y define tanto los rasgos
generales de la oferta educativa (licenciatura, posgrado y educación
continua) como los ejes prioritarios para el desarrollo de la investigación
y la difusión de la cultura.
La Visión, por su parte, es la imagen realizable en el futuro
de lo que quiere ser la UV en la región, como ideal compartido.
Deberá guardar correspondencia con la institución
en general, además de estar expresada en términos
de objetivos y metas deseables.
Tanto la Misión como la Visión deberán estar
sustentadas en la vocación regional, la cual es entendida
como aquella identidad que la región ha definido para sí,
partiendo del reconocimiento de sus debilidades y fortalezas, mediante
las cuales podrá incidir en la solución de los principales
problemas sociales, culturales, económicos, políticos
y ambientales del entorno. Desde esta perspectiva, el esclarecimiento
de la vocación de cada región le dará a la
Universidad la posibilidad de generar conocimientos vinculados a
las necesidades de su entorno, pero con una perspectiva glocal4,
convirtiéndola en una institución generadora de conocimientos
de frontera, para la solución de los problemas regionales
en el marco global.
3.4. Transferencia de competencias a las
Vicerrectorías y a los Consejos Universitarios de Región.
Esta última etapa consiste en la transferencia gradual de
poderes específicos para que cada región opere de
manera autónoma en el marco de las normas y regulaciones
institucionales. Para ello, se requiere realizar un análisis
jurídico de las competencias de los Vicerrectores y de los
Consejos de las Regiones y proponer una reforma legislativa que
fomente la desconcentración funcional.
Considerando que la UV tiene una estructura diversificada a lo largo
del estado que se agrupa en regiones, es posible avanzar en este
proceso, conformando nuevas estructuras organizativas en cada región,
con rectores de región y órganos de gobierno propios,
regulados y unificados a partir de una Rectoría General.
El máximo órgano de gobierno de la región será
un Consejo Regional con representación de académicos,
trabajadores y estudiantes.
Cada región deberá tener una autonomía relativa
respecto de las otras regiones y de la Rectoría General;
autoridades y gobierno propios; procesos de gobierno y administración
interrelacionados y compartidos; núcleos fuertes de investigación
y producción de conocimiento; una oferta educativa amplia
y diversa en función de su vocación regional; actividades
de difusión y extensión cultural, así como
recursos, instalaciones y servicios de alta calidad.
A
modo de conclusión
La Universidad Veracruzana, consciente de la necesidad de cambiar
sus estructuras académicas y organizativas, ha perfilado
para sí un conjunto de transformaciones que la colocarán
como una institución de avanzada, generadora de conocimiento
para el beneficio de la sociedad.
El proceso de departamentalización puede sentar las bases
para una nueva etapa en la vida institucional, en la cual la investigación
sea el eje articulador de las funciones universitarias y brinde
una nueva perspectiva de desarrollo a nuestra casa de estudios.
La puesta en marcha de la departamentalización deberá
ser necesariamente un proceso gradual; para que sea virtuosa, se
requiere la participación activa de todos y cada uno de los
miembros de la comunidad universitaria; para que sea de avanzada,
debe servir al desarrollo y el fortalecimiento académico
de la institución.
NOTAS
1 Doctor en Sociología por la École des Hautes Études
en Sciences Sociales y Director del Instituto de Investigaciones
en Educación de la UV.
2. Licenciada en Pedagogía por
la Universidad Veracruzana y estudiante de la maestría en
Educación, de la Facultad de Pedagogía.
3. En su Eje 1: El nuevo papel de la investigación, el Programa
de Trabajo 2005-2009 reconoce que una universidad que sólo
transmite conocimiento no responde integralmente a los requerimientos
de la sociedad moderna ni contribuye con todo su potencial a que
nuestro país salga del atraso en que se encuentra. Por ello,
para asegurar su pertinencia social y permitirle constituirse en
palanca de desarrollo en los albores del siglo XXI, la Universidad
Veracruzana ubicará a la investigación como eje de
la transformación y la organización de sus tareas.
Asimismo, en su Eje 2: La reestructuración de la academia,
la gestión y la organización institucionales, específicamente
en el Programa 4: La departamentalización de la organización
académica en la organización universitaria, establece
que la reestructuración, basada en la departamentalización,
permitirá un avance significativo en la calidad de los servicios
que la institución ofrece a través de sus funciones
sustantivas, docencia, investigación, difusión y extensión,
así como en las funciones adjetivas o de apoyo. Al mismo
tiempo, generará un nuevo marco normativo que responderá
a las exigencias que la sociedad contemporánea plantea a
las instituciones de educación superior.
4. En el sentido de reunir lo local y lo global; es decir, pensar
los problemas locales desde una perspectiva global. |