Enero-Marzo 2006, Nueva época No. 97 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral


 

 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Tendiendo Redes

 ABCiencia

 Ser Académico

 Quemar las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie a tierra


 Números Anteriores


 Créditos



 

 

 

Respalda UV la medicina indígena de Veracruz
Edith Escalón

Los médicos, a quienes la Universidad apoyó para acreditarse ante la Secretaría de Salud, buscan crear tanto laboratorios para elaborar sus remedios como consultorios para ofrecer sus servicios
Con el apoyo de biólogos, químicos, agrónomos y otros especialistas de la Universidad Veracruzana (UV), más de 300 médicos indígenas del centro de Veracruz han logrado rescatar, revalorar y fortalecer sus terapias alternativas de salud, mediante el control de la calidad de sus productos naturales, la estandarización química de sus remedios herbolarios y la siembra de plantas medicinales.

Marcela Antonio de Jesús, médica indígena tradicional de Huitzila, comunidad del municipio de Soledad Atzompa, Veracruz.
Además de certificarse como practicantes de medicina tradicional ante la Secretaría de Salud y registrar legalmente sus remedios, las siete organizaciones que los agrupan (las cuales pertenecen a los municipios veracruzanos de Zongolica, Coscomatepec, Córdoba, Soledad Atzompa y al oaxaqueño de Soyaltepec) buscan crear tanto laboratorios regionales para elaborar sus remedios con criterios farmacéuticos como consultorios para ofrecer sus servicios.

Para lograrlo, contarán como hasta ahora con el respaldo de estudiantes, académicos e investigadores de las facultades que se encuentran en la zona universitaria Córdoba-Orizaba, quienes se han integrado al Grupo Regional de Apoyo a la Medicina Indígena Tradicional (GRAMIT) del centro del estado, que también es respaldado por el programa IMSS-Oportunidades, la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CODEPI) y la Secretaría de Salud (SS).

En primer término se encuentra la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (FCBA) de Peñuela, desde donde las académicas Yaqueline Gueno Heredia y Feliza Ramón Farías coordinan para el GRAMIT-Centro asesorías técnico-científicas, capacitación, difusión de acciones, organización de encuentros, evaluación y seguimiento, gestión financiera, así como asesorías contables y legales. De hecho, fue esta Facultad la que, en 1999, inició la relación con los grupos indígenas, especialmente de Zongolica, al integrar a su trabajo en el Herbario de la FCBA el estudio de plantas medicinales.

Hoy, las académicas tienen a su cargo el proyecto de sistematización del conocimiento botánico con seis de las organizaciones de médicos tradicionales, es decir, buscan rescatar los saberes que sobre medicina herbolaria poseen estos grupos. A este trabajo se suma otro proyecto, coordinado por la académica Pilar Navarro Rodríguez, cuyo objetivo es apoyar a los médicos indígenas tradicionales en la producción del hongo seta como una alternativa económica y productiva.

En segundo término se encuentra el trabajo de la Facultad de Ciencias Químicas en este proyecto, el cual tiene dos vertientes: por una parte, el desarrollo de las técnicas agronómicas para sembrar parcelas productivas de plantas medicinales (con químicos agrícolas); por otro, la elaboración de remedios herbolarios estandarizados, según las formas farmacéuticas requeridas por la Secretaría de Salud (con químicos farmacéuticos).

Hasta ahora se han establecido tres parcelas demostrativas: una en Zongolica (que ya está terminada), y otras dos en Huitzilan y Coscomatepec (en proceso), cada una con más de 80 diferentes especies de plantas medicinales. Para apoyar a los médicos tradicionales en este aspecto, los químicos agrícolas se han coordinado con agrónomos, tanto estudiantes como académicos e investigadores para asesorarlos. De hecho, son los grupos indígenas quienes se encargan de custodiarlos.

Con el apoyo de la FCBA, los médicos indígenas han logrado afianzar varios proyectos, entre ellos el registro de 12 remedios tradicionales ante la Secretaría de Salud –como jarabes, pomadas, cremas y tinturas– y el establecimiento de laboratorios regionales para la elaboración farmacéutica de los compuestos con estándares de calidad.

Trabajo multidisciplinario
Para apuntalar este último proyecto, otras ocho facultades se han sumado: la de Arquitectura, en Córdoba, que tiene a su cargo la presentación y diseño de los espacios físicos del Centro de Desarrollo Integral de Medicina Tradicional “Omecayotl”; y la de Contaduría y Administración, en Nogales, a la que le corresponde realizar la propuesta de trabajo para la Organización de Médicos Indígenas Tradicionales del Centro (OMIT-C).

Enfermería, por su parte, realizará desde Río Blanco una propuesta para el Programa de Formación de Promotores de Salud con la participación de los médicos tradicionales, e Ingeniería Mecánica diseñará el Laboratorio Regional de Medicina Tradicional, que se localizará en La Granja, del municipio de Tres Valles.

Una propuesta de apoyo médico al GRAMIT-Centro será la aportación de la Facultad de Medicina de Ciudad Mendoza, y una propuesta odontológica, la de la Facultad de Odontología que se encuentra en Río Blanco. Los universitarios de la carrera de Derecho, del Sistema Abierto, realizarán la integración legal de este organismo, y será el Centro de Idiomas de Córdoba el que se encargue de apoyar el proyecto con la traducción de documentos y proyectos para la OMIT-C.

Esta participación interinstitucional y multidisciplinaria, así como la suma de más médicos indígenas al proyecto, han hecho de la experiencia un ejemplo para otros grupos, la cual además ha llevado a los médicos tradicionales a dos congresos regionales, 13 estatales (en Oaxaca, Puebla, Yucatán, Michoacán, Chiapas, Campeche, Chihuahua, Sonora, Nayarit, Sinaloa y Coahuila) y dos internacionales (en Quito, Ecuador, y en Lima, Perú).