Enero-Marzo 2006, Nueva época No. 97 Xalapa • Veracruz • México
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Buscan evitar la migración diversificando cafetales
UV y Gobierno del Estado ayudarán a cafetaleros a salir de la pobreza
Edith Escalón

El proyecto piloto operará en mil 500 ha. de los municipios de Zozocolco y Atzalan; podría multiplicarse en todo el estado

Sandra Fuentes, Nestor Osorio, Fidel Herrera y Raúl Arias Lovillo, durante la presentación del Proyecto de Diversificación Productiva de Cafetales de Baja Altitud.

A partir de la sustitución paulatina del café veracruzano de baja altitud y escaso valor comercial por cultivos con enorme potencial de exportación, la Universidad Veracruzana (UV) y el Gobierno del Estado de Veracruz pusieron en marcha una estrategia estatal para mejorar el nivel de vida de los productores del estado, una iniciativa que resulta “socialmente útil, económicamente productiva, políticamente necesaria y ecológicamente requerida”, señaló Fidel Herrera, gobernador de Veracruz.

La diversificación de cafetales –que operará inicialmente en mil 500 hectáreas de los municipios veracruzanos de Zozocolco y Atzalan, ubicadas a menos de 600 metros sobre el nivel del mar– será posible gracias al financiamiento de más de 2.5 millones de dólares que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) otorgó para el proyecto, a través del Fondo Común para las Materias Primas, además de que contará con recursos de contrapartidas estatales y federales por el lado mexicano.

El 27 de marzo, en el lanzamiento oficial del proyecto, Fidel Herrera pronosticó “una nueva etapa de prosperidad para los productores”, en un acto presidido por Sandra Fuentes, embajadora de México en Holanda; Caleb Dengu, representante de la ONU; Nestor Osorio, presidente de la Organización Internacional de Café; Raúl Arias Lovillo, rector de la UV, y Arturo Gómez Pompa, asesor-investigador de esta casa de estudios, quienes han tenido un papel fundamental en la gestión de fondos para el proyecto.

Al combinar el cultivo de café con otros alternativos –como las plantaciones agroforestales o de especies con potencial de exportación (forrajes, pimiento, vainilla, orquídeas y otros ornamentales)– y apoyarlos con la comercialización, los impulsores del proyecto esperan mejorar el nivel de vida de los productores y frenar así la migración, provocada por la crisis económica en las zonas bajas que no pueden competir en los mercados por la baja calidad de sus productos.

“Del campo cafetalero ha salido la mayor emigración de mano de obra talentosa y sacrificada, pues, bajo la tesis de los precios internacionales y de la profunda depresión por sobreproducción, se vinieron propuestas de quema de café o destrucción de cultivos”, reconoció el Gobernador de Veracruz.

Para Raúl Arias Lovillo es imperativo que los dos municipios en los que se piloteará la diversificación del café, y que se encuentran en zonas marginadas de la entidad, se conviertan en el punto de referencia para las otras 50 mil hectáreas de fincas de baja altitud que existen en el estado, las cuales dan sustento a más de 85 mil productores.

Tanto Fidel Herrera como Raúl Arias coincidieron en que lanzar el proyecto con el auspicio de la UV será provechoso en todos los sentidos, pues permitirá sumar los esfuerzos académicos, de investigación, de trabajo comunitario y vinculación a las actividades que ya realizan organizaciones públicas y privadas en beneficio de los productores de café, y optimar así las posibilidades productivas de los cafeticultores.
En su oportunidad, Nestor Osorio, presidente de la Organización Internacional de Café, explicó que esta estrategia será útil para el desarrollo rural y el alivio a la pobreza. “No se trata de erradicar el café, sino de encontrar un complemento a la actividad del productor que le genere ingresos, pero ahí, donde se vea que la cafeticultura no es una actividad viable, hay que tener lista una alternativa con futuro”.

Caleb Dengu, por su parte, expresó la visión del Fondo Común para las Materias Primas de la ONU en torno al proyecto: “Queremos ver si es posible que con fondos como éstos se pueda ayudar a las familias de cafeticultores a tener un mejor nivel de vida, a salir de la pobreza, o si el único camino que existe, dadas las crisis de mercado, es la industrialización”.

El proyecto
Coordinado y ejecutado por el Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana, el proyecto pretende apoyar a estas poblaciones a través de un paquete completo de servicios universitarios para lograr la diversificación estratégica de plantaciones alternas al café.

Los cultivos incluyen la plantación y cosecha dentro de los cafetales de especies maderables, frutos tropicales, plantas ornamentales, medicinales y condimentos, lo que permitirá la organización de los productores.

En colaboración con la Fundación Produce Veracruz y el Gobierno del Estado de Veracruz –a través de la Comisión Veracruzana de Comercialización Agropecuaria (COVECA)–, el proyecto busca respaldar a los productores de la región, quienes han enfrentado a través de los años situaciones adversas, desde el desplome de los precios del café en 1989 hasta la aparición y afectación de los cultivos por plaga de la broca y la enfermedad de la roya.

Diprocafe (Proyecto de Diversificación Productiva de Cafetales de Baja Altitud) tiene la misión de impulsar actividades alternas que puedan brindar ingresos adicionales a los cafetaleros y, con ello, poner a disposición de toda la población una serie de alternativas de manejos de cultivos que permitan a una familia campesina obtener ingresos remuneradores de una superficie de dos hectáreas. En esta acción se deberá dar preferencia a las plantas nativas de la región y a los manejos tradicionales, y de este modo, conservar tanto la diversidad biológica como la sabiduría popular.

El proyecto comprende cuatro componentes técnicos, a saber: el forestal, la diversificación de cafetales, la elaboración de modelos y estrategias para la diversificación, así como la integración de la producción para su comercialización.

Como parte de los objetivos específicos de este trabajo, también se pretende constituir por lo menos dos empresas integradoras, así como colaborar en el establecimiento de dos casas de la Universidad o centros comunitarios de aprendizaje –una por cada cabecera municipal– y, junto con otras instituciones estatales y federales, canalizar los servicios y apoyos necesarios a las comunidades involucradas en el proyecto para que mejoren su nivel de vida.