Enero-Marzo 2006, Nueva época No. 97 Xalapa • Veracruz • México
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Especialistas nacionales y extranjeros
Analizan impacto de la globalización en los ámbitos jurídico y financiero
Edith Escalón, Alma Espinosa, Fernanda Melchor, Juan Carlos Plata, Gina Sotelo


La inauguración del seminario fue presidida por Dionisio Pérez Jácome y Víctor Manuel Alcaraz, entre otros funcionarios de la UV y del Gobierno de Veracruz.
Con la finalidad de identificar y analizar las transformaciones de algunas instituciones en el sistema jurídico mexicano y, de esta manera, poder evaluar el impacto que la globalización ha ejercido sobre la normativa vigente, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana (UV) organizó el Seminario Internacional de Derecho y Globalización, efectuado en Xalapa del 8 al 11 de marzo, en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información.
Al encuentro se dieron cita especialistas extranjeros, nacionales y locales con intereses comunes respecto a los retos que la globalización conlleva para el análisis y aplicación de la ciencia jurídica. Los temas desarrollados fueron Contratos: tradición y globalización; Escenarios convergentes en la globalización; El efecto jurídico, económico y financiero en el contexto de la globalización; Trabajo y empresa: perspectivas globales; Seguridad pública y crimen organizado en el escenario global; Retos del Derecho Constitucional ante la Globalización; y Derechos Humanos y Globalización.

Luego de la inauguración –que fue presidida por Dionisio Pérez Jácome, jefe de la oficina del Programa de Gobierno, y Víctor Manuel Alcaraz Romero, director de Investigaciones, quienes asistieron en representación del gobernador Fidel Herrera y del rector Raúl Arias, respectivamente– Jorge Witker, académico de la UNAM, ofreció la conferencia magistral “El efecto de la globalización económica en el derecho económico latinoamericano”, donde dijo que las escuelas y facultades de Derecho de las universidades del país deben redoblar sus esfuerzos para entender los nuevos procesos y formar abogados que estén informados de los problemas actuales que aquejan a la sociedad, como los relacionados con el genoma humano, la clonación, los productos transgénicos y los conflictos ambientales.

El Premio Universidad Nacional en Investigación en Ciencias Sociales, en 2000, expresó que el mercantilismo está inundando todos los aspectos de la vida humana, por eso ya se tiene la propuesta de privatizar el agua y no dudó en que, próximamente, se quiera privatizar el oxígeno como producto de esta situación. También reconoció que el proceso globalizador inicia en lo económico y en lo financiero, y ha ido expandiéndose hacia todos los aspectos de la vida. El problema es que dicho proceso –complejo, multidimensional y asimétrico– puede provocar una desnacionalización desde el punto de vista de los valores de cada país, porque tienden a estandarizarse a través del mercado.

En la ponencia “Comunicación: La visibilización de las minorías”, Raciel Martínez, profesor de la Universidad Veracruzana Intercultural, advirtió acerca del nuevo tejido social contemporáneo en donde se genera un cambio sustancial para los modernos marcos que rigen el Derecho. Y en esta transformación, el reconocimiento de relaciones y dinámicas emanadas de sujetos otrora invisibles implica una apuesta para modificar y/o ampliar las aristas que regulan la vida social y, así, ensanchar las garantías de convivencia armónica, pacífica y plural entre los diferentes movimientos, grupos y personas que reclaman espacios de expresión y desarrollo. “Se trata de escenarios mucho más complejos, diversos y a veces confusos, en donde el entramado fusiona a actores que antes no eran distinguidos por los entes encargados en reproducir la hegemonía”.

Para el académico, hoy en día, el Derecho no tendría por qué ser ajeno a esa vuelta de tuerca histórica, tampoco el resto de las disciplinas que integran las Ciencias Sociales, y es que lo mismo afecta el tránsito económico del neoliberalismo que la globalización cultural.

Sin garantías, los derechos laborales
Con los recursos que ahorran las empresas transnacionales al negar seguridad social y otros derechos laborales a los trabajadores de los países en desarrollo, las grandes compañías obtienen ventajas comerciales que les permiten crecer y competir a costa de los empleados. Leyes más estrictas en las regiones “maquiladoras” podrían cambiar este escenario, planteó Jorge Ortiz Escobar, jurista y académico de la UV.

Dijo que el “dumping social”, como le llaman a esta práctica derivada de la globalización, es utilizado por las transnacionales para irrumpir deslealmente en el mercado de otros países, además, con ventajas económicas por los grandes volúmenes de productos que son de baja calidad, bajo costo y bajo precio, que les generan utilidades. La competencia desleal afecta directamente a las empresas y a la economía de los países subdesarrollados que no pueden sostener el ritmo de “costos” y “productividad” que imponen las empresas transnacionales.

Esta situación, afirmó, podría frenarse haciendo valer, por ejemplo, la “cláusula social” en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pues “es la fórmula jurídica que podría garantizar a los trabajadores un mínimo de derechos laborales y de prestaciones de seguridad social, imponiendo sanciones a quienes la violen”.

Aunado a esto, destacó la campaña para promover los derechos humanos tanto en Estados Unidos, con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como en Europa, donde el tratado de la Comunidad Económica Europea contiene un capítulo sobre “disposiciones sociales”, orientadas a promover la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.

En el mismo tenor, Josefa Montalvo, jurista, académica e investigadora especialista en Derecho del Trabajo, señaló que, en México, la Ley Federal del Trabajo ya no garantiza los derechos laborales ni la seguridad social que requieren los mexicanos, pues está cada vez más sometida a los intereses de las empresas transnacionales.
Reconoció que, en la práctica, la globalización ha debilitado los poderes del Estado y ha impuesto en la dinámica laboral parámetros internacionales sólo convenientes para las empresas multinacionales. Parte del problema tiene que ver con el atraso de la propia Ley Federal de Trabajo, que ha sido superada por las necesidades actuales del mercado laboral, así como por las condiciones que deben prevalecer entre empleados y empleadores en un contexto de globalización.

Ante ello, agregó, lo importante es que los laboralistas deben promover la adecuación de las leyes a la realidad actual y defender su aplicación, aún en las empresas trasnacionales que traen los grandes capitales al país: “No debemos permitir que legislación externa venga y regule nuestras relaciones de trabajo, porque aprovecha los huecos legales de nuestro país para imponerse, y debemos estar conscientes de que la tendencia es esquivar la legislación nacional”.

Se diluyen derechos laborales con la globalización
En su intervención, Rolando Murgas Torraza, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá, reconoció que el derecho laboral está perdiendo protagonismo, aun cuando el aumento de la pobreza y las situaciones de necesidad entre los trabajadores exigen el fortalecimiento y la extensión de sistemas de protección social y económica.

Aseguró que si bien en las últimas décadas han sido intensos los ataques contra el papel y la necesidad del derecho del trabajo, los esfuerzos reales “por zafarse de sus normas imperativas” son tan viejos como esta rama de la ley. Añadió que es obvio que, si pudieran escoger, los empleadores preferirían ubicar las relaciones jurídicas con sus trabajadores en el ámbito del derecho civil o del derecho comercial para evitar el cumplimiento de normas mínimas de protección, tanto económicas como de otra índole.

Después de un análisis de las condiciones jurídicas que han permitido la tendencia hacia lo que llamó la “deslaborización” (pérdida de protagonismo del derecho laboral), el ponente reconoció que con las nuevas condiciones que impone la globalización al mercado de trabajo, las personas tienen cada vez menos beneficios y las empresas cada vez más estrategias para presionarlos y hacer que renuncien a sus derechos y a la seguridad social. “En realidad vemos que están tratando de evadir la aplicación de la legislación laboral, y esto lleva a la desprotección total o a la disminución de la seguridad social”, concluyó.

Por su parte, la jurista española Ana Isabel Pérez Campos habló sobre las acciones y reformas que el Gobierno de España ha realizado en materia de seguridad social: “Se trata de un reordenamiento jurídico basado en tres líneas de reformas fundamentales, que evitan el incremento de cotizaciones a los trabajadores y empresas, y que consisten en la reducción de las prestaciones, la privatización de la seguridad social y la homologación de los derechos asistenciales en los estados de la Unión Europea (UE)”.

Señaló que estas reformas no significan que el sistema público de seguridad social español haya sufrido un retroceso con el pretexto de la globalización, sino por el contrario. “Ahora, el Estado debe seguir garantizando un bienestar al ciudadano, que se concreta en una protección social suficiente”.

Regulación bancaria global podríaproteger de las crisis económicas
Un modelo global de regulación bancaria que impusiera en todo el mundo normas mínimas generales para lograr la estabilidad financiera podría proteger a los países contra las crisis económicas y evitar así los rescates de bancos quebrados, afirmó David Trillo, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de España.

Mencionó que las quiebras por fraudes o fugas de capitales han llevado a enormes pérdidas que han sido pagadas con capital público. Al mismo tiempo, la deuda pública para financiar la recapitalización de los bancos quebrados ha frenado la puesta en marcha de políticas públicas para el desarrollo económico.

“Hay que hacer un modelo de regulación diferente a los que ya existen”, comentó en relación con los acuerdos de capital que se conocen, como Basilea I –vigente hasta 2007– y Basilea II –regulación bancaria en puerta–, “que son calificados como modelos avanzados y que consideran que los bancos deben obedecer no sólo a políticas nacionales, sino regionales y globales”.

Dijo que, aunque estos sistemas de regulación deben tener normas generales para todos los bancos del mundo, tienen que adaptarse en cada país de acuerdo con sus características específicas, su mercado financiero, la cantidad de dinero que manejen, sus costumbres crediticias y demás. Sin embargo, serían los lineamientos generales –mínimos, pero efectivos– los que evitarían las crisis financieras que no sólo provocan desajustes a las entidades bancarias, sino a los países en general.

Posibles efectos del calentamiento global
Otro de los participantes del seminario fue Carlos Welsh, investigador de la UV, quien presentó un “escenario de futuro” de lo que podría provocar el calentamiento global dentro de 50 años en Veracruz, no sin antes explicar que el valor de estos escenarios –una herramienta para mostrar el comportamiento de un fenómeno en el largo plazo– no radica en predecir el futuro, sino en dar una visión del presente.

Comentó que, si la contaminación por gases invernadero duplica su concentración en la atmósfera terrestre, la temperatura aumentará entre dos y cinco grados centígrados, lo que podría derretir parte de los casquetes polares y provocar una elevación del nivel del mar: “Tal vez sean sólo unos centímetros, quizás hasta un metro, aún así, grandes extensiones de tierras bajas pasarán a ser pantanosas o submarinas”.

Además, el agua salina se infiltrará hasta los mantos freáticos; serán afectados varios poblados y las centrales eléctricas costeras; se deteriorará la salud y la comodidad de los seres humanos; más de tres mil hectáreas urbanas se volverán inundables, al igual que cerca de 200 mil de pastizales; se dañarán los bosques húmedos y templados de la sierra Zongolica y las planicies costeras se verán sujetas a una gradual desertificación.

Ante tal escenario, el conferencista puntualizó que “se deben concebir estrategias que favorezcan y promuevan la armonía entre el ser humano y la naturaleza, y considerar que los retos en materia de políticas globales aún deben pasar por un periodo de consolidación”.


Con la ponencia “Comunicación: La visibilización de las minorías”, Raciel Martínez participó en el Seminario Derecho y Globalización.
Necesaria, la unión de AL frente a grandes potencias
En la conferencia “La globalización política”, Ángel Rivero Rodríguez, jurista español, destacó la importancia de promover la una unión de países latinoamericanos para consolidar alianzas que pueden recobrar la soberanía y generar contrapoderes frente a las grandes potencias. “Desgraciadamente, los Estados de América Latina han bloqueado o no han sido capaces de desarrollar sus procesos de integración económica y política, y se quejan de que son chantajeados por los Estados Unidos, pero, al mismo tiempo, han sido incapaces de crear un contrapoder regional que los integre”.

Por otra parte, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid dijo que existe la idea extendida por todo el mundo de que la globalización es una amenaza para la democracia y que está asociada a la hegemonía de las grandes potencias; sin embargo, según su punto de vista, existen rasgos de la globalización que apuntan a una dirección contraria: la extensión de la democracia hacia ámbitos más amplios que los que cubría antes; la creación de un orden global más justo, es decir “un orden de relaciones internacionales que no esté basado únicamente en la fuerza y la hegemonía de los países soberanos, sino en los acuerdos entre Estados”; la aparición tanto de una sociedad civil internacional que funciona como vigilante de los países donde hay poco respeto por las reglas de la democracia, como de una opinión pública internacional que sirve para influir en la toma de decisiones de cada nación.

Ángel Rivero Rodríguez, jurista español y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.